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Experimentando a Dios a través de la oración

INTRODUCCIÓN

Este librito escrito por Madame Guyón es un cofre de sabiduría espiritual, contiene semillas ricas de verdad que solo podrían haber sido reveladas por el Espíritu de Dios.

Por muchos años he visto el nombre de Madame Guyón tenido en alta estima por todos los escritos de líderes de la cristiandad tales como Andrew Malbrey, Hansen Tailor, Wathman Nee, y Jesh Penh Lewis.

Incapaz de encontrar ninguno de sus escritos, comencé una búsqueda por toda la nación con la esperanza de descubrir algunos de sus primeros manuscritos originales. Cuando finalmente encontré este libro inmediatamente supe que debía ser compartido con los cristianos de nuestro siglo.

Madame Guyón fue una mujer única del Señor, de Dios, habiendo vivido en una sociedad degradada, y encarcelada por su devoción manifiesta a Dios. Escribió palabras inspiradas urgiendo a los hombres y mujeres a volverse de lo terrenal y encaminarse para conocer a Dios.

Mientras las estructuras de las frases, y el lenguaje han sido revisados por el lector de la actualidad las profundas verdades permanecen inalteradas.

Es mi esperanza que no solo experimentes la presencia de Dios de una forma fresca y maravillosa, sino que también desees compartir esas verdades con otros.

PREFACIO

Este pequeño libro simple, sencillo nunca se escribió con la intención de ser publicado. Fue escrito para unos cuantos individuos que tenían el deseo de amar a Dios con todo su corazón, a causa de la gran bendición que recibieron al leer el manuscrito. Hicieron copias adicionales, y es así como estuve de acuerdo en publicarlo.

Someto mis escritos al juicio de cristianos experimentados, con sabiduría. No critico las guías de vida de otros, por el contrario solo refuerzan las enseñanzas que he recibido. Es mi propósito otra vez sobre este libro, es ver en el mundo para que ame a Dios y lo sirva con éxito. Sin embargo he escrito de una forma simple, sencilla que incluso hace que los no cultos deseen estar verdaderamente entregados a Dios.

Si lees sin prejuicios encontrarás escondidas en las expresiones más comunes una unción secreta que te hará buscar la felicidad que todo el mundo puede y debería disfrutar.

La perfección se obtiene fácilmente cuando buscamos a Dios dentro de nosotros mismos. Unos lectores quizás no estén de acuerdo y se refieran a Juan 7:34 donde dice:

"Me buscaréis y no me hallaréis, y a donde yo estaré vosotros no podréis ir."

Mateo 7:7 dice:

"Pedid, y se os dará. Buscad y hallaréis. Llamad, y se os abrirá."

Dios no se contradice es verdad que el que busca a Dios, sin embargo si no está dispuesto a abandonar sus pecados no le hallará. Pero el que busca a Dios y deja su pecado, ciertamente le hallará. A menudo, ya que la santidad produce temor en muchos, y la oración contestada parece difícil de conseguir, algunos se desaniman y no dan ese primer paso. Pero cuando entiendes que fácil es orar y encontrar el gozo, disfrutarás de la oración vigorosamente.

El propósito de este libro es quitar de en medio cualquier mito, y tratar las ventajas de la oración.

Si solamente tan solo supiésemos cuanto Dios nos ama, y quiere comunicarse con nosotros, no pondríamos estándares imposibles delante de nosotros ni nos desanimaríamos en la idea de obtener cosas buenas de parte de Dios, en Romanos 8:32 dice:

" El que no eximio ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros ¿cómo no nos dará gratuitamente con él todas las cosas?"

Tenemos bastante animo y perseverancia por lo que respecta a nuestras preocupaciones mundanas, pero en el terreno espiritual hace falta una cosa, debemos mas como María que como Marta. En Lucas 10:42. Jesús nos dice:

"Pero una sola cosa es necesaria. Pues María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada."

Se refería al hecho de que María tenia sus prioridades centradas en conocer y oír de Jesús.

Si eres uno de esos que creen que no es fácil encontrar a Dios, tan solo te pido que oigas mi testimonio, y después prueba este método por ti mismo. Tu propia experiencia te convencerá mas que cualquier explicación que pueda darte.

Querido lector, estudia este libro con un espíritu sincero y una mente humilde, si lees para criticar no sacarás beneficio de él. Es mi deseo que a medida que lo leas desees entregarte completamente a Dios. Dios es grandemente afligido por la falta de confianza entre sus hijos. Sin embargo se deleita cuando venimos a Él con una confianza sencilla como de niño, por lo tanto por tu propia salvación busca solo encontrar el amor de Dios, y lo tendrás sin lugar a dudas. El resultado de seguir al Señor traerá mucha felicidad.

Este libro fue escrito para instruirte en la oración, no fue concebido para ofender a nadie. Aquellos que seriamente deseen conocer la verdad la hallarán.

Firmado:

Madame Guyón.

CAPÍTULO I

SED DE DIOS


Todo el mundo puede orar, pero muchos tienen la idea errónea de que no son llamados a la oración. De la misma manera en que somos llamados a la salvación, somos llamados a la oración.

La Escritura nos ordena orar sin cesar, 1ª de Tesalonicenses 5:17. Dice:

"Orad sin cesar."

La oración no es nada mas que volver nuestro corazón a Dios, y recibir a cambio su amor.

Meditar en la Palabra de Dios en la oración es deseable, pero conocido por muy pocos. Para los que están buscando la salvación, la oración meditativa no es lo que Dios requiere de ti o lo que yo recomendaría.

¿Tienes sed de las aguas vivas que Jesús prometió en Juan 7:37:

"...Si alguno tiene sed, venga a mí y beba."

¿Estás cansado de sentirte como una cisterna rota, que no puede contener agua? como Jeremías 2:13 dice:

"Porque dos males ha hecho mi pueblo: Me han abandonado a mí, que soy fuente de aguas vivas, y han cavado para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen el agua."

Entonces venid vosotras almas hambrientas, venid y sed saciadas, venid traed vuestra aflicción dolor y miseria y seréis consoladas, venid aquellos que estáis enfermos y llenos de enfermedad, y seréis sanados. Venid acercaos a vuestro Padre que desea abrazaros con sus brazos amorosos; venid vosotros los pobres, las ovejas descarriadas que vagan, y volved al Pastor, venid pecadores a vuestro Salvador; venid vosotros que sois incultos en las cosas espirituales, aquellos de vosotros que no sois capaces de orar. Que todo el mundo si excepción venga, pues Jesucristo ha llamado a todos vosotros. Sin embargo aquellos que están sin un corazón rendido están exentos, pues debe haber un corazón rendido ante Él para recibir su amor. Venid entonces dad vuestro corazón a Dios y aprended los caminos, las sendas de la oración.

Para aquellos que tienen el deseo es fácil orar, el Espíritu Santo ha capacitado a hombres comunes para orar grandes oraciones por medio de sus dones y su gracia.

La oración puede ayudarte a alcanzar la perfección, porque te mantendrá en la presencia de Dios Génesis 17:1 dice:

"Abram tenía 99 años cuando Jehovah se le apareció y le dijo: --Yo soy el Dios Todopoderoso; camina delante de mí y sé perfecto."

Somos traídos a Su presencia y guardados allí sin interrupción, gracia a la oración. Solo hay un requisito en cambio, que debes seguir continuamente, no interferirá con las acciones externas. Debe ser puesto en práctica por príncipes, reyes, sacerdotes, soldados, niños y trabajadores. Este simple requisito es que debes aprender a orar de tu propio corazón y no de tu cabeza; la razón es que la mente de un hombre es tan limitada en su operación, que solo puede enfocarse sobre un objeto a la vez. Pero la oración que sale del corazón no puede ser interrumpida por la razón, nada puede interrumpir esta oración excepto un sentimiento confuso.

Cuando has disfrutado de Dios y de la dulzura de Su amor, sin embargo hallarás imposible poner tus sentidos en ninguna otra cosa que en Él.

Yo he descubierto que es fácil obtener la presencia de Dios. Él desea estar mas presente a nosotros de lo que nosotros deseamos buscarle. Él desea darse a nosotros mucho mas prontamente de lo que nosotros deseamos recibirle, tan solo necesitamos conocer como buscar a Dios, y esto es más fácil y más natural que respirar.

¡Oh amados!, No penséis que sois unos inadaptados, por medio de la oración podéis vivir en la presencia de Dios, con tampoco esfuerzo como vivís con el aire que ahora estáis respirando.

¿No es pecaminoso ser negligentes con la oración? No tenéis que vivir de esta manera una vez que habéis aprendido este método sencillo.

Preparemos nuestros corazones ahora a medida que comenzamos a estudiar la oración.

***

CAPÍTULO II

LA MEDITACIÓN ESCRITURAL


Hay dos formas de introducirse en la oración: una es mediante la meditación en la Palabra, la otra es mediante la lectura de la Palabra y después meditar en la oración.

Meditar en la Palabra de Dios simplemente significa, tomar una poción de la Escritura y comenzar el procedimiento siguiente:

Leer solo una pequeña sección, y permite que el pasaje sea digerido antes de continuar a otro; saca de él su significado pleno, medítalo trata de relacionarlo con otras escrituras similares, memorízalo, después habiendo examinado el pasaje profundamente continúa a otro y al mismo. Trata de no leer mas de la mitad de una pagina a la vez. No es la cantidad de Escritura que lees sino la calidad que te producirá el beneficio. Los que son lectores rápidos no sacan mas ventaja de la que una abeja sacaría frotando la superficie de una flor. En vez de penetrar para extraer su polen. La velocidad en la lectura puede ser utilizada para otras materias, pero nunca para la verdad divina.

Para recibir beneficio de la Palabra debes leer como he descrito, estoy segura que al hacer esto, habrás hecho de la meditación en la Palabra de Dios un habito que hará que crezcas como cristiano.

De la comida física no se recibe ningún nutriente hasta que masticas y tragas la comida. La comida puede ser que sepa bien en tu boca mientras continúas disfrutando de su sabor, pero es al tragarla y digerirla lo que produce el beneficio requerido para el cuerpo. En un acto de amor lleno de respeto y confianza en Dios, traga la bendita comida espiritual que Él te ha dado, te hará llegar a ser un cristiano maduro.

Una palabra de aviso para los principiantes no vaguéis de verdad en verdad, y de tema en tema, la forma correcta es permitir que cada verdad individual sea meditada mientras su sabor dulce permanece fresco. Ciertamente no te atiborrarais la boca con otro mordisco de comida hasta que hubieses tragado el anterior. La verdad escritural debería ser digerida de la misma manera.

