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¿Técnicas de Evangelización?

Volvía yo hace un par de semanas de Valencia cuando mi compañero de viaje (un fiel creyente de una fiel iglesia de Madrid) empezó a hablarme de una técnica evangelística que se había descubierto en Estados Unidos, que mediante un sistema de expansión aseguraba la conversión de todos los habitantes de este planeta en ocho años (supongo que esto incluiría al presidente Reagan). Confieso que mi hermano no terminaba de creerse todo el asunto y hasta tener el descaro de dudar de la eficacia de la mencionada técnica, pero mucho me temo que es más bien su actitud una excepción que otra cosa.

 
Reflexionando sobre esto se me ocurrió llamar la atención en un artículo sobre algunas de estas técnicas, convencido de que no seré exhaustivo ni enumeraré todas, pero al mismo tiempo deseando reseñar las más importantes, con el anhelo de que sea para edificación de la Iglesia en su tarea número uno: llevar el Evangelio a toda criatura. Desde mi punto de vista, ninguna de estas técnicas está contenida en el Nuevo Testamento, pero ¡ay!, nosotros las utilizamos con profusión ocultándose detrás de las mismas un inconfesable deseo de nuestro hombre viejo. Veámoslas, pues.

1.- LA TECNICA DE LAS "REBAJAS"

Es éste un método evangelístico consistente en ampliar el camino de la salvación, en hacer asequible el discipulado cristiano a cualquier persona que se guíe por la ley del mínimo esfuerzo. Bajo un aparente deseo de que se "salve todo el mundo" diluimos el contenido ético del Nuevo Testamento hasta que sea algo parecido a la coca-cola: es decir, algo que no tiene sabor y es hasta repulsivo, pero que todo el mundo se traga. Enseñanzas antipáticas de por sí como nuestra actitud hacia la competitividad, la riqueza, el consumismo, la violencia, etc., son desprovistas de radicalidad, son "rebajadas" para que todos entren. Sin embargo, el ejemplo de Jesús es muy otro. En Lucas 9.57-62 vemos como ante gente interesada en seguirle, Jesús no hizo "rebajas" sino que dejó muy claro las exigencias del discípulado, y no deja de ser digno de notar que cuando la mayoría de sus discípulos decidieron abandonarle al ver su radicalismo ético, Jesús no sólo no hizo rebajas en su doctrina, sino que incluso preguntó a sus apóstoles si ellos también querían abandonarle (Juan 6:60-71). Detrás de esta técnica se oculta nuestro deseo de facilitar el mensaje para todos aunque sea a costa de cercenarlo esencialmente. Ocultamos ciertos puntos "duros", evitamos hablar de ellos, los eludimos hábilmente, ¿pero es eso lo que hizo Jesús?.

2.- LA TECNICA DE LA "CAZA DE CABELLERAS"

Muy asociada con la anterior, esta técnica debe tener una relación profunda con las costumbres guerreras de los pieles rojas. La finalidad de evangelizar no es otra que cosechar el mayor número posible de cabelleras. Es la tentación del número como sea, y que duda cabe que como su nombre indica es una perfecta manera de hacer el indio. Jesús ya atacó esta táctica consistente en buscar prosélitos hasta debajo de las piedras con la única finalidad del número (Mateo 23:15). Sin duda, detrás de esto se oculta un deseo de conversiones en masa, de estadísticas de cristianos, de nuevos creyentes por mes, etc. Pero lo cierto es que a Jesús las masas le daban una cierta aprensión. Cuando ve que le siguen multitudes no hace el recuento informativo, sino que se vuelve hacia ellas y les expone descaradamente lo que hay. ¿Qué la gente se marcha?. Es una lástima, pero la sal sólo tiene valor si es sal, si por la tentación masiva pierde su sabor, no vale para nada (Lucas 14:25-35).

3.- LA TECNICA DE LA SIMPLIFICACION.

