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¡¡¡VIVIR!!!

Alegría y música se escucha por doquier, ángeles tocando sus flautas y cítaras, otros felices, mueven panderos, y los címbalos suenan con dulces y alegres melodías de triunfo, libertad y alabanzas al Todopoderoso.
Se estremecen los cielos de alegría, gozo y resonancias...

Cánticos de Amor y Bienvenida se escuchan en todo el Reino de Dios.

Se abren las puertas benditas de la mansión del Señor; se cumple La Promesa, en alguien que en Jesucristo creyó...

Preparaciones múltiples, festejos; todos los benditos del Señor corren con gran algarabía, nadie puede en el cielo dejar de sonreír, en el Reino de Dios todo es fiesta y alegría, alguien viene a gozar de las maravillas infinitas que nuestro Rey y Señor tiene preparadas para los que le aman y creen en El...

Nuestro Padre Celestial, el Todopoderoso se mueve muy ufano de su elección y se esmera para tenerle todo preparado a esta hija suya, que El ya, en sus Brazos quiere tener.

Toda la vida de ella, estuvo bajo su dulce manto de Amor.

La amó desde antes que naciera, después la vió crecer y siempre que la miraba, ¡¡tan hija !! ¡¡tan Suya!!, no podía menos que con ternura de Padre amante, sonreír... el Omnipotente siempre le sonrió a esta regalona suya...

Y pensaba Dios mirándola afanada y alegre pasar sus días...

¡Tan linda, tan mía! Y ama lo que yo más amo...a mi Hijo Jesucristo... ¿cómo no amarla yo? Y tan dulce...tan tierna...

Y el corazón del Padre, que la eligió, y del Hijo que murió por ella, anhelaban tenerla ya con ellos, disfrutar ya de la presencia de ella, en perfecta unidad en el Espíritu Santo, en Su Reino...

Querían darle el Reino y todas Sus riquezas...

Y decidieron abrir de par en par las Benditas Puertas de la Mansión Celestial para que entrara alegre y feliz, esta hija tan amada y tan ansiada por ellos...

¡Alegría, alegría, que todos canten, que todos bailen, que escuchen desde la tierra amada, cuánto anhelábamos tenerla con nosotros!!

Todos mis amados, dice el Señor, serán conmigo un sólo corazón...

Todos mis amados, dice el Señor, serán felices aquí donde estoy Yo...

Todos mis amados, dice el Señor, sabrán que conmigo estarán para siempre unidos en un solo Amor.

Mis amados de la tierra aún esperan, pero yo los traeré para vivir conmigo y todos los que me han amado y han creído, esta vida Eterna que les prometí, es de ellos ya...promesa cumplida, en mi Verdad.

“Yo soy el Camino, la Resurrección y la Vida”, dice el Señor...

Jesucristo, Señor nuestro
Gracias, por amarnos.
Gracias, por ser Tú la Vida misma.
Gracias, por darnos en Tu inmensa misericordia,
seguridad de Vida Abundante aquí en la tierra y Vida Eterna a tu lado, en el Reino de los Cielos....

¡¡¡Ven, Señor, Jesús!!!


Por: Xaviera Espejo Yoacham