¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. --1 Juan 2:22
Hoy recibí una carta muy larga de un hombre que dice que cree en Dios y en el «espíritu de Cristo», pero no en el «Jesús histórico como lo presenta el Nuevo Testamento». A él no le importa que yo crea lo que creo, pero quiere que le demuestre respeto reconociendo que nuestras creencias tienen el mismo mérito. ¡Eso no lo puedo hacer!
Una creencia, o es falsa o es cierta. O bien Jesús es Señor y Salvador, Dios encarnado, o no lo es. Al considerar quién es Cristo optamos por creer, o bien en el Jesús de nuestra propia imaginación, o en el Jesús de la revelación bíblica.
No estamos siendo arrogantes ni dejando de amar a la gente cuando decimos que los que rechazan al Jesús revelado en la Biblia están equivocados. Imitamos el ejemplo del apóstol Juan. Él se refirió a esos maestros como «anticristos» que no tenían derecho a ser contados como miembros de la comunión de creyentes (1 Jn. 2:18,19). Exhortó a sus lectores diciendo: «Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros» (v.24). ¿Qué es lo que habían «oído desde el principio»? Nada más que las enseñanzas del propio Jesús, así como el dinámico testimonio ocular de aquellos que conocían íntimamente la vida, persona y obra de nuestro Señor.
Ellos tenían poderosas razones para creer en Jesús. . . ¡y nosotros también! No se trata de nuestra imaginación. Es la revelación de Dios. --HVL
SI QUIERES DETECTAR LO FALSO, ESTUDIA LA VERDAD.
De: JORGE CAMPO SALCEDO
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
8 de agosto, 2000
Una creencia, o es falsa o es cierta. O bien Jesús es Señor y Salvador, Dios encarnado, o no lo es. Al considerar quién es Cristo optamos por creer, o bien en el Jesús de nuestra propia imaginación, o en el Jesús de la revelación bíblica.
No estamos siendo arrogantes ni dejando de amar a la gente cuando decimos que los que rechazan al Jesús revelado en la Biblia están equivocados. Imitamos el ejemplo del apóstol Juan. Él se refirió a esos maestros como «anticristos» que no tenían derecho a ser contados como miembros de la comunión de creyentes (1 Jn. 2:18,19). Exhortó a sus lectores diciendo: «Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros» (v.24). ¿Qué es lo que habían «oído desde el principio»? Nada más que las enseñanzas del propio Jesús, así como el dinámico testimonio ocular de aquellos que conocían íntimamente la vida, persona y obra de nuestro Señor.
Ellos tenían poderosas razones para creer en Jesús. . . ¡y nosotros también! No se trata de nuestra imaginación. Es la revelación de Dios. --HVL
SI QUIERES DETECTAR LO FALSO, ESTUDIA LA VERDAD.
De: JORGE CAMPO SALCEDO
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
8 de agosto, 2000