Este método favorece a los amantes de las fórmulas mágicas, a aquellos que quieren una regla infalible mediante la cual Dios, como si fuera el genio de "El ladrón de Bagdag" queda encadenado por nuestra astucia y no tiene más remedio que darnos la salvación. Ignoro los orígenes históricos de este método, pero me temo mucho que se pierde en la noche de los tiempos. Al hombre le fastidia que Dios se dé por gracia y amor, y le cautiva en cambio poder manejar a su Creador como si fuera E.T. Mediante esta técnica nosotros ponemos al alcance del hombre el cumplimiento de sus deseos. Las formulas son variadas. Para ciertos sectores católicos la fórmula es un culto religioso devoto. Si realizamos determinadas prácticas correctamente, Dios está en el bolsillo y hasta contamos con ciertos talismanes sacramentales para que no se nos escape. En ciertos sectores protestantes el Evangelio se reduce a un enunciado en "cuatro reglas" o a una doctrina devaluada de la expiación con fórmulas vagas e inconcretas, aunque no exentas de cierta rimbombancia ("rendirse a Cristo", "reconocerle", etc. Las sectas, por último, identifican la fórmula mágica con la pertenencia a su grupo. No obstante, es muy posible que todos ellos citen I Corintios 2:2 para decir que predican a Cristo crucificado (aunque hagan excepción de la conducta que llevó a Cristo a morir en la cruz, o identifiquen su muerte con un rito repetitivo o no crean siquiera que Cristo murió en una cruz). Y ahora, entre nosotros, ¿a usted le parece que a Cristo se le puede resumir en una fórmula mágica de, pongamos, ocho palabras?

4.- LA TECNICA DE LA "MANIPULACION EMOCIONAL"

De acuerdo con esta teoría el cristianismo es un camino de rosas, es la vía para no deprimirse jamás, es el camino seguro hacia el éxito, etc. El deseo de seguridad humana no sustentado sobre Dios sino sobre ciertos bienes materiales se santifica especialmente por medio de este método. Jamás estaremos tristes, enfermos, dubitativos o cansados porque eso es lo que Cristo ofreció. Pero, ¿seguro que esto es lo que Cristo ofreció....o es lo que sus apóstoles querían?. En el episodio de Mateo 16:16-18 queda claro el entendimiento entre dos formas bien distintas de concebir al Mesías y a sus discípulos. Por un lado se supone que ésa es la manera en que sus discípulos deben obrar. Por otro lado, Pedro se horroriza pensando en un futuro que termina en el cadalso y que además se hace extensivo a los discípulos destrozando sus sueños de gloria. Pues bien, la postura de Jesús es la del Mesías de Dios de quien el Padre se complace, la de Pedro es la del mismo Diablo. Claro que, a lo mejor resulta que para proclamar el Evangelio hay que ponerle una vela a Dios y la otra al Diablo como dice el refrán, y entonces esta técnica es legítima, porque, desde luego, neotestamentaria no es. Es obvio que el creyente tiene elementos de alegría en su nueva relación con Cristo, y éste es un gozo diferente al del mundo y se halla incluso en la tribulación (Romanos 5:1ss), pero no implica la ausencia de dolor o problemática. Es la postura de Pedro (que se corrigió, según parece, en I Pedro 2:21-25), y la de Pablo (Filipenses 1:29-30). Es que, ¿sabe?, no es lo mismo el gozo del Señor que el anuncio de Marlboro.

5.- LA TECNICA DE LA ADAPTACION AL MEDIO.

Esta camaleónica estrategia evangelística es un prodigio de justificación teológica. Mediante ella, la Iglesia a lo largo de los siglos santifica todo aquello que le rodea mayoritariamente en el ámbito sociológico. Hay ejemplos escandalosos en los Cristos fascistas de los años treinta y cuarenta, pero no lo es menos el Cristo de orden del "american way of life", o el Cristo guerrillero. Parece como si deseáramos no predicar el Evangelio sino ver la forma en que cubriendo de un débil barniz cristiano a nuestro trasfondo podemos justificarlo sin cambiarlo. Es una forma (¡otra vez!) de buscar el número sobre la conversión, de hallar cómo amoldar el Evangelio a corrientes populares más que conservarlo fielmente. Quizá el pasaje que encontramos en Lucas 13:1ss sea el que mejor desmiente esto. Preguntan a Jesús (sectores "liberadores" del grupo zelote y sectores de "ley y orden" dentro del colaboracionismo) que opina sobre las distintas corrientes políticas, e incluso le sugieren que cuando alguno tiene desgracias será por castigo de Dios. La respuesta de Jesús es obvia: todos deben optar por la conversión si no desean echarse a perder. No podemos santificar ningún modelo social, político (ni siquiera religioso-institucional) como cristiano, porque todos ellos necesitan la conversión.

