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Intercesores para España

Un estudio sobre el libro de Jeremías, comparándolo con nuestro tiempo.

ESPAÑA HOY Y LA EPOCA DE JEREMIAS

Me siento a escribir este estudio comparando el tiempo y el ministerio de Jeremías, con la situación de España. España como toda Europa esta experimentando una apostasía tocante a lo moral y a la ética. El humanismo secular y el materialismo esta infiltrándose en la vida europea, con una cierta infiltración de “la nueva era”. Esto significa un alejamiento de Dios y lo que Él ha pensado para nosotros. Estamos dejando la Palabra de Dios a un lado, y en la legislación secular seguimos una ética que no es conforme a la voluntad de Dios.
Como en días de Jeremías, Dios nos habla de diferentes maneras para que volvamos a Él. Únicamente Él tiene la respuesta para nuestra nación. Jeremías es un ejemplo de un buen patriota, que intercedía u oraba por su patria. El debe ser un ejemplo para un buen cristiano de cómo debemos volcarnos para defender la nación en que vivimos. “Procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella al Señor; porque en su paz tendréis vosotros paz.” (Jer. 29:7).

Es el pecado que atrae la maldición sobre una nación. Como en días de Jeremías, Dios hablaba por medio de sequías; Dios también habla a España por medio de riadas y sequías. Nos demuestra que el tiempo mismo no funciona como debe funcionar. Dios no puede proteger a la nación como quisiera, porque el pecado de la nación lo hace imposible. Tampoco vemos que la nación con su gobierno, intenta acercarse más a Dios, para defender los valores bíblicos.

Por esta razón quiero compartir algunas palabras del tiempo de Jeremías. Es verdad que él ministraba en su tiempo, pero algunos principios que afecta la vida humana y su relación con Dios, no tienen limitaciones ni del tiempo ni de la geografía. Porque cada uno tiene que servir al Señor en su generación. Hch. 13:36 dice: “David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió”. Que bueno servir a su propia generación según la voluntad de Dios. Con este estudio pretendo estudiar la forma de Jeremías para juzgar su generación, y intento hacer unas comparaciones con España de nuestro tiempo, y quiero que esto nos pueda impulsar a la oración y a actuar como Jeremías actuó a favor a de su pueblo.

La vida de Jeremías es toda una tragedia: ama apasionadamente a su pueblo y desea para todos lo mejor, pero tiene que anunciarles lo peor. Sin embargo, Jeremías cumple su misión y anuncia a todos la amarga verdad que le ha sido revelada. Esto le acarrea la persecución. Esta persecución viene de su propio pueblo, y con su fidelidad hasta la muerte a la Palabra de Dios da una lección a todo el pueblo.

JEREMIAS CRECIO EN TIEMPOS DE REFORMA

Antes que Jeremías hubiera nacido, y durante su infancia existía ya el espíritu de la inquisición. Manasés fue el rey de Judá después de Ezequías. Él mató a los profetas de Dios y ergio ídolos por toda la tierra.

La iglesia católica romana ha introducido el culto a las imágenes en España, y con ellos ha engañado a mucha gente en la nación, y en tiempos no muy lejanos se ha sentido el espíritu de la inquisición. Ahora damos gracias a Dios que existe un cambio desde el segundo Concilio Vaticano de 1962-1965 en la esfera de la iglesia católica romana, y también dentro de la legislación española tenemos ahora la libertad religiosa. Dios se ha movido en los gobernantes, como también lo hizo en Judá en tiempos de Jeremías.

Se levantó un rey llamado Josías, y durante su reinado se halló el libro de la Ley. (Durante el gobierno de Juan Carlos II, la Biblia ha sido descubierta en España para el pueblo, gracias al cambio de la postura de la iglesia romana en su II Concilio Vaticano). El libro de la ley fue leído para el rey Josías, y su corazón fue tocado por el Señor, y empezó una profunda reforma en Judá. Nunca antes se había hecho una reforma tan profunda entre los judíos en Israel. La historia se encuentra en 2 Reyes 22:1-23:29. Lo único comparable sería la reforma bajo Lutero y Calvino en el norte de Europa, en el siglo XVI.

Estos dos capítulos nos dan una información bastante detallada, hasta que punto había llegado la apostasía. Además de eso, las profecías de Jeremías también lo confirman.