A medida que formas el habito de meditar en la Palabra de Dios se hará más fácil traer al recuerdo otras escrituras de la misma naturaleza, esto mejorará grandemente tu habilidad de traer la Palabra de Dios a realidad en tu vida.

El segundo método es aprender a orar la Palabra. Cuando vienes a Dios en oración abre tu Biblia en el lugar donde has estado meditando, recuerda en este punto que tu objetivo principal está centrado en la presencia de Dios; pues tu versículo escritural mantendrá tu mente alejada de irse a otras cosas.

Este método de oración puede utilizarse por aquellos de vosotros que incluso tengáis una pequeña porción de fe, porque hará que tu mente no se distraiga, de esta forma incluso una pequeña cantidad de fe se agrandará en proporción cuando sea vista por sí misma.

¡Oh amado! Dios ha prometido que Él vendría y haría Su tabernáculo con el que hace Su voluntad, como dice Juan 14:23:

"...Si alguno me ama, mi palabra guardará. Y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos nuestra morada con él."

Él ha prometido habitar en nuestro ser mas intimo el Nuevo Lugar Santísimo.

San Agustín una vez se culpó a sí mismo por todo el tiempo perdido, tratando de encontrar la voluntad de Dios. Cuando desde el mismo comienzo él podía haberla encontrado a través de esta forma de orar la Palabra. Cuando tu te has dispuesto en un espíritu apacible, y estás plenamente consciente de la presencia de Dios, cuando las distracciones terrenales no son tus pensamientos principales, cuando tu alma se ha alimentado adecuadamente de la Palabra de Dios, y has escogido por un acto de tu propia voluntad creerla. Ahora estas preparado para comunicarte con tu Padre Celestial, o tu que deseas un caminar más profundo con Dios, ven entra en Su presencia a través de Su Palabra. Es el deseo de Dios comunicarse contigo para impartirte gracia abundante y permitirte disfrutar de Su presencia.

***

CAPÍTULO III

COMENZANDO EL VIAJE


Comencemos ahora a practicar orando la Palabra de Dios, utilizando la oración del Señor en Mateo 6:9-13 como ejemplo:

"Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre, venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén."

Querido lector conoce esta verdad fundamental al empezar. Cuando Jesús ora para que venga el reino de Dios acuérdate que Él dijo que el reino de Dios está dentro de ti. Lucas 17:21:

"No dirán: "¡Mirad, aquí está!" o "¡Allí está!" Porque el reino de Dios está en medio de vosotros."

Antes de que hubiésemos invitado a Jesús a entrar en nuestro corazón éramos pecadores perdidos. La única promesa para nosotros era que la paga de nuestro pecado era la muerte, como nos lo dice Romanos 6:23:

"Porque la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro."

Pero ahora que nos hemos arrepentido de nuestro pecado, vueltos a Cristo para ser limpiados de nuestro pecado y le hemos invitado a que haga su tabernáculo dentro de nosotros. Él trajo consigo el reino de Dios con todos sus beneficios y promesas.

Déjeme decir algo ahora a aquellos que están en el clero, yo sé que muchos de vosotros decís a vuestros fieles lo que les espera al final de sus vidas terrenas. Sin embargo a menudo no dais una instrucción clara o suficiente de como obtenerla, haced que incluso los menos cultos de vuestra congregación entiendan los pasos a la salvación. Su atención debería estar en Jesucristo solamente, después enseñad a vuestro pueblo mediante un acto de profunda adoración delante de Dios como hallarle en la oración. Decirles como introducirse dentro de sí mismos silenciosamente, como mantener sus mentes alejadas de la divagación, y como edificar su fe en Dios a través de meditar en Su Palabra.

Ahora echemos un vistazo juntos a la oración del Señor, y ponderemos el significado de las palabras: "Padre nuestro". Dios ha tomado la iniciativa y te ha invitado a hacerte Su hijo, Él desea ser tu Padre.

Derrama el deseo de tu corazón delante de Él, ahora espera en silencio delante de Él, siempre deja un tiempo en silencio al orar. No sea que el Padre Celestial quiera revelarte su voluntad, ven al Padre como un hijo indefenso, herido por diversas caídas, destituido de la fortaleza para permanecer en pie o del poder para limpiarte a ti mismo; deja que el Padre vea tu confesión. Después entremezcla una palabra de amor o de dolor por los pecados pasados, y únete una vez mas en el silencio ante Él. Continúa con la oración del Señor de la misma manera.

Suplica al Rey de Gloria que reine en ti, abandónate a Dios para que Él haga una obra perfecta en ti. Reconoce Su derecho a gobernarte. Si sientes que deberías quedarte en paz y en silencio, en vez de continuar con la oración hazlo así.

Después cuando estés preparado continúa con la segunda petición:

"Venga tu reino hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo" Pide a Dios que cumpla dentro de ti esto, y a través de ti el hecho de que su voluntad sea hecha en la tierra, rinde tu libertad y tu voluntad a Sus designios para estar a Su disposición como a Él le plazca.

Cuando encuentres que es la voluntad de Dios para ti ser amoroso desearás amar, le buscarás primeramente por su amor, en el cual puedes amar a los demás.

No os carguéis a vosotros mismos con repetición frecuente de formas ya hechas u oraciones estudiadas. Cuando se medita en la oración del Señor solo una vez, y después se ora al Padre esto producirá mas fruto que palabras repetidas sin significado.

Cuando llegas al versículo "danos el pan nuestro de cada día". Colócate como una oveja delante de tu Pastor, búscale para tu comida.

¡Oh Divino Pastor! Alimenta a tu grey contigo mismo. Tu verdaderamente eres el pan nuestro de cada día. Cuéntale al Padre todas las necesidades de tu familia, pero hazlo acordándote del gran principio de fe que Dios está dentro de nosotros.

Al orar no te formes ninguna imagen de Dios en tu mente, todas nuestras imaginaciones de Dios no sirven para nada. Sin embargo quizás recuerdes a Jesucristo en su nacimiento o crucifixión, dando por hecho que siempre le buscas en su estado de resurrección.

Quizás en algunas ocasiones vengas a Él necesitando un médico entonces ven sin una angustia mental, porque Él tiene la virtud de sanar para todas nuestras enfermedades, no tienes necesidad de extenderte en la oración simplemente ríndete a la operación de Dios dentro de ti hasta que Él complete su obra.

A medida que experimentas con la oración de esta manera disfrutarás de un caminar mas profundo con Dios que jamás hallas conocido antes. Anhelarás estos tiempos de reposo y descanso en Su presencia, esta es alcanzable para todos vosotros que con sinceridad buscáis a Dios. El único requisito es comenzar.

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CAPÍTULO IV

LA RECOMPENSA DEL SILENCIO


Ahora estás preparado para conocer otro aspecto de la oración al cual denominaré simplemente la oración de fe y la quietud.

Después de haber estado meditando en la Palabra y haberla orado a Dios durante algún tiempo, gradualmente descubrirás cuan fácil es entrar en Su presencia. Te acordarás de otras escrituras con menos dificultad. La oración ahora se ha hecho fácil, dulce y deleitosa. Ahora has descubierto amado, el verdadero camino para encontrar a Dios y para como dice el Cantar de los Cantares capitulo 1:3:

"Tu nombre es como perfume derramado..."

Ahora quiero que oréis de una forma un poco distinta. Debes empezar a utilizar tu fe y animo sin ser distraído por las dificultades que quizás encuentres. En primer lugar, tan pronto como entras en la presencia de Dios permanece en un silencio respetuoso durante tiempo, quédate ahí en su divina presencia sin ser molestado por ningún otro tema de oración, simplemente disfruta de Dios. Cuando sientas un alivio puedes proceder a la oración, si sin embargo permanece un sentimiento tierno con simplemente permanecer en Su presencia en silencio, hazlo así sin dudarlo. Cesa toda actividad para que la presencia de Dios no disminuya a causa de tu actividad.

Después recomendaría a todos cuando hayáis terminado de orar permanecer durante un rato más largo en un silencio respetuoso; no busquéis nada de Dios durante estos momentos silenciosos excepto amarle y agradarle. Un siervo que coloca toda su diligencia en su trabajo solo por la recompensa no es digno de tal recompensa. Vete entonces a tu lugar de oración no solo para disfrutar de los deleites espirituales, sino simplemente para agradar al Padre. Mantendrá tu espíritu en tranquilidad y en consolación.

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CAPÍTULO V

SOBREVIVIR A LOS PERIODOS DE SEQUÍA


Aunque Dios no tiene otro deseo que impartirse a Sí mismo a los demás, frecuentemente se retrae con un propósito. Quizá sea para quitar de ti la pereza, o quizá no has estado buscándolo con fe y en amor, pero por la razón que sea Él lo hace de Su abundante bondad y fidelidad para ti, a menudo estos periodos donde Dios aparentemente Dios se retrae son seguidos de las caricias de Su amor. Durante estos periodos quizás empieces a creer que la forma de probar tu fe es a través de un grado de afecto o interés mayor, o por una manifestación grande de fuerza y actividad. Seguramente quizás te digas a ti mismo que esto inducirá a que Dios te vuelva a visitar; no alma querida créeme que así no es, debes esperar el regreso del Amado con amor paciente, humildad, paz y adoración silenciosa. Al hacer estas cosas demuestras al Padre que es Él solo y Su agrado lo que buscas, y no los deleites egoístas de tu propia satisfacción.

No seas impaciente en tus momentos de sequía, espera con paciencia a Dios, al hacer esto tu vida de oración aumentará y será renovada. En abandono y contentamiento aprende a esperar el regreso de tu Amado. Entremezcla tu espera con suspiros de amor. Esta conducta verdaderamente agradará a Dios y le incitará a su regreso.

CAPÍTULO VI

EL CAMINO A LA PERFECCIÓN


Ahora quiero que comiences a aprender como abandonarte tu existencia entera a Dios. Cada momento de cada día debes venir a darte cuenta de que tu estás en la voluntad inmediata de Dios.

Saber y entender esta convicción de abandono, hará que veas todo como algo proveniente de la mano de Dios.

Amado una vez que te has dado a Dios no te retraigas, acuérdate que un regalo una vez presentado ya no está mas a disposición del dador.

El abandono es un asunto de vital importancia para nuestro progreso, es la clave que nos introduce en el atrio interno. El que sabe como abandonarse a Dios está en su camino de perfección, por lo tanto no escuches otras voces confusas de razonamiento natural. Permanece firme, una fe grande produce un abandono grande, se como Abraham en Romanos 4:18 que creyó en esperanza contra toda esperanza.

