Imprimir esta página

¿Creyente incrédulo?

Amado hermano, primero que nada, en humildad de corazón y dispuestos a recibir todo lo que Dios quiera darnos, oremos para que el Espíritu Santo nos revele la verdad.

Sin revelación procedente de Dios mismo, lo que leemos no deja de ser un mero conocimiento intelectual, que por lo tanto no edifica a nadie, ni tampoco glorifica el Nombre de Dios y Su Cristo.

Las preguntas que debemos hacernos son...
¿Desde dónde actuamos y oramos como cristianos?
y...
¿Creemos realmente, en alma, mente, espíritu y corazón que todo lo que dice Dios y Jesucristo en Su Palabra es cierto?

Nuestro cuerpo y acciones reflejan lo que nuestro corazón, alma, mente y espíritu son.

¿Somos creyentes o meros conocedores intelectuales de la doctrina de Cristo?

Que el Espíritu Santo nos revele el sentir de Dios cuando constata que sus hijos no creen en lo que Él dice y promete.

Tenemos dos opciones: creerle a Él, pidiéndole que actúe de acuerdo a Su Palabra, o no creerle y demorar las cosas que Él ya tiene determinado que sucedan.

Una cosa es tener conocimiento de Su Palabra y otra es actuar motivado por el Espíritu Santo y por fe.

¿Nos damos cuenta del terrible pecado que significa el no hacer las cosas que Él dijo que hiciéramos, porque no creemos que lo que Él dice es verdad?

Una cosa es decir que creo, y otra es actuar de acuerdo a eso que digo que creo. Si no hay acción es porque no creo que deba haber una, o porque pienso que la acción la deben hacer los demás y no yo...

No nos olvidemos que el no creer hace de Dios un mentiroso.

¿Podemos insultar de manera tan flagrante a nuestro Todopoderoso Señor? ¿Quedará impune nuestro pecado de incredulidad ? ¿Seguiremos apagando el Espíritu Santo que vive en nosotros? ¿Seguiremos entristeciendo Su Espíritu Santo?

¿Es que somos tan ciegos que no nos damos cuenta que el que vive en nosotros, es el Espíritu Santo de Dios, Todopoderoso Señor?

¿Crees Su Palabra cuando dice...

“Clama a mí y yo te responderé;
y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”

Doblemos rodillas y pidamos perdón por ser siervos incrédulos y por lo tanto inútiles para el cumplimiento de Sus Planes...

“Jehová, no retengas de mí tus misericordias;
tu misericordia
y tu verdad me guarden siempre.
Sal:40:11


“No es Dios un hombre, para que mienta.
Ni hijo de hombre, para arrepentirse,
¿Lo ha dicho Él y no lo hará?
¿Lo ha prometido y no lo mantendrá?
Números 23:19

¿Crees lo que dice el Señor?

¿Actúas de acuerdo a eso que dices creer?

¿Crees que todas las manifestaciones de poder glorificando el nombre de Dios y de Jesucristo que hicieron los apóstoles en la iglesia primitiva y todas las que hicieron los discípulos más tarde, eran cosas que sólo tenían que hacer ellos, para la difusión del evangelio?
¿Pensamos que son cosas de los tiempos pasados y no actuales?

¿ Crees que el evangelio y las enseñanzas de Cristo tienen que tener ahora, los mismos frutos, (los 3000 de Pentecostés en una sola reunión llena del Espíritu Santo, por ejemplo), que los que hubo en la iglesia de los apóstoles?

Creer y no actuar es como el mal siervo a quien se le dieron talentos y los escondió....sin fruto para su amo.

No actuar en el nombre de Dios, es muerte en su obra.

¿Cómo podemos cumplir la voluntad de Dios si no oramos para que se cumpla? ¿Cómo podemos ser siervos útiles si no nos involucramos en acciones que denoten que somos discípulos de Cristo?
Oración Acción

Las oraciones de los creyentes espirituales hacen que se cumpla la voluntad de Dios.

Oración es sinónimo de acción del Espíritu Santo en nosotros.

“No tenéis más porque no pedís...”
Mateo 4:2

¿Quiénes son los siervos fieles y útiles ante los ojos de Dios?
No hay duda; los creyentes que trabajan junto a Dios; al unir sus pensamientos y deseos con la voluntad y deseos de Dios.

Sin mezclar la carne, toman conocimiento de cuál es la voluntad de Dios y piden con absoluta fe, pues, saben en el espíritu, mente y corazón que Dios cumplirá Su Voluntad a través de ellos y sus oraciones.