Aquí reflejo una pequeña información:

1. En el templo del Señor en Jerusalén había utensilios hechos para Baal, para Asera y para todo el ejército de los cielos. Josías los quitó y los quemó.

2. Había un sacerdocio idólatra en Judá y Josías les quitó de su servicio.

3. La astrología y el ocultismo tenían su sede en Judá y en Jerusalén (23:5) - “quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos de zodíaco, y a todo el ejército de los cielos”.

4. “Hizo también sacar la imagen de Asera fuera de la casa del Señor”. Asera, un símbolo de la fecundidad para que el hombre fuera fructífero. Este culto fue introducido por medio del casamiento del rey Acab con Jezabel, quién mantuvo a 400 sacerdotes de la Asera (1 Reyes 18:19). Estaba en la casa del Señor. Había prostitución idólatra en la casa de Dios. Muchas indicaciones nos hace entender que tiene una relación directa con la idolatría a Astarte. Astarte era una diosa de la guerra, pero ante todo la reina madre. A ella se encuentra con diferentes nombres, entre los fenicios es Astarte, entre los griegos Artemisa, entre los romanos Diana, o otros nombres era Afrodita (griego) y Venus (romanos).

5. (23:7) “Además derribó los lugares de prostitución idolatra que había en la casa del Señor, en los cuales tejían las mujeres tiendas para Asera”. El templo era como un sex-club de nuestros días.

6. (23:10) “Asimismo profanó a Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pasase a su hijo o su hija por fuego a Moloc”. Dios había prohibido pasar a los hijos por el fuego. Moloc era el dios del fuego, a quien sacrificaban niños. Sus manos y su boca estaban llenas de fuego, y allí ardían los niños. Dios lo había prohibido. El no quería la muerte de ningún niño en Israel.

7. La reforma de Josías que se empezó aproximadamente en el año 624-622 antes de Cristo, llegó hasta lo que se había introducido en los días de Salomón (23:13). “Asimismo profanó el rey los lugares altos que estaban delante de Jerusalén, a la mano derecha del monte de la destrucción, los cuales Salomón rey de Israel había edificado a Astorot ídolo abominable de los sidonios, a Quemos ídolo abominable de Moab, y a Milcom ídolo abominable de los hijos de Amón.”

8. Lo más curioso lo encontramos en los v. 15-17. Aquí tenemos que recordar el pecado de Jeroboam, hijo de Nebat, que 300 años antes había hecho pecar a Israel (el país del norte cayó en mano de los asirios en el 722 a. Cr.). Él había hecho dioses de oro, becerros, y puso uno en Dan y otro en Bet-El y dijo: “Este es el Dios que te ha sacado de Egipto”. Jeroboam hizo todo esto por envidia hacia Rehoboam, que tenía el templo en Jerusalén; y tenía temor que las diez tribus suyas fueran tras el hijo de David después de un tiempo. Por eso levantó los ídolos y puso sacerdotes que no eran de los hijos de Leví. En la fiesta de la inauguración del altar en Bet-El vino un profeta, 300 años antes de Josías. Él empezó a profetizar: “Altar, altar, así ha dicho el Señor: He aquí que a la casa de David nacerá un hijo llamado Josías, el cual sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti incienso, y sobre ti queman huesos de hombres” (1 Reyes 13:2). Ahora esta profecía se cumple en la reforma de Josías cuando él viene a Bet-El (lee 2 Reyes 23:15-20).

Solamente reflexionando un poco aquí, tenemos que decir:

¿Cómo era posible, que la apostasía llegara a tal punto en Jerusalén?

¿El templo era una casa de prostitución idólatra, y casa de ídolos?

¿Pero cómo es en nuestros días? ¿Las catedrales y basílicas son mejores en nuestros días? Constantemente existe una burla hacía los religiosos, al celibato y sus vidas atadas a leyes humanas, totalmente ignorando las Escrituras.

En los días de Josías realmente se necesitaba una reforma. Y era una reforma profunda en el sentido exterior, pero a pesar de todo, no su reforma no llegó a afectar la vida interior de su pueblo.

Celebraban la Pascua de nuevo en Judá. Fíjate lo que dice la Escritura: “No había sido hecha tal pascua desde los tiempos en que los jueces gobernaban a Israel, ni en todos los tiempos de los reyes de Israel y de los reyes de Judá” (23:22). Ni David, ni Salomón, ni ningún rey había celebrado las pascuas, recordando al Cordero de Dios que Dios iba a mandar. Pero ahora si la celebrarían. (En las iglesias evangélicas se celebran la llamada “Santa Cena” según la Palabra de Dios, recordando la muerte y la resurrección de Jesucristo).