"Abraham creyó contra toda esperanza, de modo que vino a ser padre de muchas naciones, de acuerdo con lo que le había sido dicho: Así será tu descendencia."

El abandono significa despojarse de todas las cuitas o preocupaciones egoístas, con objeto de estar totalmente a Su divina disposición. Cada uno de nosotros es exhortado al abandono, Mateo 6:34 dice:

"Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal."

El versículo 32 dice:

"Porque los gentiles buscan todas estas cosas, pero vuestro Padre que está en los cielos sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas."

En Proverbios 3:6:

"Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas."

Y Proverbios 16:3 dice lo siguiente:

"Encomienda a Jehovah tus obras, y tus pensamientos serán afirmados."

El Salmo 37:5 dice:

"Encomienda a Jehovah tu camino; confía en él, y él hará."

Debes entregar tantos las cosas externas como las internas, todas tus preocupaciones deben colocarse en las manos de Dios, olvídate de ti mismo; solo piensa en Él. Al hacerlo tu corazón permanecerá libre y en paz. Es esencial someter de continuo la voluntad propia a la voluntad de Dios, y renunciar a cada inclinación privada tan pronto que se levanta, no importa que buena parezca ser, debes querer solo lo que Dios ha deseado para ti desde toda la eternidad.

Olvídate del pasado entrega el presente a Dios, estate satisfecho con el momento presente que trae el orden eterno de Dios para ti. No atribuyas nada que ocurra como proveniente del hombre, sino mira todo como que viene de Dios, excepto el pecado. Entrégate para ser conducido y estar a disposición de Dios como a Él le plazca, en lo que respecta a tu estado tanto externo como interno.

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CAPÍTULO VII

LO AMARGO Y LO DULCE



Ser pacientes queridos, durante el sufrimiento. Fue a través del sufrimiento que Jesús manifestó el mayor amor. No seas como aquellos que se dan a Jesús en un momento solo para al poco retraerse de Él. Se dan a Él solo para ser acariciados, sin embargo cuando vienen los tiempos de tribulación le dan la espalda, y se vuelven al hombre en busca de consolación. ¡No amigos amados! ¡No hallareis consolación en nada que no sea la cruz, y el abandono total!

Si no saboreas la cruz no puedes saborear las cosas de Dios. Esto nos lo dice Mateo 16:23:

"Entonces él volviéndose, dijo a Pedro: --¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres tropiezo, porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres."

Es imposible amar a Dios sin amar la cruz, si saboreas la cruz hallarás incluso que las cosas más amargas son dulces. Proverbios 27:7:

"La persona saciada desprecia el panal, pero para la hambrienta todo lo amargo es dulce."

Porque se halla a sí misma hambrienta de Dios en la misma proporción en que esta hambrienta de la cruz. Dios nos da la cruz, y la cruz nos da a Dios. El Abandono y la cruz van de la mano. Tan pronto como cualquier cosa te es presentada en la forma de sufrimiento, y comienzas a sentir resistencia en tu espíritu resígnate inmediatamente a Dios. Date a ti mismo y tus circunstancias a Él en sacrificio, después cuando la cruz llega no será tan gravosa porque te habrás sometido a ella. No quiero decir sin embargo que no sentirás el peso de la cruz. Si no sientes la cruz no sufres, una sensibilidad al sufrimiento es una de las partes principales del sufrimiento mismo.

Jesucristo mismo escogió soportar la mayor crudeza de la cruz. A veces llevamos la cruz en debilidad y otras en fortaleza. Sin embargo tanto una cosa como la otra son la voluntad de Dios para nosotros.

Abandónate a Dios, confía en Él y Él traerá lo bueno para ti y la gloria para Él. En Juan 14:6 Jesús dijo:

"--Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Abandónate entonces en Jesús síguele todo el camino, espera a que Él te revele la verdad; permítele animarnos con vida. El abandono es el medio que Dios utiliza para revelarnos sus misterios.

Llevar todas las marcas de Jesucristo es mucho más que meramente meditar en ellas, en Gálatas 6:17 Pablo dijo:

"...Llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús."

Él no dice que meramente pensó en ellas, sino que dice que las llevó.

A medida que te abandonas a Jesús, Él revelará esas marcas en ti, no tienes elección sino ir tras Él, morar con Él, hundirte en la nada ante Él.

Acepta indiscriminadamente todos sus dones tanto si son dulzura como amargura, no dejes que nada retarde tu curso, ni siquiera por un momento. Quizá Dios aparte a algunos de vosotros durante años en un tiempo para revelar el gozo de un solo misterio. Camina entonces en la luz que Él te ha dado. Pero si Dios escoge retraer su iluminación de ti, estate de cualquier forma igual de dispuesto para devolvérsela.

Yo sé que algunos de vosotros quizás se sientan incapaces al principio de meditar, en los misterios que Dios te revela en Su Palabra. Pero no tengas temor de entrar en todo lo que Dios tiene para ti. Si tu sinceramente amas a Dios, amarás todo lo que le pertenece.

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CAPÍTULO VIII

AMOR TRANSFORMADOR


San Agustín dijo una vez:

"Ama a Dios y después haz lo que te de la gana".

Si obedeces este mandamiento de Jesús en Mateo 22:37-39:

" --Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el grande y el primer mandamiento. Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo."

Después no tengas ninguna duda de que estarás orando en la voluntad de Dios.

Sabes que cuando amas a alguien solo quieres lo mejor para él, dañar u ofender a tu amado nunca se pasa por tu mente. Bueno el amor se manifiesta en tu vida como el resultado de tu cercanía a Dios puesto que Él es todo amor. Cuando Dios viene a vivir dentro de nosotros, Él trae consigo todas Sus virtudes, toda Su bondad.

Cuanto más le permitimos que nos posea mas nosotros poseemos su bondad superior y Su amor. Para que el amor sea genuino y permanente debes poseer las características de Dios. Por su gracia Él debe dártelas o tu amor humano es como una máscara que utilizas para apariencia solamente. El salmo 45:13 dice:

"Toda gloriosa está la hija del rey; de perlas engastadas en oro es su vestido."

Dios es extremadamente celoso de sus hijos no les permite que caminen en falsedad. Los que conocen a Dios practican su amor superior hacia los otros sin un esfuerzo consciente se hace natural para ellos.

Sí el amor divino brilla dentro de ti no tratarás de huir del sufrimiento y la adversidad, pensarás tan solo en cómo agradar a tu Amado, en esa circunstancia olvídate de ti mismo y de tus ambiciones personales, deja que tu amor por Dios se incremente, al hacerlo aprenderás a amar al Creador mas que a la criatura. Amado que simple es esta verdad, incluso los incultos pueden aprender ha vivir en Amor.

Mi propio corazón está cargado cuando pienso en que fácilmente toda la Iglesia podría ser transformada sí tan solo amasen pero, ¿lo harán? Y tu ¿lo harás?

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CAPÍTULO IX

DESPÓJATE DE LO VIEJO


Ahora quiero referirme a esas queridas almas, que aún están teniendo problemas con su vieja naturaleza, y sus deseos; no os desaniméis la Escritura nos dice que: cuando Dios vino a vivir dentro de nosotros por Su Espíritu Santo, y lo dice en Colosenses 3:9-10:

"No mintáis los unos a los otros; porque os habéis despojado del viejo hombre con sus prácticas, y os habéis vestido del nuevo, el cual se renueva para un pleno conocimiento, conforme a la imagen de aquel que lo creó."

Te encontrarás a ti mismo contra tu naturaleza carnal mientras estés en tu cuerpo humano. Es casi imposible adquirir una muerte total a tus sentidos y pasiones, la razón es obvia, mientras todavía estamos en nuestro cuerpo humano tus deseos anímicos dan energía a tus sentidos, tus sentidos estimulan tus pasiones. El cuerpo muerto no tiene sensaciones y no desea nada.

Todos los intentos de corregir lo externo solo conducen al alma a una actividad más furiosa, en vez de vencer los problemas que impone la vieja naturaleza. Un derroche de actividad solo parece hacer que las vidas fragmentadas se redirijan a unos sentimientos duros acerca de ti mismo. Depender de tus sentidos para obtener guía, solo provoca y alienta aun más tus pasiones internas. Cuanto más colocas tu consciencia en las actividades de la naturaleza vieja mas parecen crecer y avivarse.

La austeridad y la negación de los placeres quizá solo sirvan para debilitar tu cuerpo, en vez de eliminar tu actividad sensual y adormecerla.

El único medio genuino de producir un cambio es a través de un medio genuino de producir un cambio es a través de un medio interno, debes entregarte totalmente en las manos de un Dios de amor. El simple hecho de entregarte en cada circunstancia donde el yo se levanta producirá en su tiempo una separación de lo sensual de lo espiritual. Cuanto más cerca tu espíritu está de Dios mas te separa de las exigencias anímicas; cuando Dios responde a tus deseos entregados enviando Su gracia, tu naturaleza del yo externo es debilitada, y fácilmente se somete a la voluntad de Dios.

Ahora bien déjame decir algo acerca de ser introspectivo. Morir a tu naturaleza del yo es una orden de parte de Dios, juega un papel vital en tu relación con Él y con los demás. No obstante un vislumbre hacia el interior constante, nunca debería ser un ejercicio principal en un cristiano. Tu foco principal debería siempre estar en Dios y en las actividades involucradas en llegar a conocerle. Dios mismo te mostrará las áreas de tu vida que necesitan atención.

Los que están fielmente abandonando todo para Dios verdaderamente, serán purificados, pulidos y perfeccionados en su tiempo.

Nuestra responsabilidad es permanecer firmes en nuestra atención hacia Dios, después todas las cosas serán hechas en perfección.

Cada creyente es capaz de madurar en Dios de esta manera. Tu imaginación ocupada continuamente te proveerá del peligro de caer en una actividad excesiva de morir al yo, pero Dios te enseñará si tan solo sigues las guías del Espíritu Santo. Las recompensas de este método son grandes constantemente; te encontrarás apoyándote en Dios y aprenderás los secretos de Su poder sustentador y guardador, también conseguirás el resultado final de ser arrancado de tu naturaleza pecaminosa.

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CAPÍTULO X

LA FUERZA CENTRAL


Isaías 31:6 dice:

"¡Volved, oh hijos de Israel, a aquel contra quien os habéis rebelado de manera tan radical!"

