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Conociendo al Enemigo

Este es un tema que espero nos traiga revelación y bendición, especialmente sobre nuestro cuerpo, sobre nuestra naturaleza carnal y espero también que nos haga crecer en el conocimiento de cómo vencer en nuestra lucha diaria y de cómo llegar a la estatura de ese varón perfecto que nos señala la Biblia.

Tenemos un enemigo contra quien debemos pelear cada día de nuestra vida, él cada día intenta hacernos pecar, cada día quiere hacernos caer, de cualquier forma trae a nuestra mente pensamientos impuros que no son dignos de una persona decente, que no son dignos de un cristiano verdadero, pensamientos que no son dignos de nosotros que tenemos fe, que alabamos, oramos y asistimos a la iglesia, este enemigo cada día nos quiere avergonzar, quiere hacernos sentir que no podemos librarnos de esos “pensamientos” y ‘’sentimientos” que cada uno de nosotros sabemos que pasan por nuestra mente y sentimos en nuestro cuerpo y esto sucede siempre, algunas veces con mas intensidad, otras menos, pero todos sabemos que eso nos pasa aun cuando tratamos de mantenernos firmes, cada día este enemigo trata de engañarnos diciéndonos que somos débiles a cualquier tentación, débiles a cualquier pensamiento, malicia o deseo engañoso que se levante en nuestra mente carnal, siempre nos esta lanzando dardos de fuego, pensamientos de desanimo, de ya no continuar, de pesimismo, de temor, de inseguridad, y de muchas mentiras que nos invitan a hacer cosas que no convienen, y esto nos sucede a todos, ancianos, adultos, hombres y mujeres, pero sobre todo cuando la persona es joven, en la etapa de la adolescencia, como su nombre lo dice adolece... de ciencia, carece, padece, adolece de conocimiento, de experiencia y sin conocimiento es difícil tener dominio propio, éstos son presas fáciles de este enemigo que quiere destruirnos a como de lugar.

¿Saben Ustedes de quien estamos hablando?.

Ustedes se habrán dado cuenta que todos éstos pensamientos y sentimientos que acabo de describir, ¿donde están? están en nosotros mismos. Este enemigo está en nosotros mismos. ¿Verdad que si?.

Leamos Romanos 8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios enviando a su hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne.

Es por esto que el apóstol Pablo dice en Romanos 7:17,18 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí, y yo se que en mí, esto es en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien esta en mí, pero no el hacerlo.

Leímos en Romanos 8:3 que Dios condenó al pecado en la carne. Quiere decir que la ley del pecado, esta en nosotros mismos, en nuestra carne, él se mueve en la carne y quiere destruirte, quiere matarte, quiere engañarte con cualquier tipo de enfermedades, quiere robarte, quiere hundirte en la depresión, en el vicio, quiere hacerte vivir con amargura, con mentiras, con rencor, con complejos, con temor, quiere meterte en problemas, en chismes, engaños, malicias, dudas, quiere que te dejes llevar por la ira, por el orgullo, la desobediencia, la rebeldía, quiere enemistad y ruptura con tus seres queridos, de cualquier forma quiere desanimarte, disminuirte, marginarte, etc. en definitiva él quiere destruirte.

San Juan 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.

¿En nuestra vida quien nos hace perder tantas bendiciones?, ¿quien nos hace cometer acciones equivocadas por las que nos vemos luego despojados de las bendiciones, ¿quien nos quita las satisfacciones que podríamos haber recibido?. Cuando nos dejamos llevar por vicios, por droga, sexo o alcohol, cuando nos dejamos llevar por pasiones desordenadas, por el rencor, por el odio, cuando permitimos que el pecado gobierne nuestras vidas, nos exponemos a una serie de males como la muerte, enfermedades o propia destrucción, ¿Quien nos roba, mata o destruye?. Acaso no somos nosotros mismos.

