Durante toda nuestra vida, uno tiene la posibilidad de elegir, optar. Tiene el privilegio de decidir por uno mismo si toma una cosa o toma otra.
 
Desde chicos aprendemos a decidir por nosotros mismos. La mano adulta se acerca a nosotros ofreciendo y nosotros empezamos a aprender a reconocer lo que más nos gusta y decidimos por eso; lo otro lo dejamos. No lo tomamos. Nos puede producir curiosidad, pero, decidimos por esto otro. Ya reconocemos en eso que elegimos algo que nos gusta, que nos hace bien, que nos produce placer.

Ya tenemos predilecciones y deseos marcados por diferentes cosas.

¡Cuántas veces invitados a un restaurante elegimos algo que nos parecía agradable a la vista, pero, que en el momento de saborearlo lo encontramos totalmente distinto a lo que imaginábamos! Pero, ya estaba hecha la decisión, ya había elegido, ya se había optado por determinado manjar.

Opción, elegir, decidir, libertad, madurez, obediencia, amor, responsabilidad son conceptos que nos llevan a pensar en cómo estructuramos nuestras vidas.

¿Cómo han estado de acertadas las últimas decisiones que has tomado? ¿Cuál fue la última decisión mediante la cuál lograste paz, felicidad y gozo; paciencia, control sobre ti mismo, confianza, amor?

¿Cuándo y cómo puedes estar seguro de que tomas las decisiones acertadas? ¿Te amas tanto a ti mismo como para tomar decisiones que van en contra de tus propios placeres? ¿Eres capaz de decir “no” a algo que te gusta y atrae solo por el hecho de que te puede dañar tanto físicamente, psicológicamente y espiritualmente? ¿Cambias placer por perjuicio propio?

¿Cambias placer por dignidad? ¿Cambias placer por destrucción física?

En el momento de elegir, siempre, siempre vamos a obtener algo y a perder algo. Lo que importa es que lo que obtengamos sea algo que nos honre; que sirva para bien y lo que perdamos también sea algo que nos favorezca o que por último sea algo que no nos perjudique. Siempre una opción, va a ser más beneficiosa para mí y para los que me rodean, que otra. Nunca vamos a tener que tomar decisiones sobre dos cosas iguales. No existe ninguna cosa ni situación en el mundo que sea igual a otra. Siendo todos los seres humanos unos distintos a los otros, todas las decisiones pasan a tener diferentes influencias sobre nosotros. El bien y el mal siempre estarán incluidos en nuestras decisiones. Por muy superficial que parecieran ser nuestras decisiones siempre van dejando sus marcas, huellas...

Nuestro interior, nuestro ser, se va forjando según las decisiones que tomemos en el transcurso de toda nuestra vida.

Debemos cuidar nuestro corazón y sus decisiones, pues, según eso tendremos buena vida interior.

“Pues, del corazón del hombre salen la fornicación, impurezas, lascivias, disensiones, envidias, mentiras, borracheras, ...y cosas como éstas...”

Hoy en día a los jóvenes se les ofrece miles de cosas, ya sea por medio de la televisión, del cine, de todos los medios comunicacionales que existen.

El que hoy en día se hable de la drogadicción como algo habitual es ya un signo de que hay algo malo que está dentro de nuestra juventud. Ya hay una batalla ganada; la ha ganado el mal. Si quieres ponerle un nombre, pónselo. Es una lucha contra el mal, disfrazado de droga. Malignidad. Destrucción de la persona que cae bajo sus dominios. Mediante el placer se busca la evasión, o más bien dicho mediante la droga se logra el placer físico y psíquico, pues esa droga hace que la persona se sumerja en un mundo inexistente y al no estar en el mundo real ellos pasan a vivir una ilusión fatídica. Los conduce a una muerte segura, tanto físicamente como psíquicamente. Degradación de la persona, pues, no existen límites morales que le impida llegar a cualquier extremo con tal de obtener droga.

Nuestros jóvenes tienen que lidiar con unas ofertas malignas. Y las llamo malignas pues, provienen de personas que en su interior hay maldad, son malas. Su pecado más grande es la avaricia, pues, para tener plata, riquezas, destruyen a nuestros jóvenes. La sociedad los llama “narcotraficantes”. Yo los llamo “asesinos colectivos”. No solo destruyen a los jóvenes que dicen “sí” a sus ofrecimientos, sino que destruyen a los padres, hermanos, parientes, amigos; se crea una cadena de destrucción. Destrucción personal del que consume, su persona se transforma en un ente inferior, un ente que no domina su cuerpo, un ente que se destruye a sí mismo. Destruye su cuerpo y destruye su mente. Destruye su autoestima. Y destruye su inteligencia.