La conversión no es nada mas que volverse de sí mismo con objeto de volver a Dios, no tiene nada que ver con la naturaleza exterior de las buenas obras, la conversión tiene lugar dentro del espíritu de un hombre, una vez que has tomado una decisión de conocer a Dios, encontrarás que Dios ha colocado un deseo en tu corazón de continuamente acercarte a Él. Cuanto más cerca creces de Dios mas fuerte este deseo se hace, se hace natural casi habitual colocar a Dios en el centro de tu existencia.

Déjame asegurarte que solo por la divina gracia, que nosotros somos capaces de conocer a Dios, nunca debes presumir que es por tus propios esfuerzos eres capaz de venir a Dios a menos que Él halla escogido llamarte primero.

"Vosotros no me elegisteis a mí; más bien, yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y para que vuestro fruto permanezca; a fin de que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre él os lo dé." (Juan 15:16.)

Simplemente debes seguir los deseos de tu corazón para conocer a Dios.

Volverte de la maldad del mundo y continuar firmemente en tu caminar con Él. Dios tiene una virtud atrayente que mas y mas poderosamente te atraerá a Él mismo al hacerlo también te purifica.

El sol extrae agua de la tierra y todo lo que el agua debe hacer es permanecer pasiva así que tu debes libre y voluntariamente ser atraído a Dios.

Dios es nuestro centro, el centro siempre ejerce una atracción poderosa. Cuando tu espíritu ha sido unido al de Dios, caerá sin ninguna otra fuerza que el peso del amor hacia Su propio centro.

Cuanto más pacifico y confiante permaneces mas rápidamente avanzarás porque la energía del yo no será un obstáculo. Ten cuidado entonces amado de dirigir tu atención hacia Dios, no te desanimes por las dificultades que puedas encontrar en este camino de conocer a Dios. Pronto te recompensará con abundante provisión de gracia, siempre y cuando tu seas fiel en volver a Él, quien es tu centro. De aquí deducimos, Isaías 59:19:

"Desde el occidente temerán el nombre de Jehovah; y desde donde nace el sol, su gloria. Porque él vendrá como río encajonado, sobre el cual impele el soplo de Jehovah."

***

CAPÍTULO XI

ENTRANDO EN UNA ORACIÓN SIN ESFUERZO


¿Has sido fiel al incorporar a tu vida de oración lo que has estado aprendiendo en este librito? ¿Estás sintiendo la presencia de Dios mas y más contigo al arrodillarte en oración? Bien porque deberías pronto disfrutar de un sentimiento continuo de la presencia de Dios, que se hará natural para ti, Su presencia así como la oración pronto deberían hacerse casi habituales para ti. Deberías estar consciente de una serenidad inusual que te sobreviene en la oración. Esto amado, es verdaderamente Dios comunicándote Su amor. Es el principio de la bendición; demasiado grande para poder ser descrita.

¡Oh, oh! Como me gustaría seguir con este tema y compartir contigo que progreso puede hacerse al experimentar a Dios a través de la oración. Pero estoy escribiendo básicamente para principiantes, y en el tiempo del Señor experimentarás todo lo que Dios tiene para ti.

Es importante ahora que ceses la acción del yo y del auto - ejercicio de intentar experimentar Su presencia, Dios mismo puede actuar solo. Dios dijo a David en el Salmo 46:10:

"Estad quietos y reconoced que yo soy Dios. Exaltado he de ser entre las naciones; exaltado seré en la tierra."

Nosotros la criatura a veces nos infatuamos con el amor y el apego a nuestras propias obras, que caminamos en incredulidad a menos que sintamos, sepamos y distingamos la obra perfeccionada o completada.

Las operaciones de Dios o sus dones, Su forma de actuar, y Su prontitud son simplemente incapaces de ser discernidos. A medida que las obras del Creador abundan mas y más con nosotros, absorberán nuestros esfuerzos del yo.

Parece como que las estrellas brillasen mas fuertemente antes de que el sol se levante, y gradualmente se desvanecen a medida que la luz avanza. No se han hecho realmente invisibles, una luz mayor simplemente ha absorbido a la luz menor. Esto también es el caso de nuestro esfuerzo del yo en la oración, ya que la luz de Dios es mucho mayor y absorbe nuestros pequeños intentos de actividad. Se desvanecerán y en su tiempo desaparecerán hasta que todo el esfuerzo del yo por experimentar a Dios no pueda ser mas distinguido.

He oído la acusación por parte de algunos que esta es oración de inactividad. Están equivocados, tales cargos vienen de los no experimentados, aquellos que han obtenido o alcanzado la presencia de Dios en la oración, entregando el esfuerzo del yo pueden referirse a esta cuestión, porque están llenos de luz y conocimiento. Verdaderamente aquellos que han experimentado a Dios lo han hecho, porque Dios había primeramente escogido encontrarse con ellos

Ninguna cantidad de esfuerzo del yo traerá a Su presencia, la plenitud de gracia acallará la actividad del yo, por lo tanto es de suma importancia que permanezcas tan silencioso como sea posible.

Cuando un niño saca leche de su madre, comienza moviendo su pequeña boca y sus labios; pero una vez que su alimento comienza a fluir con abundancia, se queda quieto tragando sin ningún esfuerzo. Es así como nosotros debemos de actuar en el comienzo en nuestra oración. Mueve tus labios en alabanza y en sentimiento, pero como tan pronto como la leche de la divina gracia fluya gratuitamente, en quietud trágala. Cuando deje de fluir aviva tu afecto otra vez, como el niño mueve sus labios. No lo estropees forzando la multiplicidad del yo en este acto maravilloso de gracia.

¿Quién podría creer que suavemente y sin ejercicio, podemos recibir nuestro alimento como un bebé recibe su leche? Sin embargo cuanto más en paz se queda un niño, mas alimento recibe. Incluso quizás se duerma mientras mama. Es así como tu espíritu debería estar en la oración, apacible, relajado y sin esfuerzo. La presencia de Dios no es una fortaleza que ha de tomarse por la fuerza o la violencia, el Suyo es un reino de paz; el cual solo puede ganarse a través del amor.

Dios no demanda nada extraordinario o difícil, aun al contrario se agrada grandemente por la conducta simple, y como de un niño, de una persona.

Los logros más gloriosos en la oración, son aquellos que son alcanzados mas fácilmente. Sí quieres alcanzar el océano navega río abajo, con el paso del tiempo sin ejercicio o esfuerzo encontrarás las aguas mayores. ¿Estás listo ahora para encontrar a Dios? ¿Estás dispuesto a seguir esta vereda dulce y sencilla? Si tu respuesta es si, entonces seguramente encontrarás el objeto de tu destino.

¡Oh! Una vez mas simplemente prueba esta forma de oración, pronto encontrarás que tu propia experiencia te conducirá infinitamente mas allá, de lo que mis pocas palabras te han enseñado.

¿Que temes? ¿Porqué no te arrojas instantáneamente en los brazos de Jesús? Quien extendió sus brazos en la cruz para que Él pudiera abrazarte.

¿Que riesgo corres al abandonarte a ti mismo plenamente a Él? ¡Oh! Jesús no te engañará, Él te concederá una mayor abundancia de la que jamas hayas esperado.

Aquellos que se apoyan en su propio entendimiento y en el esfuerzo de su yo, quizá oigan esta reprensión de Dios, dicha por su profeta Isaías:

"Con tanto caminar te cansaste, pero no dijiste: '¡Estoy rendida!' Hallaste mucha vitalidad, por lo cual no desfalleciste." (Isaías 57:10.)

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CAPÍTULO XII

PERMANECER EN QUIETUD EN LA PRESENCIA DE DIOS


Si me has seguido a través de los capítulos precedentes, y has puesto en practica los varios métodos de experimentar a Dios. Ahora estás listo para el ejercicio más simple de todos; es el de entrar en la presencia de Dios como te he descrito, y permanecer en quietud.

Deberías estar consciente de la presencia de Dios sin interrupción, a través de todo el día. Tan pronto como tus ojos se cierran en oración, deberías ser bendecido por el gozo de la comunión con Él, en Él cual los acontecimientos externos no pueden interrumpir.

Estar en Su presencia te hará dulcemente sumiso a Su bondad y gracia, insensible a todo mal. No te apresures a entrar en otras formas de oración cuando estás en quietud ante Dios, Simplemente date tiempo para disfrutar de Su presencia, y ser satisfecho en tu espíritu. Habacuc 2:20 dice:

"Pero Jehovah está en su santo templo: ¡Calle delante de él toda la tierra!"

La Palabra de Dios es esencial y eterna. Al permanecer tú en quietud la presencia de Su Palabra en tu espíritu, en algún grado es una capacidad para la recepción de Él. Quizá es durante este tiempo de silencio que Dios pueda escoger hablarte.

Oír es un procedimiento pasivo mas bien que activo. Reposa, reposa, reposa en el amor de Dios. La única obra que se requiere de ti ahora, es dar una atención intensa a su silbo apacible dentro de ti. La Escritura nos exhorta a estar atentos a la voz de Dios:

"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen." (Juan 10:27.)

"Estad atentos a mí, oh pueblo mío, y oídme, oh nación mía; porque de mí saldrá la ley, y mi mandato será para luz de los pueblos." (Isaías 51:4.)

"Oye, hija, y mira; inclina tu oído: Olvida tu pueblo y la casa de tu padre. El rey desea tu hermosura; inclínate hacia él, porque él es tu señor."

(Salmo 45:10,11.)

Olvídate de ti mismo y de toda tu casa e intereses ocupacionales, simplemente escucha y estate atento a Dios. Estas acciones pasivas permitirán a Dios comunicarte Su amor.

Estar internamente ocupado con Dios, es totalmente incompatible con estar ocupado con un millar de trivialidades. Deberías repetir el proceso de estar internamente en quietud tan a menudo como te vengan distracciones. No es realmente mucho pedirnos a nosotros mismos, pasar una hora o incluso media hora de nuestro día aquietando nuestros espíritus, con objeto de que el espíritu de oración permanezca con nosotros todo el día.

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CAPÍTULO XIII

EXAMÍNATE A TI MISMO


En este capítulo me gustaría enseñar como examinarnos en confesión. El auto-examen siempre debería preceder a la confesión. Existe el peligro en el auto-examen de depender de la diligencia de nuestro propio escrutinio en vez de Dios, para descubrir y conocer nuestros pecados. Este examen debería ser pacifico y tranquilo.

Cuando nos examinamos a nosotros mismos con esfuerzo, podemos fácilmente ser engañados y traicionados, porque el amor al yo puede conducirnos a error, Isaías 5:20 dice:

"¡Ay de los que a lo malo llaman bueno; y a lo bueno, malo! Consideran las tinieblas como luz, y la luz como tinieblas. Consideran lo amargo como dulce, y lo dulce como amargo."