Y en el mundo, ¿quienes son los que roban, matan, y destruyen a las personas?, son los mismos hombres los que hacen estas cosas, son delincuentes, asesinos y desadaptados que conviven en esta sociedad, lo vemos a diario, en las noticias, las atrocidades que pueden cometer los seres humanos, nos parecen increíbles. Las bajezas a las que pueden llegar aun con sus propios seres queridos, es algo que muchas veces no nos explicamos como pueden pasar estas cosas. Pero leamos lo que dice en Galatas 5: 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas semejantes a estas.

El Apóstol Pablo dijo en Romanos 7:22,23,24 Porque según el hombre interior me deleito en la ley de Dios; Pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que esta en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿Quién me librara de este cuerpo de muerte?. Cualquier persona decente puede exclamar estas palabras, Gracias doy a Dios por Jesucristo Señor nuestro.

Cuando nosotros sabemos como y donde se mueve este enemigo, cuando sabemos contra quien nos enfrentamos, entonces podemos conocer la manera de vencerlo, entonces podemos encontrar la forma de tener dominio sobre él, de tal forma que cada día neutralicemos sus ataques, desbaratemos sus artimañas y nos impongamos, y nos enseñoreemos sobre él, sobre el pecado, ¿con que?, con el poder que Dios por amor nos dio, por su Espíritu Santo, como dice el apóstol Pablo según el hombre interior que se deleita en la ley de Dios, por el tesoro que llevamos dentro de este vaso de barro, por el conocimiento que dice en 2 Corintios 3:16 Que el Espíritu de Dios mora en nosotros. Es necesario saber que por mas que ayunemos, por mas que nos amanezcamos haciendo vigilia, y haciendo una serie de sacrificios para vivir santamente, y no es que yo diga que esto no se haga, porque si Dios lo permite, amen, no hay problema, el problema está en que hay personas que piensan que si no ayunan no van a tener victoria, que piensan que si no doblan rodillas no van a tener victoria, y tenemos que aprender a vivir no por lo que podamos hacer sino por lo que Cristo hizo por nosotros, por la verdadera identidad, por el Espíritu de Dios que mora en nosotros, tenemos que aprender a vivir de acuerdo a lo que Dios dice que nosotros somos y no por lo que este cuerpo pecaminoso nos sugiere o manifiesta y esto no va a cambiar, siempre vendrán estos pensamientos impuros, pensamientos que nos avergüenzan algunas veces y nos quieren hacer sentir frustración, decepción o tristeza.

En el libro de Oseas 6:6 Dice el Señor, sacrificio no quiero, sino conocimiento de Dios quiero.