Estos creyentes fieles saben que si no tienen fe, inhibirán, limitarán, y demorarán la voluntad de Dios y su Cristo..

La oración que un creyente dice en la tierra es la proclamación de la voluntad de Dios en el cielo.

Nuestras oraciones no cambian nada, simplemente logran lo que Dios ya ha determinado en el cielo.

Sin embargo...
la falta de oración, la falta de fe en el pedir, SÍ que produce un cambio; porque Dios permitirá que muchas de sus resoluciones se suspendan debido a la falta de cooperación de parte de su pueblo.


“De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra,
será atado en el cielo,
y todo lo que desatéis en la tierra,
será desatado en el cielo.”
Mateo 18:18

La tierra gobernando el cielo.
La iglesia llena del poder de Dios y de Su Cristo, gobernando el cielo a través de las oraciones de los creyentes espirituales.
Perfecto cumplimiento del Plan de Dios en Su pueblo a través de Cristo como Cabeza de la iglesia y nosotros Su Cuerpo...

“Todo poder me ha sido dado....” dijo Jesucristo a los apóstoles antes de ir al cielo.

“ Cualquiera que dijere: ¡¡Quítate y échate al mar!!”

“Otra vez os digo que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren,
les será hecho por mi Padre que está en los cielos” Mateo:18,19


¿Le creemos a Jesucristo? ¿Creemos en Su Palabra? ¿Creemos a Dios cuando nos dice que “Él hará”?

El cielo gobernado por la tierra a través de las peticiones en unión férrea de la Voluntad de Dios, y la voluntad de nosotros, Su iglesia...

“Atar.....desatar....en la tierra, atar....desatar en el cielo”

Muchas cosas hay que necesitan atarse, pero, Dios no las atará por sí solo. El quiere que su pueblo, la iglesia, todos nosotros, las atemos en la tierra primero, y entonces Él las atará en el cielo. Lo mismo sucede con las cosas que hay que desatar.

Voluntad de Dios unida con la voluntad ejercida por libre albedrío del creyente.

Todas las acciones del cielo están gobernadas por las acciones de la tierra, y desgraciadamente, por la incredulidad del supuesto creyente, todos los movimientos del cielo, de la Voluntad de Dios, están limitados por los movimientos de la tierra.

El incrédulo no pide; no cree; no hay acción en la Obra del Señor. No se demuestra el poder del Señor. Se limita al Señor.

Se inhibe Su Potestad; la iglesia que no cree en el Poder de Dios y de Su Cristo Resucitado es una iglesia medio muerta...

¡¡Despertemos, hermanos!! Que Satanás no nos haga creer que Jesucristo no es el mismo ayer, mañana y siempre...

Lo más grave es que nos referimos a “creyentes incrédulos”; al que va a la iglesia, comparte con los hermanos la Palabra, ora, y dice que cree....pero, aún conociendo la nube de testigos, no se involucra con ardor en el corazón ni tampoco clama por el cumplimiento de todas las promesas de Cristo.

Pidamos mantenernos llenos del Espíritu Santo; no habrá en nosotros motivación alguna para trabajar como trabajaron los creyentes de la iglesia primitiva si no tenemos al Espíritu Santo inundando hasta rebozar en nuestras vidas.

“No tenéis más porque no sabéis pedir”

¿En cuántos milagros, prodigios y señales te has visto involucrado como parte activa dentro de la iglesia que asistes?
Para Gloria de Dios....

“para que viendo crean”

“Todas las promesas son en Él, sí:
Y por Él decimos amén. Para Gloria de Su nombre.”

La palabra amén no significa como algunos creen, así sea;
significa, así será
.
Mil veces repetimos, “amén, amén...” pero, no tomamos conciencia de que en realidad ni nos acordamos después a qué le dijimos amén...

“Así será” o “Amén” expresa una firme convicción de afirmación de un hecho que ocurrirá a futuro.
Es nuestra fe en palabras...

La fe que tenemos, ¿ es chiquita “como un grano de mostaza”?
Pues, con esa fe, ya podemos decirle directamente a los problemas (montes) que se vayan al mar...

Así lo dice Jesucristo... ¿lo crees tú?

Detrás de tus peticiones para el cumplimiento de la Voluntad de Dios,
¿está la firme convicción de que estamos en una posición privilegiada como hijos de Dios?

“en lugares celestiales con Cristo Jesús”?

Nuestra posición no es a ras de suelo. Ni a la misma altura que Satanás y todas sus huestes. Nosotros estamos en Cristo Resucitado y en las alturas celestiales.