Cuando inicia el camino a la droga, cuando dice “sí” al que le ofrece iniciarse aún está dueño de su vida, tiene todo su potencial como ser humano.

Está con todas sus facultades claras y está en libertad de elegir. Es privilegiado, pues, puede decidir si le dice “sí” o “no” al tentador. No hay otra opción que decidir por uno mismo. No es el pasado doloroso el que decide; no es el presente con sus derrotas y miserias; no es el maltrato recibido por la sociedad; ni siquiera es Dios decidiendo por uno; es cada uno de nosotros decidiendo en el momento mismo de la oferta asesina, el que dice “SÍ” o el que dice “NO”.

Seamos duros como el granito, el “NO” dicho en el momento preciso nos salva de nuestra destrucción. No hay más. ¿Cuándo son los momentos precisos? Cada vez que venga el tentador con su mentira de lograr felicidades a través de su mercancía. El Mentiroso, Satanás tendrá que irse con su mercadería a otro lugar.

Los narcotraficantes, asesinos de jóvenes, asesinos de futuros promisorios, de hogares, de lo más valioso que existe en la tierra, el ser humano.

Jovencita, joven, díganle “NO” a estos asesinos, díganle NO a esos placeres momentáneos, díganle NO a cualquiera que pretenda minimizar el asesinato por droga. No miren sus palabras, mírense a sí mismos destruidos si dicen que sí. El narcotraficante o asesino siempre ha existido y siempre va a existir, mientras haya personas que digan SÍ a sus ofrecimientos.

Tú y solamente Tú, eres responsable ante Dios y ante los hombres de la respuesta que des cuando te llegue la ocasión. No se puede culpar a nadie por tus decisiones; la respuesta la das tú, no la sociedad, no tus padres, ni a aún con la disculpa de que te han hecho sufrir tanto. Puede ser que tu vida haya sido un desastre, con mucha miseria económica o espiritual, con mucha soledad, sin esperanzas, con maltrato...pero, aún así, tú no mereces ni debes ocasionar tu propia destrucción. ¿Evasión? ¿Deseos de escapar de tu cruda y dura realidad? No le cambies nombre. Sé sincero...y llámalo por el verdadero nombre...PLACER AUTODESTRUCCIÓN...PECADO...

Tú tienes un derecho como ser humano, te lo dio Dios. Vivir...hacer las cosas de tal manera que tengas paz en el corazón y quietud en el espíritu. La vida que tienes, no es tuya. Es de Dios. ÉL es el dueño de todo. Creador. Y Él quiso que tú nacieras, Él te ama...aunque veas todo oscuro, Él te ama; aunque sientas que estás completamente solo, Él te ama; todo lo malo que has tenido en tu vida no va a impedir que Dios te ame. Aunque el mundo deje de girar, y las estrellas de alumbrar, y todo se destruya...nada...va a impedir que Dios te ame.

Dios existe, su Hijo Jesús murió en la cruz en vez de ti, Dios lo resucitó y lo exaltó...ese Jesús, es el que ahora está vivo, sentado a la diestra de Dios, y pide por todos los que lo llaman Señor. Ese Cristo es el que hace que las cosas sucedan. Dile a Jesucristo que te enseñe a decir “NO”, cuando te quieran destruir.

Di NO a la droga, NO al trago, llámese cerveza, pisco o lo que sea que más te destruya. En la Palabra del Señor, se habla de que el vino tinto es bueno durante las horas de comidas, pero, también se habla de “las borracheras” como de algo malo. Vino con mesura es beneficioso para la salud, pero, tomarlo a destajo produce enfermedad y soledad.

La droga es mala, destructora, y como tal no proviene de Dios; y lo que no proviene de Dios, ¿de quién viene?

Di NO al destructor disfrazado de narcotraficante, de amigo, de colega, de cualquier cosa. Cuando veas que viene alguien y te ofrece droga, sácale el disfraz, destruye su mentira, y ponle un nombre...su nombre...

SATANÁS destructor y mentiroso...