En la 2da. Epístola del apóstol Pedro 1: 3,4.5,6 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad nos han sido dadas (todo lo que nuestro espíritu necesitaba ya nos fue dado en espíritu), por su divino poder, mediante el conocimiento (el medio es el conocimiento no las obras, por eso es que venimos a la iglesia a recibir conocimiento, si no obtenemos conocimiento, si no recibimos conocimiento, no podremos tener la victoria y adorar a Dios en espíritu y en verdad, por eso mediante el conocimiento ) de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia; por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; (los apetitos y deseos de riquezas y de placeres sensuales), el apóstol nos dice aquí que todo nos ha sido dado, sin embargo nos dice que tenemos que huir de la concupiscencia que hay en nosotros, tiene que haber una separación de carne y espíritu. Y aquí nos dice como lo vamos a hacer, en el verso (5) vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; el don de la fe nos ha sido dado, es el Espíritu de Dios que mora en nosotros, nos ha sido dada vida espiritual, nos dice que a nuestra fe añadir virtud, quiere decir que nosotros entendemos que Cristo nos dio la vida y le añadimos virtud, le damos importancia, y decimos gloria a Dios que ya yo no soy lo que hace mi carne, yo soy espíritu vivificante como lo es Cristo. Y luego a la virtud añadir conocimiento; un creyente que no tiene conocimiento que todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad le han sido dadas, un creyente que no tiene conocimiento de lo que Dios dice que nosotros somos, no puede vivir una vida cristiana victoriosa, al conocimiento, dominio propio; el orden de estos no se puede cambiar, primero viene el conocimiento y después el dominio propio, no puedes tener dominio propio si es que primero no tienes el conocimiento de quienes somos, al dominio propio, paciencia; cuando tienes conocimiento y tienes dominio propio también tienes paciencia, una cosa lleva a la otra, no podemos tener paciencia sino tenemos dominio propio y no podemos tener dominio propio si no tenemos conocimiento, tenemos que entender quienes somos, tenemos que confesar que este cuerpo de pecado, ya no nos domina, no dirige nuestras vidas, no nos dejamos llevar por las emociones del diario vivir, ya no nos dejamos llevar por los deseos de la carne, nosotros ya estamos en domino propio, estamos en conocimiento de la gracia de Dios y somos personas diferentes, aunque tenemos el mismo cuerpo de antes, nosotros no vivimos bajo la corriente de este mundo, nosotros sabemos que somos hijos de Dios y estamos llamados a ejercer un sacerdocio. A la paciencia piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. El apóstol Pablo dejó el amor para el final porque como podemos decir que amamos si no tenemos conocimiento, dominio propio, afecto fraternal, si no somos amigables, sino somos piadosos como podemos decir que amamos. Acerca de la importancia del amor En 1ra. Corintios 13:13 dice, y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de todos ellos es el amor.

En el libro de Lucas 9:23 Jesús decía a todos; si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.

Yo me acuerdo que cuando escuchaba acerca de este pasaje, pensaba que se refería a que uno tenia que sufrir al igual que Jesucristo y pensaba que el hecho de cargar una cruz se refería a soportar una vida llena de problemas y sufrimientos, y tener que vivir cargando una pesada cruz todo el tiempo, (escuché algunas veces cuando una persona vivía con un sufrimiento, decían que esa era la cruz que tenía que cargar, pero, ahora se que el negarse a sí mismo es negar mi naturaleza pecaminosa, es rechazar mi naturaleza carnal y el pecado, y todos los deseos engañosos de orgullo, de vanidad y de capricho que esta carne me sugiere. Sé que es una lucha de cada día, sé que el cristianismo no es solamente venir a la iglesia los domingos sino que la victoria está en traer a mi mente cada día, en cada momento que sea necesario, traer el conocimiento de que con el sacrificio en la cruz, el Señor Jesucristo me dio la victoria. ¡Que amor tan grande el de Dios por nosotros! Ahora sé que debo anteponer en mi vida todo lo verdadero, todo lo bueno, todo lo justo y llenarme del conocimiento de que con una sola ofrenda nos hizo perfectos para siempre.

En el libro de San Juan 12:31 Jesús anunciaba... Ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.

En los días de su carne, Jesús echaba fuera demonios, liberaba, perdonaba, sanaba, y muchas cosas mas, porque el vino a destruir ese reino, por eso es que se manifestaron tantos demonios en la vida de Jesús.

Recordemos cuando Jesús descendió a capernaum en Galilea, en el libro de San Lucas 4:33,34 Dice: Estaba en la sinagoga un hombre que tenia un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz, diciendo: Déjanos; ¿que tienes con nosotros Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quien eres, el Santo de Dios.

Y en el libro de San Mateo 8:28,29 relata que, Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino. Y clamaron diciendo: ¿qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿has venido acá para atormentarnos antes de tiempo? Esto nos hace ver que los demonios sabían que había un tiempo en el que iban a ser destruidos, sabían que Jesucristo había venido para destruir al príncipe de los demonios; y efectivamente esto sucedió con la muerte de Jesucristo en la Cruz del Calvario y la resurrección al tercer día.

Leamos Hebreos 2:14 así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, el también participo de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenia el imperio de la muerte, esto es al diablo.