Nuestras batallas para glorificar el Nombre del Señor, derrotar a Satanás y cumplir con la comisión que nos dejó Cristo, tenemos que hacerla con todo el Poder de Cristo y desde esa posición celestial...

Solo desde esa posición podremos ser siervos llenos de frutos para el Señor... ¿te ves a tí mismo atando a Satanás desde arriba hacia abajo?

“Vi caer como rayo a Satanás”

Nuestras oraciones para atar y desatar,
¿salen del Trono de Dios, junto al Cristo Victorioso
o salen tímidamente de nuestros corazones a ras de suelo, llenos de dudas y pecados?

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece...”


La incredulidad es pecado. Porque la persona en quien no creemos es Jesucristo, el hijo de Dios y a quien Dios le dió un lugar privilegiado junto a Él; si Dios lo exaltó hasta lo sumo, ¿no será una tremenda falta declararlo incapaz de hacer lo que hacía cuando estuvo en la tierra?

Y también...¿no declaramos que el Espíritu Santo es incapaz ahora al no creer que las demostraciones del Poder de Cristo Resucitado es para todos los tiempos?

Si Jesucristo está vivo, y dijo que estaría con nosotros hasta la consumación del mundo, si dijo que enviaría al Espíritu Santo y que nos llevaría a toda la verdad, y si dijo que haríamos cosas tan grandes o más aún que Él, ya que se iba donde el Padre...

¿Por qué nosotros no actuamos de acuerdo a esas verdades?

¿Qué manifestaciones del Espíritu Santo no estamos reflejando en nuestras vidas? ¿Qué querrá hacer hoy, en este minuto, Dios a través tuyo?

¿Te digo una manifestación del Señor, a modo de ejemplo, entre las miles que nos dejaron de testimonio todos los que fueron UNO con Cristo ?

Imagina que uniendo tu voluntad a la de Dios sientes en tu espíritu que Él quiere que tú eches a viva voz a Satanás, pues, está oprimiendo a un pariente tuyo que vive a miles de kilómetros de distancia.

¿Eres tan creyente como para hacer lo que Cristo dijo que hiciéramos o te quedas pensando...

“Nada que ver, yo estoy aquí y Fulanito está por allá, que lo haga otro mejor...”

¿O a lo mejor, ya llevas tanto tiempo incrédulo que ya ni siquiera escuchas la voz de Dios en tu espíritu?

¿Eres realmente un creyente ? ¿Eres realmente cristiano?

¿Vives intensamente en gozo y profundas expectativas de amor y servicio, tu relación con Jesucristo?

“En verdad, en verdad os digo,
que el que cree en mí,
ese hará también las obras que yo hago,
y las hará mayores que éstas. porque yo voy al Padre” Juan 14:12

“ y lo que pidieren en mi nombre, esto haré,
para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
“...si me pidiéreis alguna cosa en mi nombre, yo la haré.

¡¡Estamos inhibiendo a Jesucristo, nuestro Resucitado y Poderoso Señor!!
y demoramos Su Obra...

Una de las pocas veces que Jesucristo fue duro con sus apóstoles fue cuando no pudieron liberar a un hombre endemoniado.
El demonio no se fue. Se quedó dentro del hombre, a pesar de de los deseos de los apóstoles..

Mateo 17:14-21

Y como ellos llegaron al gentío,
vino a Él un hombre hincándosele de rodillas,
Y diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo,
que es lunático, y padece malamente;
porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua.
Y le he presentado a tus discípulos y
no le han podido sanar.

Y respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación infiel y torcida! ¿hasta cuándo tengo que estar con vosotros?
¿hasta cuándo os tengo que sufrir? Traedle acá.

Y Jesús le reprendió, y salió el demonio de él;
y el mozo fue sano desde aquella hora.
Entonces, llegándose los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no lo pudimos echar fuera?
Y Jesús les dijo: Por vuestra incredulidad;
porque de cierto os digo, que si tuvieres fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá;
y se pasará: y nada os será imposible.
Mas este linaje no sale sino por oración y ayuno.

¿Qué clase de oración o actitud tuvieron los apóstoles que no pudieron cumplir la voluntad de Jesús?
Incredulidad....
Jesucristo sin ayuno físico, pero en íntima relación con Su Padre, reprendiéndole, lo echó fuera
La incredulidad detiene la obra del Señor, no puede hacer Su Voluntad a través nuestro, de sanar a los enfermos, echar fuera demonios y todo lo que nos mandó hacer para convencer a los del mundo de que Él es el hijo de Dios y que está vivo y lleno de Poder, a la diestra de Dios...