Así se dice de Josías: “No hubo otro rey antes de él, que se convirtió al Señor de todo corazón, de toda su alma y de toda la ley de Moisés; ni después nació otro igual. Con todo eso, el Señor no desistió del ardor con que su gran ira se había encendido contra Judá, por todas las provocaciones con que Manasés le había irritado” (2 Reyes 23:25, 26).

Cambio exterior, pero no interior

Por todas estas palabras podemos entender que el país experimentó un cambio exterior, pero no interior. Como el pueblo salió de Egipto en un par de semanas, pero tardó 40 años antes que Egipto hubiera salido de sus corazones. Los ídolos se fueron de Judá, pero todavía el pueblo los quería en sus corazones.

Josías hizo todo lo que pudo. En su tiempo se levantaron varios profetas con renombre, como Habacuc, Sofonías, Nahum y dieron mensajes claros. En este ambiente creció Jeremías y su ministerio fue formado.

Creo que España también ha experimentado algo de reforma durante el último siglo. Damos gracias por esta reforma, porque nosotros somos hijos de “la reforma”. Podemos entender a Jeremías. Pero Jeremías vio lo que estaba ocurriendo en la vida interna del pueblo.

Demos muchísimas gracias al Señor por el movimiento carismático. Esto ha traído algo de reforma, hasta la misma iglesia católica. Pero a pesar de todo, nos preguntamos ¿a qué profundidad ha llegado este movimiento en las iglesias católicas? ¿Es realmente algo que cambia la situación?

La iglesia romana ha experimentado una reforma desde el segundo Concilio Vaticano, en el sentido de que los sacerdotes pueden predicar en español, no en latín; la gente ahora puede tener la Biblia, lo que antes estaba prohibido por la iglesia (en el 1600 uno podía ser quemado por el único hecho de tener una Biblia). ¿Pero a donde ha llegado esta reforma? ¿Qué profundidad tiene? Esperamos que tuviera consecuencias profundas, y no solamente superficiales. Pero hasta ahora solamente hemos visto algunos cambios externos con poca profundidad. ¡El Señor quiere un arrepentimiento de verdad, de corazón! Esto es nuestro mensaje profético en el siglo veinte al pueblo español, como Jeremías lo profetizó en su tiempo a su pueblo.

JEREMIAS CRECIO EN UN TIEMPO DE CAMBIOS POLITICOS MUY IMPORTANTES

Para entender el tiempo de Jeremías debemos saber que nació cuando Asiria era la fuerza grande al norte, y Egipto el país potente en el sur. Judá estaba situada entre los dos reinos. Nahum profetizó acerca de la caída de Asiria y de Nínive, su capital. En el 612 a. Cr. los caldeos, su rey Nabopolsasar (el padre de Nabucodonosor), tomó Nínive y la destruyó con la ayuda de los medos.

Esto cambió completamente el estado político. Babilonia empezaba a ser el centro en el Oriente, después bajo su rey Nabucodonosor, que empezó a reinar en el 605 a.Cr., Babilonia fue hecha lo que se ha llamado una de las siete maravillas del antiguo mundo, especialmente por sus jardines colgantes ideados por Nabucodonosor.

En 605 a. Cr. Nabucodonosor venció sobre el Faraón Necao en Cárquemis. Jeremías profetizó y dijo que Israel nunca jamás sería atacado, ni destruido por el sur, sino solamente por el norte. Esto es verdad: Babilonia, Persia, Grecia, Siria, Roma; Gog y Magog (Ez. 38) y el Anticristo que vendrá de Siria (Dan. 11), todos vienen del norte. Egipto había sido un país potente durante siglos, pero desde el 605 a.Cr. no se levantó con fuerza jamás. En 1955 fue liberado de su ocupación bajo su primer ministro Naser, después vino Sadat y ahora es Mubarac. Pero pasaron aproximadamente 2.500 años de humillación. Jeremías podía ver el principio de la caída de Egipto.