Y en la epístola del apóstol Pablo a los Colosenses 1:13,14 nos dice, El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado hijo, en quien tenemos redención (liberación del adversario), por su sangre, el perdón de pecados.

Y en Colosenses 2:14,15 Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Espiritualmente todo esto sucedió, con el sacrificio de amor, por la muerte y resurrección de Jesucristo, la Biblia nos dice que el diablo fue destruido y echado fuera del reino de los hijos escogidos de Dios, en Hebreos 10:14 Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Con este conocimiento sabemos que espiritualmente él diablo no tiene arte ni parte con nosotros, espiritualmente no tiene poder sobre nosotros. En Efesios 2: 5,6 dice que, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó y asimismo nos hizo sentar el los lugares celestiales con Cristo Jesús.

Sabemos que espiritualmente somos un mismo Espíritu con Cristo y que el Espíritu de Dios mora en nosotros, y que espiritualmente nos hizo perfectos para siempre, que por gracia somos salvos y que nos hizo sentar en lugares celestiales con Cristo; pero tenemos un cuerpo carnal y de éste cuerpo carnal él diablo no ha sido echado fuera, como leímos en Romanos 8:3 Dios condeno al pecado en la carne.

Entonces conociendo que nuestro enemigo está en nosotros mismos, sabiendo lo que dice en 2 Corintios 4:7 pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros. Y en el 4:10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.

Es por esto que nosotros los creyentes tenemos que morir cada día a los deseos engañosos de nuestra carne para que la excelencia del poder de Dios se manifieste, así como dice en Lucas 9:23 acerca de que el quiera seguir a Jesucristo cargue su cruz y se niegue así mismo cada día, haciendo morir los deseos de nuestra naturaleza terrenal, por eso es necesario comprender que en el cristianismo, la victoria no esta solamente venir al culto los días domingos, sino que es una lucha diaria, entregados siempre a muerte por causa de Jesús en nuestra naturaleza carnal para que su vida se manifieste en nuestra carne mortal.

Y en Gálatas 5:17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí para que no hagáis lo que quisiereis.

Con éste conocimiento sabemos que en nuestro cuerpo físico no estamos libres del pecado y que es aquí en nuestro cuerpo donde el diablo se mueve, y contra esa fuerza de maldad no podemos luchar con armas naturales.

Leamos en la 2ª carta a los Corintios 10:3,4,5 Pues aunque andamos en la carne no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

Y en Efesios 4:22,23,24 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre que (estuvo) ¿cómo es que dice? que está que viciado conforme a los deseos engañosos.

Quiere decir que tenemos un cuerpo, una carne que esta viciada, esta dañada, ahora ¿nuestro Espíritu esta viciado? No. Nuestro Espíritu esta perfecto, hay muchas personas que cuando ven su cuerpo viciado ellos se juzgan conforme al cuerpo, si el cuerpo los pone a pensar cosas malas dicen yo soy una persona muy mala, dicen yo me la paso pensando cosas que yo mismo no se porque pasan por mi mente y no puedo controlar, y el diablo los hace creer que son débiles, que no pueden dominarse, esas son mentiras de Satanás, mentiras de la carne, Dios nos ha dado Espíritu de poder y de dominio propio. Dice aquí, despojaos del viejo hombre que esta viciado, la única forma como nos podemos despojar es: utilizando la autoridad del conocimiento de quienes somos en Cristo, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

No nos podemos juzgar conforme al cuerpo por los pensamientos y actos que nos sugiere hacer nuestro cuerpo viciado, nos pasan tantas cosas por la mente y esa no es nuestra verdadera personalidad.