Cuando estamos en una exposición total delante de Jesús el sol de justicia, como dice Malaquías 4:2:

"Pero para vosotros, los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá sanidad. Vosotros saldréis y saltaréis como terneros de engorde."

Sus divinos rayos ponen de manifiesto los átomos más pequeños. Abandónate a Dios entonces en examen y confesión. Cuando estás acostumbrado a este tipo de rendición, descubrirás que tan pronto como se comete un error Dios lo reprenderá, a través de un quemar interior. Él no deja ningún mal que sea guardado en las vidas de sus hijos. La única forma de tratar con esto, es simplemente volviéndose a Dios y llevando el dolor y la corrección que Él inflige, ya que Él ha de convertirse en un examinador incesante de tu alma, ya no puede mas tener el trabajo de examinarte a ti mismo.

Sí eres fiel en tu abandono a Dios en esta área, tus experiencias probarán que la exploración por Su divina luz es más efectiva que tu propio examen cuidadoso, sí caminas de esta forma debes ser informado de un asunto el cual es mas que probable que yerres.

Cuando comienzas a hacer un recuento de tus pecados, en vez del arrepentimiento y la contrición que estás acostumbrado a sentir, ahora comenzarás ha experimentar quietud, y el amor tomará posesión de tu espíritu. Sí no estás adecuadamente instruido resistirás esta experiencia porque has sido enseñado hasta este punto que la contrición se requiere de ti, pero la contrición genuina infundida del amor de Dios sobrepasa infinitamente cualquier efecto producido por el auto- ejercicio o ejercicio del yo. Tu contrición y el amor de Dios se combinan en un acto principal hasta llegar a una perfección más alta, que jamas se ha conocido antes. Dios actúa tan excelentemente en nosotros y por nosotros.

Odiar el pecado es odiarlo como Dios lo hace, Su amor purísimo actúa inmediatamente en nuestro espíritu cuando hace falta. ¿Porque entonces estas tan ansioso de cualquier otra acción que no sea esta?

Pon tu confianza en Dios y quédate en quietud donde Él te ha colocado.

Pronto estarás sorprendido de la dificultad que tienes al intentar recordar tus errores y faltas, no dejes que esto te produzca ningún tipo de malestar ni por un momento. Olvidar tus faltas es una prueba de que has sido purificado de ellas, es lo mejor olvidar cualquier preocupación, para que puedas acordarte solo de Dios.

En segundo lugar a causa de que la confesión es nuestro deber delante de Dios, Él no fallará en hacernos conocer nuestros mayores errores o faltas. Al comienzo de los exámenes de Dios sentiremos como que más se ha llevado a cabo, de lo que posiblemente hubiese sido llevado a cabo por todos nuestros esfuerzos.

Para aquellos de vosotros que diligentemente habéis seguido estos capítulos y habéis comenzado a poner mi enseñanza en practica, os exhorto a que continuéis, Dios mismo será vuestra recompensa.

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CAPÍTULO XIV

DISTRACCIONES


Quizá ahora sea un buen momento para tratar con el problema de la distracción, mientras se prueba a orar. No importa que sincero te tomes el tema de la oración, vendrá un momento cuando tu mente vague y parezca imposible no ser distraído. Déjame darte un principio importante, no luches con tus tentaciones o distracciones, solo parece incrementar su intensidad y alejarte del solo propósito de buscar a Dios, simplemente aléjate del mal y acércate a Dios.

Sí un niño pequeño teme a un monstruo imaginario no se pone en pie para luchar contra él, en vez de esto cierra sus ojos a él y se acurruca en el regazo de su madre en busca de seguridad. El Salmo 46:5 nos dice:

"Dios está en medio de ella; no será movida. Dios la ayudará al clarear la mañana."

Sí en nuestra debilidad intentamos atacar a los enemigos de nuestra alma, nos hallaremos a nosotros mismos heridos si no derrotados. Pero quedándonos simplemente en la presencia de Dios, encontraremos un suplir instantáneo de fortaleza y apoyo. David supo esto como el origen de su fuerza, él dijo en el Salmo 16:8-9:

"A Jehovah he puesto siempre delante de mí; porque está a mi mano derecha, no seré movido. Por tanto, se alegró mi corazón, y se gozó mi lengua. También mi cuerpo descansará en seguridad."

Éxodo 14:14 nos dice:

"Jehovah combatirá por vosotros, y vosotros os quedaréis en silencio."

Tened cuidado también de no dejar que vuestra mente se detenga mucho, en vuestra debilidad y en vuestro inmerecimiento, estos sentimientos excesivos surgen de una raíz de orgullo, y un amor a nuestra propia excelencia.

Desanimarse debilita tu vida de oración, y esto es peor que tus propias imperfecciones. Cuanto más miserable te veas, mas debería hacerte abandonarte a Dios.

Avanza en la idea de tener una relación mas intima con Él. Dios mismo dijo en el Salmo 32:8:

"Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos."

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CAPÍTULO XV

LA ORACIÓN FORMAL


En alguna ocasión puede ser de ayuda abrir delante de ti un libro de peticiones escritas, sin embargo yo no lo recomendaría como una practica constante; lee un poco tan solo lo suficiente para rehuir tus propios pensamientos, pero siempre detente cuando el Espíritu Santo dentro de ti te vivifique en tu propia oración. Es necesario vocalizar toda oración; sí estás orando en voz alta y se hace gravoso, ríndete a tu interior y permanece en silencio en oración, a menos por supuesto que estés en una posición con otros, donde estés obligado a la oración vocal, en cualquier caso lo que quiero impresionaros es que no debéis cargaros por ninguna forma de oración. No permitas a ti mismo atarte a la repetición de formas establecidas, es mucho mejor ser totalmente conducido por el Espíritu Santo en oración. Puesto que entonces todos los aspectos de la oración estarán completos, no te sorprendas cuando métodos anteriores de oración, ya no te sirvan mas o no te sean cómodos. Ahora el Espíritu Santo hará intercesión a través de ti. Conforme a Su divina voluntad Él nos ayudará en nuestras debilidades como nos enseña Romanos 8:26:

"Y asimismo, también el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades; porque cómo debiéramos orar, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede con gemidos indecibles."

El diseño de Dios para nuestra existencia debe ocupar el primer lugar, debería despojarnos de todas nuestras acciones hasta que Su plan ocupe su lugar. Permite que esta obra sea llevada a cabo dentro de ti, no te apegues a ningún tipo de oración formal, no importa cuan buena aparente ser. Ya no te vale mas si te aleja de lo que Dios desea de ti.

Sacúdete todo el auto - interés, y vive por fe y abandono, aquí la fe genuina verdaderamente comienza a operar.

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CAPÍTULO XVI

LA ORACIÓN SACRIFICIAL


Apocalipsis 8:3 dice:

"Y otro ángel vino y se puso de pie delante del altar. Tenía un incensario de oro, y le fue dado mucho incienso para que lo añadiese a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro, que estaba delante del trono."

Según Juan el discípulo amado de Jesús la oración es un incienso que asciende a Dios, es simplemente derramar el contenido del corazón de una persona delante de la presencia de Dios.

Primera de Samuel 1:15 dice:

"Ana respondió y dijo: --No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu. No he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi alma delante de Jehovah."

Dijo la madre de Samuel.

Cuando el calor del amor de Dios derrite y disuelve tu espíritu, hace que tu oración ascienda hasta llegar a Dios en un aroma dulce. Una buena ilustración de esto se encuentra en el Cantar de los Cantares 1:12:

"Cuando el rey estaba en su diván, mi nardo liberó su fragancia."

La esposa dice esto, el reclinatorio es representativo del centro de tu espíritu. Cuando Dios está allí y sabes como permanecer con Él. Su sagrada presencia gradualmente disuelve la dureza de tu corazón.

El Amado dice a su esposa en el mismo libro capitulo 3 versículo 6:

"¿Quién es aquella que viene del desierto como columna de humo, perfumada con mirra, incienso y todo polvo de mercader?"

Tu espíritu asciende a Dios entregándose a los poderes aniquilatorios del amor divino. Este es un estado de sacrificio esencial al cristiano, permitir que la voluntad de Dios y la Palabra de Dios sea lo primero, da honor a la soberanía de Dios.

Cuando los auto-intereses han sido destruidos, tienes en el sentido mas autentico de la palabra reconocimiento de la existencia suprema de Dios.

Para que el Espíritu de la Palabra Eterna pueda existir dentro de nosotros, debemos ceder nuestra vida para que Él mismo viva en ella. Quizás estas palabras que escribo parezcan extrañas. Déjame referirte una escritura otra vez, para que entiendas mejor el tema de sacrificar el yo a Dios. Colosenses 3:3 dice:

"Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios."

Esto no quiere decir que tu cuerpo físico esté muerto, significa que tu te has abandonado en un darte sacrificial, para ser hallado perdido en Jesucristo. Entonces puedes decir con el apóstol Juan en Apocalipsis 5:13:

"Y oí a toda criatura que está en el cielo y sobre la tierra y debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, diciendo: "Al que está sentado en el trono y al Cordero sean la bendición y la honra y la gloria y el poder por los siglos de los siglos."

Uno de los secretos mayores para experimentar a Dios en la oración es este:

"Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre busca a tales que le adoren." (Juan 4:23.)

En espíritu, porque eres atraído hasta ser sacado de tus propios métodos humanos y carnales. Y entra en la pureza del Espíritu dentro de ti, y en verdad porque estamos en Cristo y en Él todo es verdad.

¿Has estado orando de esta forma? ¿Te has estado derramando a los pies de Jesús en una oración sacrificial? Estoy segura que tan pronto como empieces encontrarás que Dios instantáneamente te llenará de Sí mismo.

¡Ah! Si tan solo conocieses las bendiciones que se derivaran de tu oración, si las haces así nunca mas quedarías satisfecho de orar como antes lo hacías.

Encontrar el reino de Dios es como encontrar un tesoro escondido en un campo, o como encontrar una perla de gran precio Mateo 13:44-45:

"El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que un hombre descubrió y luego escondió. Y con regocijo va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo. Además, el reino de los cielos es semejante a un comerciante que buscaba perlas finas."

Es agua viva y vida eterna. Pero la verdad más maravillosa de todas, es que Jesús nos asegura que este reino está dentro de vosotros, Lucas 17:21:

"No dirán: "¡Mirad, aquí está!" o "¡Allí está!" Porque el reino de Dios está en medio de vosotros."

¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo este tesoro tan valioso puede ser hallado en nuestro interior? De dos formas, en primer lugar cuando nos rendimos a Dios y le pedimos que sea nuestro Señor, no dejando que nada resista Su dominio. Él viene a morar dentro de nosotros, y después tomando posesión de Dios quien es el bien supremo poseemos su reino dentro de nosotros, y ahí está toda la plenitud de gozo.

El propósito último para cada uno de nosotros los que conocen a Dios es amarle y disfrutar de Su presencia. Que pena que olvidemos la simplicidad de esta gran verdad.

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CAPÍTULO XVII

SER GUIADOS POR EL ESPÍRITU DE DIOS


Quiero conduciros a una de las metas primordiales en la oración:

Ser guiados por el Espíritu de Dios.

En capítulos previos os he pedido que consideréis los beneficios de permanecer en silencio delante de Dios. Espero que halláis estado practicando esto en vuestro tiempo de oración. Acordaos, no quiere decir que tenéis que permanecer inactivos o anodinos, sino más bien la actividad dentro de tu espíritu, ahora está siendo cambiada por Dios mismo a través del obrar de Su Espíritu. Pablo nos exhorta que seamos guiados por el Espíritu de Dios en Romanos 8:14:

"Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios."

Ezequiel el profeta tuvo una visión de ruedas que tenían un espíritu vivo dentro, donde quiera que el espíritu iba, ellas iban, ascendían y descendían a medida que el espíritu de vida dirigía; nos lo dice Ezequiel 1:20-21:

"Iban adondequiera que el espíritu fuese, y las ruedas también se elevaban junto con ellos, pues el espíritu de cada ser viviente estaba también en las ruedas. Cuando ellos se desplazaban, también ellas se desplazaban; cuando ellos se detenían, también ellas se detenían. Y cuando ellos se elevaban de la tierra, también las ruedas se elevaban junto con ellos, porque el espíritu de cada ser viviente estaba también en las ruedas."

Nosotros de igual manera debemos movernos conformes a la vida que da el Espíritu dentro de nosotros, y ser muy cuidadosos en movernos solo cuando Él se mueve. Por lo tanto tus acciones no se reflejarán dentro de ti, sino al Creador que te hizo y desea guiarte a través de toda tu vida. Esta "actividad" de ser conducido siempre te rodeará de paz. Cuando interrumpes la guía del Espíritu te darás cuenta porque te sentirás, o bien forzado o bien constreñido, pero cuando tus acciones están bajo la influencia del Espíritu de gracia, serán libres fáciles, y tan naturales que casi parecerán como que no has actuado para nada. El Salmo 18:19 dice:

"Él me sacó a un lugar espacioso; me libró, porque se agradó de mí."

Cuando tu espíritu esta centrado en Dios, todas las actividades que inicies serán nobles llenas de paz, naturales y tan espontaneas que te parecerán que apenas si han significado algún tipo de actividad. Por ejemplo: mire una rueda mientras gira lentamente, no puedes ver fácilmente todas sus partes, pero cuando rueda muy deprisa no puedes distinguir nada.

Amado cuando tu estás en reposo en Dios, tu actividad mientras que es magnificentemente inspiradora, también será totalmente apacible. Pero cuanto más apacible sea mas será cumplida, porque es Dios quien se está moviendo y dirigiendo tus acciones.

Dios mismo nos atrae, Él nos hace correr tras Él. En el primer capitulo del Cantar de los Cantares la esposa habla a su amado y dice: atráeme. Nosotros también podemos decir: atráeme Señor a ti mismo Tu eres mi centro divino.

Tu tienes el secreto de mi propia existencia y te he de seguir. La atracción de Dios es tanto un perfume que da buen olor, y un ungüento que sana. Sin embargo a cada alma le es dada la libertad de no seguirle. Dios nunca utiliza la fuerza, en cambio Él nos atrae con Su dulce presencia poderosa.

¡Oh Dios atráenos! Atráenos incluso mas cerca de Ti por el poder de Tu dulce Santo Espíritu.

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CAPÍTULO XVIII

LA DEPENDENCIA DIVINA


Espero que halláis entendido mi énfasis que va mas allá de aprender a apoyarse en Dios, incluso en busca de la más ligera actividad espiritual. Ciertamente no es mi intención promover una existencia inactiva, anodina y perezosa. Nuestra forma mas alta de actividad es avanzar hasta llegar a una dependencia total del Espíritu de Dios. Hechos 17:28 dice:

"Porque "en él vivimos, nos movemos y somos". Como también han dicho algunos de vuestros poetas: "Porque también somos linaje de él."

La dependencia sumisa al Espíritu de Dios es indispensablemente necesaria, hará que tu espíritu consiga la unidad, y simplicidad con Dios tal como Él lo creó.

Habiendo tratado la necesidad de ser conducidos por el Espíritu en capítulos previos, ahora pasemos a abandonar las distintas actividades que hemos acomodado en nuestras vidas de oración, y entremos en la simplicidad y unidad de Dios, a cuya imagen originalmente fuimos formados como dice Génesis 1:27:

"Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó."

Entrar en unidad con Dios significa estar totalmente unido a Su Espíritu Santo. Por medio de esto tenemos uno y un mismo espíritu con Él, Sin ningún esfuerzo por nuestra parte, somos ahora colocados en una posición donde la voluntad de Dios obra a través de nosotros.

¡Oh! ¡Aleluya! Simplemente piénsalo, el Espíritu de Dios quien es activo infinitamente. Nuestra actividad verdaderamente será más enérgica, más vibrante que cualquier otra cosa que pudiésemos iniciar jamás dentro de nosotros

Ríndete a la guía de Su sabiduría, como dice Santiago 1:5:

"Y si a alguno de vosotros le falta sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos con liberalidad y sin reprochar; y le será dada."

Después confía en la sabiduría que Dios te da, y comenzarás a ver que tus esfuerzos llevan fruto.

Juan 1:3 dice:

"Todas las cosas fueron hechas por medio de él, y sin él no fue hecho nada de lo que ha sido hecho."

Dios nos formó originalmente a Su propia imagen y semejanza. Él sopló en nosotros ese aliento de vida. Géne
Génesis 2:7:

"Entonces Jehovah Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre llegó a ser un ser viviente."

Esta vida fue pensada para ser sencilla, pura, intima y siempre fructífera. Por el contrario Satanás deformó la imagen de nuestro espíritu a través del pecado. Ahora a través de la Palabra de Dios el Espíritu Santo refresca y renueva nuestro espíritu quebrantado. Ya que el Espíritu Santo es la imagen expresa de Dios el Padre, es necesario que Él solo obre en nosotros, Su imagen no podría ser formada en nuestro interior por nuestro esfuerzo. Es por eso por lo que debemos permanecer pasivos en la mano del alfarero.

Colócate en una posición de quietud para recibir de Dios, permanece abierto a la operación de la Palabra eterna.

¿Alguna vez has visto a un pintor que sea capaz de producir un cuadro perfecto, mientras esta trabajando subido en lo alto de una mesa inestable? ¡No, estoy segura que no! Así también en tu vida, cada momento del yo produce líneas erróneas, que interrumpen la obra, y destruyen el diseño de nuestro adorable pintor.

Quédate en paz, muévete solo cuando Jesús lo haga. En Jesús hay vida. Juan 5:26: "Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también dio al Hijo el tener vida en sí mismo."

El Espíritu dentro de la Iglesia es divino. Él no es ocioso, estéril o infructuoso. Su actividad depende únicamente de que Dios se mueva y gobierne. Aquellos que están en la Iglesia son hijos espirituales, que deben también moverse solo según las guías del Espíritu.

Las acciones producidas por un principio divino son divinas, pero las acciones de la criatura sin embargo aunque aparenten ser buenas, no dejan de ser humanas. Cualquier virtud que hay en ellas es solo a causa de la gracia divina.

Jesucristo nos dice que hay vida sólo Él mismo. Todos los otros seres humanos tienen vida prestada, Jesús desea dar Su vida a la humanidad.

Por medio de rechazar la vida del yo y suprimir su actividad, habréis abierto la puerta y habréis hecho sitio al Maestro. 2ª Corintios 5:17 dice:

"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas."

¿Deseas que las cosas viejas sean nuevas?

Haz a un lado tus propias actividades, para que las actividades de Dios puedan ser puestas en su lugar.

El hombre por su naturaleza es turbulento y no tiene reposo, hace poco aunque parezca que hace mucho. Jesús reprendió a Marta aun a pesar de lo que ella estaba haciendo, que tenia la apariencia de ser bueno. Lo dice en Lucas 10:41-42:

"Pero respondiendo el Señor le dijo: --Marta, Marta, te afanas y te preocupas por muchas cosas. Pero una sola cosa es necesaria. Pues María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada."

¿Qué había escogido María? Descanso, tranquilidad y paz. Había dejado de actuar para que el Espíritu de Cristo actuase en ella.

Renuncia a ti mismo, y a todas tus propias actividades. Sigue a Jesús, no puedes hacerlo animado por tu propio espíritu. Pablo dijo en 1ª Corintios 6:17:

"Pero el que se une con el Señor, un solo espíritu es."

En el Salmo 73:28 David dijo:

"En cuanto a mí, la cercanía de Dios constituye el bien. En el Señor Jehovah he puesto mi refugio para contar todas tus obras."

¿Cuáles son las ventajas de estar unido con el Señor, y ser atraído o acercarse a Él? Es el principio de una unión eterna con Dios el Padre. ¿Qué podría satisfacer mas a las criaturas que una presencia eterna con el Creador?

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CAPÍTULO XIX

EL ESPÍRITU SANTO EN LA ORACIÓN


Es de vital importancia que entendáis, que leáis cuidadosamente los versículos de la Escritura de este capitulo.

Dios ha revelado a sus hijos el secreto de la oración efectiva, diciéndonos como Él de hecho asiste en la oración, a través de Su Espíritu Santo.

Romanos 8:9 dice:

"Sin embargo, vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él."

Para pertenecer a Jesús debemos ser llenos de Su Espíritu, y vaciados de nosotros mismos. El apóstol Pablo conoció la necesidad de la influencia divina del Espíritu en su vida, en Romanos 8:14 continúa diciendo:

"Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios."

La parte exterior de la obra divina debe ser sustentada también por una parte divina interior. Otra vez él dijo en Romanos 8:15:

"Pues no recibisteis el espíritu de esclavitud para estar otra vez bajo el temor, sino que recibisteis el espíritu de adopción como hijos, en el cual clamamos: "¡Abba, Padre!""