Por eso podemos entender los grandes cambios políticos en su tiempo que eran extraordinarios. Creo que nuestros tiempos, con dos guerras mundiales, hemos visto grandes cambios. Antes los turcos gobernaban grandes partes del Oriente, y el país potente en Occidente era Gran Bretaña. Pero a partir de la primera guerra mundial, Estados Unidos y la Unión Soviética cobraron hegemonía mundial. (A esta edición podemos añadir la caída de la URSS)

Los dolores del parto a que Cristo alude en Mt. 24:8 (mira en el griego), por medio de dos guerras mundiales nació Israel. Lucas dice, que cuando los árboles empiecen a reverdecer... Desde la segunda guerra mundial, casi todas las colonias, han sido países libres, y han empezado a reverdecer. Todo empezó con la nación de Israel en 1948.

Nosotros vivimos en un tiempo con grandes cambios políticos, y ahora vivimos la formación de la “Comunidad europea” en Europa. La Biblia siempre habla del Medio Oriente y de Israel, como el centro de atención profético. Otra vez existe Israel como nación libre, esta nación que fue subyugada en tiempos de Jeremías bajo Nabucodonosor.

Durante 2.500 años solamente tenía una libertad permitida bajo los Macabeos durante casi 100 años, hasta el imperio romano lo conquistó en el 63 a.Cr. por el general Pompeyo.

Jeremías profetizó acerca de la caída de Judá y Jerusalén, y como el templo iba a ser destruido. Nosotros ahora vemos como Jerusalén es reedificado, y capital de Israel.

Jeremías vio como los gentiles empezaban a tomar control de Palestina. Vio cómo los caldeos comenzaron a tomar las riendas, después vinieron las persas, los griegos, los romanos, los turcos, y los ingleses por poco tiempo, hasta el 14 de mayo de 1948. Durante 2.500 años dominaban los gentiles. En 1967 fue conquistado Jerusalén en la guerra de los 6 días.

Existen cambios importantes en la profecía bíblica en nuestros días, y el que conoce la Biblia está ahora alerta para discernir los tiempos proféticos. Porque según, el Señor, estos tiempos afectarán toda la tierra, también a España.

EL LLAMAMIENTO

El libro de Jeremías empieza con su llamamiento. Hay que ser consciente del llamamiento divino. La iglesia de Cristo debe ser consciente de su llamamiento profético. Debemos conocer nuestro tiempo y servir al Señor Jesucristo y a nuestro pueblo en nuestra época.

Debemos conocer la Palabra de Dios para nuestro tiempo.

Jeremías era joven cuando recibió su llamamiento, y él puso esto como una excusa; pero esta excusa no sirve delante de Dios. “Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque YO ESTOY CONTIGO, dice el Señor, para liberarte”. (Jer. 1:19). Cuando Jesucristo da su gran comisión en Mt. 28 y dice: “Id a todo el mundo y haced discípulos” también da su promesa para aquellos que van “ESTOY CON VOSOTROS todos los días hasta el fin del mundo”. Nuestra victoria esta en esto, que él va con nosotros. El poder de Dios esta en el evangelio.

“No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Ro. 1:16). Entonces no importa si es una niña pequeña (como al general Naaman, 2 Reyes 5) o un gran hombre que lo predica, pues es el poder de Dios que está en el evangelio, y Dios va a confirmar su palabra. No importa quien lo predique, solamente que viva en santidad y en obediencia al Señor Jesucristo.

No era fácil ser Jeremías, y tener aquel llamamiento. Su mensaje se dirigía a un pueblo con corazones duros que no querían seguir al Señor. Jeremías caps. 2 y 3 son un ejemplo del matrimonio. Dios se acuerda de la fidelidad de Judá en su juventud, del amor de su desposorio, cuando andaba en pos de Dios en el desierto. Salieron de Egipto bajo mano poderosa, y le seguía fielmente en el desierto, a pesar de algunos problemas acaecidos allí. Dios se sentía amado por su novia o esposa. Pero al entrar en la tierra prometida se fueron tras vanidades, se alejaron de Dios y no preguntaron: ¿Dónde está el Señor? Ni los sacerdotes preguntaron: ¿Dónde está el Señor? Dios pregunta: ¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? (2:11). Pero Judá ha hecho dos males; dejaron a Dios, fuente de agua viva, y cavaron para si cisternas rotas que no retienen agua.

Hacen ídolos e imágenes de un trozo de leña y dicen: Mi padre eres; y a una piedra: Tu me has engendrado. Se dirigen en oración a imágenes que tienen pies y no andan; que tienen ojos pero no ven; que tienen boca pero no hablan (Sal.115). Cuando tienen problemas dicen al leño (o a una figura de escayola): San tal, y santa tal. ¿Ellos van a ayudar a España?