6.- LA TECNICA "SECTARIA"

Esta corriente tiene precedentes apostólicos (Marcos 9:38-41) y sin duda arranca del deseo humano de sustituir a Dios. La salvación no viene otorgada por la gracia de Dios manifestada en Cristo, ni el Evangelio es un mensaje centrado en el Reino y en su Rey. ¡Que va, hombre!. El Evangelio es un mensaje que enseña, según este punto de vista, que sí estas con nosotros (los únicos, santos, maravillosos, etc.) te salvas, y si no, destrucción eterna. Esto satisface un deseo de especial fariseismo dentro de nosotros. Dios no me ofrece generosamente vida eterna, en realidad yo la obtengo porque pertenezco al club exacto, y casi, casi, Cristo ni nos hacía falta para esto. En otros casos, los importantes no son exactamente los que pertenecen a una confesión o denominación concreta, sino un cierto sector de la sociedad (varón, clase media, guapete, etc.). El Evangelio sólo se ofrece (si es que sigue siendo Evangelio) a la clase media, a los hijos de papá, etc. Y lo cierto (yo lo siento por esta gente que tan ilusionada se siente) es que las palabras de Jesús son muy otras: el perdón, la reconciliación, el inicio de una nueva vida, etc. no se obtienen por la pertenencia a una clase "justa" y "pura" sino por la gracia amorosa de Dios aceptada humildemente (Lucas 18:9-14).

7.- LA TECNICA DEL "ABSURDO".

Consiste en efectuar un auténtico suicidio intelectual. El Evangelio tiene valor de palabra de Dios porque es un absurdo total y al oyente se le obliga a creer algo simplemente porque resulta descabellado, con la excusa de que "el Evangelio es locura". No dudo que hay algo de verdad en este enfoque, estoy de acuerdo en que para el hombre excesivamente racionalista y sobre todo para el aburguesado, el Evangelio vivido puede parecer un disparate, pero de ahí a identificar Evangelio con la mayor colección de despropósitos jamás contada va a un abismo. Mire, no voy a poner ejemplos, ya que a estas alturas del artículo ya estoy un poco cansado, ¿sabe?.

8.- LA TECNICA DE BABEL.

O, como dice Génesis 11:4, "hacernos un nombre a nosotros mismos". El fin de la evangelización es engrandecernos, es salir en la tele, es contar con programas de radio, es que nos inviten a las Cortes, es que el ministro venga a la procesión o el alcalde de apertura al congreso, es (¿cómo no?) el número. A esta técnica, también conocida como "Opción Constantino" le debe la iglesia los males de dieciséis siglos. Implica olvidar que el Evangelio nos llama a que Dios sea el que nos guíe (aunque no veamos quizás cómo), a que sea Él quien nos haga un nombre (Génesis 12:12), a que hagamos las cosas para Él y no por el qué dirán. Quizá esta técnica resuma en sí todas las anteriores: "no nos interesa que tú, Jesús, seas el Rey. Tu Reino hasta nos repatea y dudamos que se pueda vivir aquí y ahora, porque ni tenemos fuerzas ni tú nos las vas a dar. Creemos más bien que lo importante no es ni la fidelidad ni la obediencia a tu Palabra. Lo esencial es el número, el poder, la influencia, el salir en los papeles y en la caja-tonta. Y no nos importa por ello recortar tus enseñanzas: ¿por qué vamos a ofrecerle al hombre paz comunitaria y personal en vez de competitividad y ataques de nervios "on the rocks"?. ¿Por qué vamos a decirle que puede tirar por la ventana su ansiedad y su vida frustrada descansando en Ti que provees de todo?. ¿Por qué vamos a llamarle a una vida dura de discipulado vivido en tu Iglesia, por tu gracia, si cree ser más feliz en su cubículo con docenas de cachivaches eléctricos y electrónicos?. ¿Por qué vas a librarle de su culpa, de su rencor, de su pecado... en suma, si él prefiere engañarse diciendo que la vida gris que lleva es normal, corriente y moderna?.

Si lo hiciéramos, no nos seguirían...y no podríamos firmar pactos ni concordatos". Así se expresaría el Gran Inquisidor de Dostoyevsky, hoy, en 1984...pero nosotros, ¿estamos con él o con Jesús?. ¿Creemos en la vocación de Babel o en la de Abraham?. ¿Pensamos que ser cristianos es coger la cruz día a día con Jesús o sentarnos en los tronos de los reyes?. ¿Aceptamos vivir según su Palabra aunque sea vivir contra corriente o preferimos ser "underground" a la moda o burguesitos de siempre?. Todo esto se notará en nuestra manera de evangelizar. Doblemos, por tanto, nuestras rodillas, pidamos perdón por lo pasado y miremos con gozo, esperanza y valor al futuro.

Un momento –me dicen unas voces al fondo- y ¿no podría comentar algo sobre evangelización de la buena?.

Hombre, poder...podría, pero como diría Rudyard Kipling ésa ya es otra historia...
 
CESAR VIDAL

REVISTA MOSTAZA, NUMERO 40. MAYO DE 1984 PAGINAS 4 A 9.