El Espíritu del que habla Pablo no es otro que el Espíritu mismo de Cristo Jesús, que viene a nosotros y nos ayuda a experimentar la presencia de Dios. Su Espíritu trae seguridad de que ya no somos mas hijos del mundo, sino que pertenecemos a Dios. Romanos 8:16 dice:

"El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios."

¿Deseas esta unidad con Dios? ¿Está tu alma hambrienta y sedienta de esta unión con Él? Entonces amado de Dios ríndete ahora a la influencia de este bendito Espíritu de Cristo.

Déjate recibir la verdad de la Palabra de Dios, para que Él verdaderamente te llene hasta los topes de Sí mismo. Con gozo recibe el Espíritu de la libertad, el cual solo pertenece a los hijos de Dios, y desecha el espíritu de esclavitud. Permite que tu espíritu sea liberado, lleno de energía con el entusiasmo por las cosas de Dios. Pablo escribe llanamente de manera que todos puedan entender este secreto vital de la oración, cuando dice en Romanos 8:26 lo que ya hemos leído antes. Dios habla a través de Pablo para que no fuésemos ignorantes de las cosas espirituales; él quería que supiésemos la intercesión del Espíritu Santo a través de nosotros a medida que oramos, no estamos solos delante de Dios.

Que esperanza tan maravillosa y que consuelo tan bendito, ya que Dios sabe, de que tenemos necesidad, y Su Espíritu está dentro de nosotros; no deberíamos permitirle derramar estos gemidos indecibles a nuestro favor. Jesús mismo dijo al Padre en Juan 11:42:

"Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la gente que está alrededor, para que crean que tú me has enviado."

Sí libremente permitimos que Su Espíritu ore e interceda por nosotros, nosotros también siempre seremos oídos. ¿Por qué? Escucha de nuevo a Pablo quien habla de este secreto en Romanos 8:27:

"Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el intento del Espíritu, porque él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios."

Lo que él está diciendo es simplemente que el Espíritu de Dios ora solo de acuerdo a la voluntad de Dios. La voluntad de Dios es que todo hombre debería ser salvo y que lleguemos a ser perfectos. El Espíritu por lo tanto intercede por todo lo que es necesario para nuestra perfección. ¿Por qué entonces estás cargado con los cuidados y preocupaciones de este mundo? ¿Por qué te cansas a ti mismo en la multiplicidad de tus caminos, sin llegar nunca a decir descansaré en Su paz? Dios te invita a echar todas tus preocupaciones sobre Él. 1ª Pedro 5:7:

"Echad sobre él toda vuestra ansiedad, porque él tiene cuidado de vosotros."

Su corazón debió llenarse de gran dolor al mirar a Su criatura, que estaba agotando toda su fuerza en un montón de objetivos externos, cuando había tampoco que hacer para obtener todo lo que Él deseaba. Isaías 55:2:

"¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no satisface? Oídme atentamente y comed del bien, y vuestra alma se deleitará con manjares."

¡Oh! Ojalá conociésemos la bendición como dice aquí en Isaías: de oír atentamente a Dios. Cuanto nuestras almas serian fortalecidas por tal dirección. Zacarías 2:13:

"¡Calle todo mortal delante de Jehovah, porque él se ha despertado en su santa morada!"

Cesa de trabajar en la oración tan pronto como sientas la guía del Espíritu de Dios orando a través de ti. Dios nos asegura que no necesitamos temer nada, Él promete tener un cuidado especial de nosotros. Isaías 49:15-16 dice:

"¿Acaso se olvidará la mujer de su bebé, y dejará de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque ellas se olviden, yo no me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de mis manos te tengo grabada; tus murallas están siempre delante de mí."

Después de leer estas hermosas palabras de consuelo, ¿cómo podemos volver a tener temor de abandonarnos completamente a la guía de Dios?

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CAPÍTULO XX

ASUNTOS DEL CORAZÓN


Una de las primeras cosas que empezarás a experimentar, en estos caminos recientemente descubiertos de la oración, será un deseo de compartir esto con otros. Déjame prepararte para asegurarte que tus esfuerzos no sean en vano; cualquiera que trabaja para la conversión de otros, debe primeramente alcanzarlos por medio de sus corazones. Sí a aquellos que amas, y a los que estás testificando se les pone delante inmediatamente los secretos de la oración, y como experimentar a Dios a través de la oración, te aseguro que las conversiones permanentes se producirán.

Un pequeño fruto se encontrará en una persona sí tú lo discipulas con muchos ejercicios gravosos externos, en vez de guiarlo al conocimiento de Cristo en vosotros la esperanza gloriosa. Colosenses 1:27:

"A éstos, Dios ha querido dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre las naciones, el cual es: Cristo en vosotros, la esperanza de gloria."

Vosotros que sois ministros debéis instruir a la grey para que experimenten la presencia de Dios en su interior. De esta forma el granjero puede tener comunión dulce y bendita con su Dios en su arado. El trabajador mientras queda exhausto con su hombre exterior a causa de sus trabajos, puede ser renovado en su hombre interior con fortaleza.

Toda forma de pecado o tentación desaparecerán, y tu o ministro tendrás hombres de mente espiritual.

Cuando una vez que hayas ganado la confianza por parte del corazón de otra persona, fácilmente puedes tratar asuntos que tienen que ver con el espíritu. Es por esto por lo que Dios por encima de todas las cosas requiere el corazón. Solo por este medio podemos destruir los horribles pecados de borrachera, blasfemia, lascivia y hurto. Jesucristo reinará en todas partes en paz, y la Iglesia sería renovada por todo el mundo.

La decadencia de la santidad interna es incuestionablemente el origen de muchos pecados, que han aparecido en el mundo; todos estos desaparecerían sí la devoción interior fuese restablecida. El pecado toma posesión del alma deficiente en fe y oración

Sí no enseñamos otra cosa a nuestros errantes hermanos: que simplemente creyesen y diligentemente orasen, en vez de enzarzarse en razonamientos sin fin. Los conduciríamos dulcemente a los brazos de Dios.

Oh, que inexpresivamente grandiosa es la perdida sustentada por el hombre, que es negligente en su hombre espiritual interior.

¿Qué nos tendrán que contar aquellos que son instruidos en el cuidado de las almas? Sin embargo no han comunicado este tesoro escondido a su rebaño. Algunos de vosotros os excusaréis diciendo que hay peligro de esta forma, o que las personas simples o sencillas son incapaces de comprender las cosas del espíritu. Pero la Escritura afirma:

"La ley de Jehovah es perfecta; restaura el alma. El testimonio de Jehovah es fiel; hace sabio al ingenuo." (Salmo 19:7.)

¿Qué peligro puede existir al animar en los verdaderos caminos de Jesucristo? Dándonos a Él, fijando nuestros ojos continuamente en Él, colocando toda nuestra confianza en Su gracia, y dando toda la fuerza de nuestra alma a Su amor más puro.

Los simples o sencillos están muy lejos de ser incapaces de llegar a esta perfección. Por medio de su gentileza, inocencia y humildad, peculiarmente están cualificados para este logro, y ya que no están acostumbrados a razonar todo detalle son menos obstinados en sus opiniones. Aquellos que están cegados por la autosuficiencia ofrecen mucha mayor resistencia a la operación de la gracia, el Salmo 119:130 dice:

"La exposición de tu palabra alumbra; Hace entender a los ingenuos."

Padres espirituales tened cuidado de no impedir que vuestros pequeños vengan a Cristo. Jesús dijo a los apóstoles en Mateo 19:14:

"Entonces Jesús les dijo: --Dejad a los niños y no les impidáis venir a mí, porque de los tales es el reino de los cielos."

Incluso el niño más pequeño puede experimentar a Dios. Jesús reprendió a sus apóstoles cuando intentaban alejar de Él a los niños.

¿Con qué frecuencia hemos aplicado un vendaje a nuestro cuerpo externo, mientras la enfermedad está en nuestro corazón?

La razón por la que hemos fracasado durante tanto tiempo en reformar a la especie humana, es porque hemos tratado con los asuntos externos, en vez con los internos. Sí en primer lugar tratamos con los asuntos del corazón, las preocupaciones externas seguirán de forma natural.

Enseñar al hombre a buscar a Dios en su corazón, a pensar en Él, a volverse a Él. Cualquiera que sea el tiempo que haya estado vagando. Y tener un único ojo para agradar a Dios, es guiar a esa persona al origen de toda gracia; allí encontrará todo lo necesario para la santificación.

Yo os exhorto especialmente a aquellos que estáis en responsabilidad sobre otras almas, a que les enseñéis enseguida la forma o el camino de Jesucristo. No, no yo, sino Jesús mismo os llama a esto por medio de Su misma sangre, que Él ha derramado para aquellos que os ha confiado.

Oh, tu que dispensas Su gracia, vosotros predicadores de Su Palabra, vosotros ministros de Sus sacramentos. Estableced Su reino, hacedlo gobernante del corazón, puesto que es en el corazón donde la sujeción tiene lugar. Enseñar a los jóvenes a orar, no mediante razonamiento o método, o el entendimiento. Si no por medio de la oración que sale del corazón, la oración que sale del Espíritu de Dios, en vez del invento del hombre. Dirigirlos a orar en formas pre-elaboradas creará enormes obstáculos, al esforzarse en enseñarles el lenguaje refinado de la oración, los habréis descarriado. Y entonces vosotros niños pobres hablad a vuestro Padre celestial en vuestro lenguaje natural. Aunque sea simple para ti, no lo es para Él.

Un padre se agrada mas de que le hablen con amor y respeto, porque viene del corazón, en vez con palabras elaboradas secas y estériles. Las emociones no ocultas de amor son infinitamente más expresivas, que todos los lenguajes o razonamientos.

Los hombres han deseado amar por medio de reglas formales, en vez de esto han perdido mucho de ese amor. Oh, que necesario es enseñar el arte de amar. No hay mejor forma de aprender como amar a Dios, que simplemente amarle.

El Espíritu de Dios no necesita de nuestros apaños. Cuando le agrada Él cambia o hace de los pastores profetas. Él abre de par en par las puertas al templo de la oración. Él clama en voz alta en las calles:

"¡Si alguno es ingenuo, que venga acá!" Y a los faltos de entendimiento dice: "Venid, comed mi pan y bebed mi vino que yo he mezclado." (Proverbios 9:4-5.)

Concluyo este capítulo con las palabras de Jesús mismo. Él levantó Su oración al cielo y dijo:

"...Te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños." (Mateo 11:25.)