LA IDOLATRIA, UN PECADO NACIONAL

En Israel existía el pecado de la idolatría, y también lo tenemos en España. Dios dijo en Sinaí: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos” (Ex. 20:4,5).

Tener imágenes y honrarlas (o venerarlas) es como fornicación o adulterio para Dios. “Dicen: Si alguno dejare a su mujer, y yéndose ésta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas ¡vuélvete a mí! dice el Señor” (Jer. 3:1).

No le bastó a Judá haber visto el pecado de Israel (con su capital Samaria) que cayó en el año 722 a.Cr. En aquel momento Dios tuvo misericordia de Judá y Jerusalén, en tiempos de Ezequías e Isaías. Un ángel del Señor salió y mató a 185.000 asirios en una noche, además había rumores en Nínive, que le hizo salir el rey de Asiria de Judá. Así se liberó Judá de los asirios, porque Dios les defendió. Pero a pesar de que Judá conocía los pecados de Israel, y sabía cómo Dios les había juzgado, ellos cometieron los mismos pecados. Esto explica Jeremías en el cap. 3 Allí Dios dice por medio de Jeremías: “¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí fornica. Y dije: Después de hacer esto se volverá a mí; pero no se volvió y lo vio su hermana la rebelde Judá.

Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó. Y sucedió que por juzgar ella cosa liviana su fornicación, la tierra fue contaminada, y adulteró con piedra y con el leño. Con todo esto, su hermana la rebelde Judá no se volvió a mí de todo corazón, sino fingidamente, dice el Señor. Y me dijo el Señor: Ha resultado justa la rebelde Israel en comparación con la desleal Judá” (Jer. 3:6-11).

¿Y España? Un país que debía saber mejor, que tiene la revelación y la palabra de Jesucristo que dice: “Dios es espíritu” Hay que adorar a Dios en espíritu y en verdad”. Al final clama el profeta : “Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones”. (3:22)

“Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para seas salva.

¿Hasta cuándo permitirás en medio de ti los pensamientos de iniquidad? ¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro de mí; no callaré; porque sonido de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra” (4:14,19).

El profeta sentía un profundo amor por su pueblo, y quería su prosperidad, pero sabía que tenía que convertirse para que Dios pudiera bendecirlos. Si no, el juicio iba a caer sobre ellos, como sobre Israel (las diez tribus del norte). ¡España, España! ¿Crees que vas a escapar de la ira de Dios? Arrepiéntate, y deja tus imágenes e ídolos y busca al Dios vivo para adorar en espíritu y en verdad.

EL CULTO FALSO A MARIA

María es madre de Jesucristo hombre, pero no madre de Dios. Dios no tiene madre. María fue bendita entre las mujeres, porque Dios la escogió como un instrumento para venir a la tierra a través de ella. Jesucristo ya existía desde la eternidad con Dios. El mismo dice que Abraham le vio y se alegró. Entonces los judíos le reprendieron diciendo: “cincuenta años no tienes ¿y dices que has visto a Abraham?” Pero Jesucristo contesta con calma: “Antes que Abraham fuese, yo soy” (Jn. 8:58).

Si el Espíritu Santo engendró un embrión en María, y el eterno Jesucristo bajó y tomó lugar en ella, la privilegiada es María. Dios se humilla, haciéndose hombre para hablarnos en un lenguaje comprensible.

La Biblia nunca dice que vamos a orar a María, mas bien dice María allí: “Haced todo lo que él os dijere” (lo que Jesucristo dijere, Jn. 2:5). La oración nuestra se debe dirigir a Dios, y nunca a los santos o hombres que han muerto.

Jeremías dice en 44:25: “Vosotros y vuestras mujeres hablasteis con vuestras bocas y con vuestras manos lo ejecutasteis, diciendo: Cumpliremos efectivamente nuestros votos que hicimos, de ofrendas incienso a la reina del cielo y derramarle libaciones; conformáis a la verdad vuestros votos, y ponéis vuestros votos por obra. Por tanto oíd palabra del Señor. He aquí que yo velo sobre ellos para mal” (Si quieres puedes leer todo el pasaje del Je. 44:15-29, que habla de la reina del cielo).

por Johan Carlsén,

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