Y en Nazaret también se vió obstaculizada Su Obra...No pudo glorificar el Nombre de Dios haciendo muchos milagros...porque no creían en Él....

“Y no pudo hacer muchos milagros allí, debido a la incredulidad de ellos.”

Y en la barca en medio de la tempestad también los amonestó por la falta de fe...

“¿Por qué teméis hombres de poca fe?

La pregunta es...
¿Soy un creyente de todo lo que Cristo es hoy día?

¿Creo en que Jesucristo Resucitado me tiene a mí en Él, en lugares celestiales, con todas las armas necesarias para pelear la buena batalla de la fe?

¿ Creo que la voluntad del hombre en la tierra, unida a la Voluntad de Dios en el Cielo, hace que Dios se mueva poderosamente y actúe en el cumplimiento de Su Plan?
¿Creo que Dios confía en mí, para cumplir Su Voluntad?
¿Soy un creyente incrédulo?

Dios nos llene de Su Gracia y de Su Espíritu Santo...para que nos revele Su Verdad...

“Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre,
pedid y recibiréis, para que sea cumplido vuestro gozo.”
Juan 14:24

“Aquel día pediréis en mi nombre,
y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues,
el mismo os ama,
porque vosotros me habéis amado y creído que yo he salido de Dios.”
Juan 14:26-27

Otra pregunta...¿somos como Pedro en la tormenta o como los demás que se quedaron en el barco?

“Y los discípulos, viéndole andar sobre la mar,
se turbaron diciendo: Fantasma es. Y dieron voces de miedo
Mas luego Jesús les habló diciendo:
Confiad, yo soy; no tengáis miedo.
Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si tú eres,
manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
Y él le dijo: Ven.
Y descendiendo Pedro del barco,
andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
Mas viendo el viento fuerte tuvo miedo;
y comenzándose a hundir, dió voces, diciendo: Señor, sálvame.
Y luego Jesús, extendiendo la mano, trabó de él, y le dice: Oh hombre de poca fe, ¿por qué dudaste? Y como ellos entraron en el barco sosegóse el viento. Mateo 14:26-32

Pedro en medio de la tormenta, le dijo a Jesucristo que si era Él, lo hiciera ir hacia donde estaba, y Jesús lo hizo ir caminando sobre el agua, pero, en un momento Pedro se miró a sí mismo y a la aterradora tormenta y temió; y le dijo a Jesús que lo salvara....Jesús lo tomó de la mano, lo levantó y le dijo: ¿Por qué temes hombre de poca fe?

A lo mejor Pedro era hombre de poca fe, pero, no nos olvidemos que él fue el único que caminó sobre el agua, junto con Cristo, igual que Cristo....los demás se quedaron en la barca, a resguardo....

Pedro dió un paso hacia lo que Jesús le ofrecía...Su Presencia en medio de una tormenta...La tormenta no se sosegó mientras caminaban sobre el agua, se sosegó cuando ya estaban en la barca...

Todas las cosas sobrenaturales y divinas sucederán para la Gloria de Cristo, cuando tomados de la mano del Señor Resucitado, atravesemos tormentas y fuertes vientos..
.
Hasta hoy día todo el mundo sabe la historia de Pedro, el único discípulo que caminó con Cristo sobre las aguas.

Que Dios nos de mucha fe en Cristo para llegar a ser como Pedro, que se atrevió a obedecer al Señor...|

Dios Todopoderoso se acerca al hombre y le dice:

“Preguntadme de las cosas por venir,
mandadme acerca de mis hijos,
y acerca de la obra de mis manos”
Isaías 45:11

Jesucristo nos dice a todos y cada uno de nosotros los creyentes...

“Y estas señales seguirán a los que creyeren:
En mi nombre echarán fuera demonios;
hablarán nuevas lenguas;
Quitarán serpientes,
y si bebieren cosa mortífera, no los dañará;
sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Marcos 16:17-20


Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo
y sentóse a la diestra de Dios.

Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes,
obrando con ellos el Señor,
y confirmando la palabra con las señales que se seguían. Amén “

¿Estamos listos ya para la gran tarea que el Señor quiere hacer a través nuestro?

¿Cierto, amado creyente, que con la Gracia del Señor y el poder del Espíritu Santo podemos ser siervos buenos y fieles?

Que Dios nos restaure en la nueva criatura ....que nos haga nacer de nuevo como “creyentes”....

“todas las cosas viejas ya pasaron
y he aquí que son todas hechas nuevas”
¡¡Gracias, Señor!! Y en amor te decimos...¡¡ Aquí estamos!! ¡¡Tuyos somos!!

Autor: Xaviera Espejo Yoacham