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CAPÍTULO XXI

LA META FINAL


Hemos recorrido juntos muchas páginas de nuestro viaje hacia experimentar a Dios a través de la oración. ¿Cuál es entonces nuestro fin último? Es ser unido a Dios en una unión divina eternamente. Sin embargo ninguna de las formas que he sugerido son un fin en sí mismas.

Lo que aún permanece de todo lo que ha sido dicho y hecho, es el hecho de que Dios es Dios. Así que todo lo que es del hombre, de su propia mano, no importa lo noble que sea, debe primeramente ser destruido. Todos los esfuerzos. ¡No! La misma existencia del yo debe ser destruida, nada se opone mas a Dios que el yo. La pureza de tu espíritu crecerá en proporción, a medida que pierde su naturaleza del yo, habrás adquirido la pureza e inocencia de Dios.

Para unir dos cosas tan opuestas como la pureza de Dios y la impureza de la criatura; la simplicidad de Dios y la multiplicidad del hombre, se requiere mucho mas que los esfuerzo de la criatura. Nada menos que una operación del Todopoderoso puede llevar a cabo esto. Porque dos cosas deben tener semejanza antes de que lleguen a ser una. La impureza de la escoria no puede unirse a la pureza del oro.

¿Cómo entonces Dios purifica? Él envía Su propia sabiduría delante de Él para destruir toda actividad impura. Nada puede resistir al poder de ese fuego, lo consume todo para destruir todas las impurezas de la criatura. Dios envía esta sabiduría para prepararte para la unión divina.

Para estar unido con Dios debes participar de Su quietud infinita o impedirás la asimilación, por lo tanto tu espíritu nunca puede llegar a la unión divina, o llegar a ser uno con Dios, hasta que hallas sido restablecido en Su descanso o reposo, y pureza.

Dios purifica tu espíritu a través de la sabiduría, como los refinadores purifican los metales en el horno. El oro no puede ser purificado nada mas que por el fuego, el cual consume todo lo que es terrenal y extraño. La parte terrenal no puede ser cambiada a oro. ¡No! No puede ser derretida y disuelta por la fuerza del fuego para separar toda partícula extraña, debe ser arrojada una y otra vez al horno, hasta que ha perdido todo resquicio de contaminación, y toda posibilidad de ser purificado posteriormente.

Ahora a causa de su perfecta pureza y simplicidad, el herrero no puede ya mas descubrir ninguna mezcla adulterada, el fuego ya no lo toca más. Sí tuviese que quedarse en el fuego su naturaleza sin mancha no aumentaría, ni su substancia disminuiría. Está ahora preparado para el artífice más exquisito. De aquí en adelante sí el oro parece oscurecerse o contaminarse, no es mas que por una impureza accidental por el contacto con un cuerpo extraño, y es solo superficial; no hay impedimento a su utilidad. Esta oscuridad superficial es muy diferente de su naturaleza anterior, que quede escondida en la base de su naturaleza, algunos defectos superficiales parecen que Dios mismo los deja en los santos más grandes que ha habido, para que no caigan en orgullo, para preservarlos de la corrupción y esconderlos en los secretos de Su presencia. Sin embargo no estoy hablando de pecado abierto, el cual nos separa de la unión perfecta. No imagino que sea posible que nadie pueda sacar tales conclusiones, de esta ilustración tan simple que estoy haciendo.

Aún más el oro puro e impuro nunca pueden mezclarse, el herrero no puede mezclar la escoria con el oro. ¿Qué hará entonces? Él purificará toda la escoria con el fuego. Esto es lo que Pablo quiere decir en 1ª Corintios 3:13:

"La obra de cada uno será evidente, pues el día la dejará manifiesta. Porque por el fuego será revelada; y a la obra de cada uno, sea la que sea, el fuego la probará."

Y añade en 1ª Corintios 3:15:

"Si la obra de alguien es quemada, él sufrirá pérdida; aunque él mismo será salvo, pero apenas, como por fuego."

Pablo sugiere que hay obras tan degradadas por las mezclas impuras, que aunque la misericordia de Dios las acepte, sin embargo deben atravesar el fuego para ser limpiados y purgados. Es en ese sentido que se dice que Dios examina y juzga nuestra justicia. Romanos 3:20:

"Porque por las obras de la ley nadie será justificado delante de él; pues por medio de la ley viene el reconocimiento del pecado."

Dios hace esto por medio de Su justicia por la fe en Jesucristo, así la justicia divina y la sabiduría, como un fuego sin piedad y devorador debe destruir todo lo que es terrenal, sensual y carnal; antes que el alma pueda ser unida con Dios. Esto no puede nunca llevarse a cabo por las obras de la criatura, de hecho la criatura siempre se somete con desgana, porque está tan armada de su propio yo, y tan temerosa de su destrucción, que no puede hacerlo.

Si Dios no actuase en él poderosamente y con autoridad, nunca daría la persona su consentimiento. Si embargo yo añadiría incluso que Dios no roba al hombre su libre albeldrío. El hombre siempre puede resistirse a la operación divina. Yo incurriría en error si dijese que: Dios actúa absolutamente y sin consentimiento del hombre. Sin embargo dejadme explicar, cuando el hombre da a Dios un consentimiento pasivo, Dios puede entonces asumir pleno poder y guía total. En el comienzo de su conversión, el hombre se rindió sin reservas a todo lo que Dios quería, él por lo tanto dio un consentimiento activo a lo que Dios quisiese pedirle. Pero cuando Dios comienza a purificar, muy a menudo el alma no percibe que esta operación se lleva a cabo para procurar su bien, sino que él supone lo contrario.

Cuando el oro se coloca en el fuego primeramente parece ennegrecerse en vez de coger brillo. El alma que está siendo purificada así también se siente, percibe que la pureza está perdida.

Si el consentimiento activo y explícito se requiriese, el alma apenas podría darlo. ¡No! No, de hecho a menudo no lo daría, todo lo que hace ahora el hombre es quedarse firme en su consentimiento pasivo, soportando tan pacientemente como puede todas esta actuaciones divinas. De esta forma Dios purifica un alma de sus superaciones originada y centradas en el yo, que constituyen una gran disimilitud entre él y Dios. Este proceso de purificación puede durar mucho tiempo, pero no debes desanimarte, ríndete al divino Espíritu hasta que totalmente estés absorbido en Él.

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CAPÍTULO XXII

AVANZA PARA CONOCER A DIOS


"Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado. Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante, prosigo a la meta hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús." (Filipenses 3:13-14.)

No dirías que un hombre se hubiese vuelto loco, si habiendo comenzado un viaje se quedase en el sitio primero donde estaba, porque alguien le dijese que a otros viajeros les encanta estar allí.

Esta es mi oración entonces para todos aquellos que han leído este pequeño libro: avanza hacia el fin, no te pares en el primer paso de tu viaje, no pienses que no hay necesidad de actividad en el principio de tus viajes para experimentar a Dios.

Al principio es tu puerta, cuando el Padre te llama a la comunión con Él, tu debes prestar atención al llamado de entrar por la puerta estrecha. Las primeras ayudas que recibes en la entrada del camino, sin embargo se convertirán en un detrimento a medida que progresas en Jesús, ponlas a un lado o impedirán que alcances el fin. Sigue el ejemplo de Pablo, permitiéndote ser guiado por el Espíritu, Él te guiará hacia la meta final de gozarte en Dios para siempre.

Mientras que yo estoy segura de que muchos de vosotros estaréis de acuerdo conmigo, en que el gozo de Dios es el fin para el cual nosotros somos únicamente creados. Estoy segura de que muchos de vosotros impedís, incluso evitáis el proceso. ¿Qué extraño? Que muchos de vosotros se entretengan con el pensamiento de que la causa de vuestras pruebas traen mal e imperfección, no es así. Lo que es enviado por Dios solo producirá la perfección de Su gloria en vuestra existencia presente y futura. No seáis ignorantes del hecho que Dios es el bien supremo.

La bendición esencial consiste en la unión con Él. Todo santo diferirá en gloria, según la perfección de esa unión con Él. Acuérdate que no puedes generar bastante actividad para conseguir esta unión con Dios, ya que es Dios mismo quien debe en primer lugar atraernos a Sí mismo. Entonces en nuestra simplicidad y pasividad Dios continuará uniéndonos a Él mismo en una forma maravillosa.

El camino no es peligroso, no. Jesucristo ha viajado por el antes que nosotros, esto nos ha capacitado para caminar por esta senda, para experimentar la felicidad y ser llamados a la comunión con Dios, tanto en esta vida como en la venidera. Enfatizaría mi afirmación de esta manera: estáis llamados a disfrutar de Dios, no solo de Sus dones o regalos. Mientras Sus dones son maravillosos, en cambio no pueden traernos al pleno contentamiento de nuestra alma, los dones más excelsos de parte de Dios no pueden producir la felicidad a menos que el Dador también se dé a Sí mismo.

Todo el deseo de nuestro Padre celestial es darse a Sí mismo a toda criatura conforme a la capacidad en la cual nosotros le recibimos. ¿Por qué entonces estás receloso de ser atraído a Dios? ¿Por qué temes la preparación para esta unión divina?

Nunca podrás fingir que has alcanzado este estado, sino lo has alcanzado en realidad, nadie puede hacerlo. Pronto descubrirás que como la persona que está a punto de morir de hambre, no puede fingir estar llena y satisfecha. Algún deseo o palabra, algún suspiro o señal inevitablemente se escaparan, traicionando el hecho de que estás muy lejos de estar plenamente satisfecho.

Ya ves he escrito todo esto para volverte ha decir: que no puedes conseguir este fin por tu propio esfuerzo. No pretendería ni se me ocurriría introduciros a ninguno de vosotros en esta idea, solamente escribo para señalar el camino que conduce a encontrar a Dios.

Os ruego que no os apeguéis a las comodidades del camino, o a ninguna practica externa, que deben ser todas dejadas atrás, cuando Dios da la señal de avanzar.

¿No sería una cruel injusticia conducir a un hombre sediento a un fresco manantial, y después atarle para que no pudiera alcanzarlo, y verle como muere de sed? Sin embargo esto es lo que nosotros hacemos a diario. Nuestro viaje hacia Dios tiene su comienzo, su progreso, y su termino. Cuanto más cerca llegamos del final del camino, mas atrás queda el comienzo.

Debemos dejar el comienzo para llegar al final. Avanzad, avanzad, avanzad para conocer a Dios. No seáis como la mayoría de los hombres, que se enorgullecen de su propia sabiduría ciega.

Oh, que verdad Jesús nos reveló cuando dijo en Mateo 11:25:

"En aquel tiempo Jesús respondió y dijo: "Te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños."


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