Di NO al que te quiere destruir,

y di Sí al que quiere salvarte del mundo,

di Sí al que te ama y cuida; empieza a confiar en Él...Jesucristo prometió que estaría con nosotros en la persona del Espíritu Santo hasta la consumación del mundo...Recíbelo en tu vida como Salvador y Señor. El te guiará y te hará fuerte

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que entregó a su unigénito hijo, para que todo aquel que en él crea no se pierda, mas tenga vida eterna.”

“Porque Cristo vino a deshacer las obras del Diablo.”

“Yo he venido al mundo para que tengan vida, y la tengan en abundancia...”

Tú eres el único responsable de ti mismo...ámate y ámate mucho...Dios dice que tú eres lo más importante...te entregó a Su Hijo...y ese Hijo de Dios murió por ti. Ya pagó en él todo lo malo de ti. La deuda está cancelada. No hay deuda ante Dios Padre.

Ese es tu valor. Cristo te valoriza tanto que murió para que tú pudieras vivir eternamente a Su lado y al lado del Padre. Ese caminar empieza aquí cuando le dices a Jesucristo que venga a vivir a tu corazón...

¿Sabes lo que es ser responsable?

Es la capacidad dada por Dios de responder como dice Dios que hay que responder en cada circunstancia de tu vida, a pesar de las dificultades.

Capacidad dada por Dios. Esa capacidad te la da Cristo viviendo en ti...

Cree en Dios, cree en Cristo, confía que el Espíritu Santo hará todo lo necesario para que seas libre.

Jesucristo murió, optó por morir por nosotros. A través de su entrega, de su recibir en su cuerpo el castigo de nuestros pecados y rebeliones, nos da la seguridad de que podemos tener una estrecha relación con el Padre. Con Su Padre, con nuestro Padre.

¿Fue terrible tu infancia? ¿Te maltrataron? ¿No tienes hoy esperanzas? Cristo sabe de sufrimientos, a Él no le cuentan nada que no haya vivido también. ¿Te hicieron sufrir? Pues, a Él también. Él vino al mundo como hombre, y como hombre sufrió hasta morir.

“Varón de dolores” dice Su Palabra.

A ti no te han crucificado nunca, ni han traspasado tus carnes con clavos. Cada uno tiene sus propios sufrimientos y vivencias. Pareciera que las nuestras son siempre peores que las de los demás.

Cristo y muchos otros seres humanos saben de abandono, saben de incomprensiones, saben de ingratitudes... Cristo sabe lo que es estar separado de Su Padre por culpa de nosotros, pues, en la cruz, Dios le hizo pecado. Inocente, puro, el único justo convertido en pecado por nosotros. Dios nos mira ahora con amor, como si nosotros fuéramos puros, sin mancha alguna...

Jesucristo aceptó sobre sí todas las asquerosidades de los hombres, las tuyas y las mías, las de toda la humanidad, en todos los tiempos...por amor...para salvarnos, para llevarnos al Padre...

El dijo Sí a su Padre...

Dobla rodillas, agacha cabeza, en humildad y esperanza;

y dile

SÍ SEÑOR, HEME AQUÍ .

SOY TUYO

“Jesucristo demostró su amor en que siendo aún pecadores, murió en la cruz por nosotros.”

“Somos más que vencedores por medio de Jesucristo.”

Pido por ti, urgentemente le pido a Dios Todopoderoso para que nadie más caiga en la droga maldita. Pido con toda la fuerza de mi fe en Cristo, para que digas que NO AL DESTRUCTOR

Y SÍ A CRISTO JESÚS...

Gracias, Señor, por guardarnos del mal...

“Yo soy el Camino, la Resurrección y la Vida.”

“Somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”

¡¡Señor!! ¡¡Apresúrate en socorrernos!! En Ti confiamos...dulce y misericordioso Jesús...que el poder del Espíritu Santo eche fuera toda debilidad nuestra y ponga SU PODER por sobre los que nos acechan...

La palabra dice:

“Jesucristo no vino al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.”

Amigo, amiga, Cristo te ama y desea que te decidas hoy a recibirlo en tu corazón...

Señor Jesús
Gracias por amarme, te necesito
gracias por morir en la cruz por mí;
perdona mi desobediencia y mi pecado
y ayúdame a dejarlo.
Hoy te recibo en mi corazón
como mi Salvador y Señor
Hoy te entrego mi vida para que
la dirijas y la guíes
Lléname de tu Espíritu Santo
y produce un cambio en mí
Gracias Señor, por escuchar mi oración


Por: Xaviera Espejo Yoacham