Por eso la escritura continua diciendo en el verso 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente. Y esto es lo que debemos hacer, renovarnos en nuestra mente para sentirnos como Dios dijo que nosotros somos:

Somos mas que vencedores

Redimidos y perdonados

Santos en Cristo

Nueva criatura

Templo del Espíritu Santo

Bendecidos con toda bendición espiritual

Escogidos

Perfectos para siempre

Uno en Cristo

Completos en Él

Libres de toda condenación

Luz del mundo

Llamados de Dios

Herederos de Dios

Nacidos de Dios

Hijos de Dios

Nosotros como ejército de Jesucristo debemos tomar conciencia de la clara y fundamental ventaja que tenemos:

Somos el único ejército en el mundo que tiene la guerra ganada antes de comenzar a combatir, porque Jesucristo nos dio la victoria al destruir a Satanás en la Cruz del Calvario. Lo leímos en (Hebreos 2:14).

Pero sucede que muchas veces él prevalece por que hemos estado ignorando que es a través de nuestro cuerpo que Satanás opera.

Ahora no ignoramos quien es y donde esta nuestro enemigo, con este conocimiento pongamos la carne a nuestra servidumbre como decía el Apóstol Pablo, no tirando manotazos al aire sino poniendo nuestra carne a servidumbre, para que así reinemos en vida; debemos confesar con nuestra boca para bendición, por eso decimos que somos bendecidos con toda bendición espiritual.

En Efesios 4:24 continua diciendo Y vestios del nuevo hombre creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Atiende bien, este nuevo hombre no trabaja si no es con la verdad al tu vestirte del nuevo hombre no puedes hablar mentira, este nuevo hombre tiene su propio vocabulario, este nuevo hombre llama las cosas que no son como si fueran, este nuevo hombre dice yo soy un bendecido, yo soy un escogido, así es que habla el nuevo hombre, el nuevo hombre no habla de otra forma, su vocabulario es conforme a la verdad, no habla mentira, la mentira es del diablo, porqué el es el padre de la mentira y nosotros aprendimos a hablar mentira porque la mentira es el lenguaje del mundo y nosotros cuando estábamos en el mundo hablábamos mentira como si fuera lo mas normal, pero como nuevo hombre debemos renovar nuestra forma de hablar y debemos hacerlo conforme a la verdad, si no lo hacemos así estamos en desobediencia, cuando mentimos le estamos prestando la boca al diablo, por eso cuando Pedro le dijo a Jesús que no vaya a la cruz, Jesús dijo aquí está el diablo hablando y le dijo “apártate de mi Satanás”. Cada vez que tu boca dice, que estas enfermo, ahí esta el diablo hablando, cada ves que tu boca dice, que todo te sale mal, ahí esta el diablo hablando, cada ves que tu boca dice es que no tengo fuerza de voluntad, ahí esta el diablo hablando, cada ves que tu boca dice es que no puedo, o dice cualquier palabra negativa, ahí esta el diablo hablando, esa es la mentira y esa no la debemos hablar, nosotros debemos hablar el vocabulario de la nueva creación. Como dice el verso 24, debemos vestirnos del nuevo hombre creado según Dios..

En Efesios 4:26,27 dice Airaos, pero no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar... ¿a quien? Al diablo... ¿a quien? al diablo. Eso quiere decir que nosotros somos quien le damos lugar al diablo. Con este conocimiento sabemos que no debemos darle lugar al diablo, y en Romanos 6:12 dice, No reine, pues el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que le obedezcáis en sus concupiscencias. Dice que no reine no que nunca llegue sino que no lo dejemos reinar.

Espiritualmente sabemos que somos libres, pero todavía la ley del pecado esta en nuestro el cuerpo mortal, no demos pues lugar al diablo, y con este conocimiento resistámosle y el huirá de nosotros y vestios del nuevo hombre creado según Dios, y disfrutemos la vida en victoria como herederos de Dios y confesemos con nuestra boca todo lo que Dios dijo que nosotros somos.

Nos despedimos con el conocimiento de que:

1ra. Juan 4: 4 Mayor es el que esta en nosotros, que el que esta en el mundo.

Y que:

¡Somos mas que vencedores! por gracia de Dios .

¡La Gloria es para Dios!.

Con Amor

Nacho Valverde