El Calendario

El calendario judío regula el ritmo de la vida de los judíos observantes de todo el mundo. Es un calendario lunar: Los meses coinciden con el ciclo de la Luna, y las fiestas siempre caen en la misma fase de aquella.

Los meses son, alternativamente, de 29 y 30 días; el primer día de cada mes (y el trigésimo si lo hay) son fiestas menores. Para hacer corresponder el año lunar de 354 días con el solar de 365 se inserta un mes adicional siete veces cada 19 años. Este ajuste asegura que las fiestas caigan siempre en la misma estación, a diferencia de las musulmanas, que pueden caer en cualquier fecha del calendario solar; no obstante, hay cierta variación en la fecha civil de las entre un año y otro.

Las unidades menores del calendario judío son el día, que comienza y termina al anochecer, y la semana, que termina con el Sabbath, el día santo de descanso que se guarda cada sábado. El Sabbath domina la semana del judío observante como un constante recordatorio de su religión. El descanso sabático se remonta a la creación del mundo "según dice la Biblia, Dios descansó de su trabajo el séptimo día", y también tiene presente la redención final, y a menudo se describe como "anticipación de la eternidad". Es un tiempo de reposo y recreación, un retiro de los cuidados mundanos, y la ocasión que la familia se reúna y comparta actividades conjuntas.

El año también tiene su ritmo regular, llegando al máximo de actividad en las dos épocas festivas de otoño y primavera. Las fiestas mayores tienen orígenes bíblicos, en relación con la peregrinación, tres veces por año, a Jerusalén, en el tiempo de la cosecha. La cosecha ha dejado de ser el tema dominante en la observancia de estas fiestas (aunque se ha recuperado hasta cierto punto dentro del moderno Estado de Israel), pero todavía se siente fuertemente la influencia bíblica. El Sukkot (los Tabernáculos) toma su nombre de las chozas construidas para la cosecha, que recuerdan las tiendas que habitaban los israelitas en su peregrinar por el desierto, tras el éxodo de Egipto. En la antigüedad, el Sukkot era la culminación del año, y los rabinos antiguos lo llamaban simplemente "la Fiesta"; hoy en día ha quedado relegado, en cierto modo, por las festividades de Año Nuevo (Rosh Hashanah) y el solemne Yom Kippur (Día de la Expiación).

El Éxodo se celebra anualmente en Pesah (Pascua), y siete semanas después, el Shavuot (Pentecostés) conmemora la entrega de la Torah en el monte de Sinaí.

Pero cada fiesta tiene su mensaje espiritual: la transitoriedad de la vida humana en los Sukkot; la liberación de la opresión en Pessah; la revelación divina en Shavuot.

A lo largo de los siglos han ido surgiendo muchas otras observancias, y el calendario incluye días de ayuno y fiestas menores. En particular, dos fiestas han adquirido una gran importancia en los sentimientos de los judíos: Hanukkah, en la mitad del invierno, es una festividad de luz de diez días, que conmemora la nueva dedicación del Templo por los hasmoneos;

Purim, a su vez, celebra la liberación de la persecución persa, según la narración del libro de Ester, y se celebra con fiestas de disfraces y gran alegría.

Otras fiestas son el 15 de Shevat, el día de plantación de árboles, o el 18 de Iyyar (Lag Ba-Omer) día de hogueras.

Para la mayoría de los judíos del mundo hay dos momentos en el año que están sobre todos los demás: (El Año Nuevo y el Día del Perdón), en que las sinagogas se llenan de devotos, y la Pascua, en que las familias se reúnen para celebrar la fiesta de la liberación.

Hay otro detalle del calendario que merece una explicación. En la diáspora, surgió la costumbre de observar un día adicional para cada fiesta de peregrinaje (incluidos el primero y último día de Sukkot y Pessah).

Esta costumbre, que se remonta a la antigüedad, fue abandonada por algunos judíos reformados y conservadores, que, como los israelíes, siguen la normativa bíblica.

Los años se numeran a partir de la fecha tradicional de la creación del mundo, en 3761 a.c. De modo que el año comenzado en el otoño de 1996 es el año del 5757.

Las Fiestas

Los días de Respeto

Los días solemnes que comienzan con el Rosh Hashanah (Año Nuevo) y que culminan con el el Yom Kippur (el Día del Perdón)

Sukkot

Poco después del Kippur sigue el Sukkot, que toma su nombre de las cabañas festivas techadas con ramas y decoradas con frutas y flores. La otra observancia especial de esta festividad es la de las "cuatro especies": ramas de palmera, un ramito de mirto y otro de sauce, atados para formar el lulav, acompañados de etrog, un cítrico que desprende un aroma. Las cuatro especies se llevan en procesión, y se sacuden en seis direcciones, mientras se cantan hosannas (plegarias de liberación); el Sukkot dura unos siete u ocho días, e inmediatamente le sigue el Simhat Torah, durante las cuales se hace el traslado de los rollos de la Torah.

El Purim

Aproximadamente a mediados de año se celebra el Purim, que conmemora el fracaso del complot de Haman para aniquilar a los judíos del imperio Persa (siglo V. a.c.). Como el Hanukkah, no es un día de fiesta total, sino un día marcado por observancias especificas y un ambiente de alegría.

Se lee en alta voz el libro de Ester, los rollos manuscritos, donde se narra la historia del Purim.

Preparación para la Pascua

Sólo un mes separa el Purim de la Pascua, y para los que deben preparar los detalles prácticos de la celebración, pasa muy rápidamente.

La Torah insiste en que en los hogares no debe haber nada de levadura, y se limpia toda la casa antes de la pascua, se prepara el pan ázimo (matzah) la víspera de la pascua todo esta preparado, y la levadura sobrante (hametz) se destruye ceremoniosamente.

La Pascua

La fiesta, que dura una semana, comienza al atardecer con una de las ceremonias judías más populares: la comida del sender. la familia se reúne y se da hospitalidad a los judíos que están lejos de su hogar o viven solos. Todas las comidas formales judías comienzan con bendiciones del pan, del vino, y del día mismo, pero en el caso del sender el ritual es particularmente complicado: la recitación de la historia bíblica del Éxodo se alterna con meditaciones sobre el tema de la libertad y el rescate, y con cantos de alabanza a Dios.

Los niños desempeñan un papel fundamental: el menor, tradicionalmente, comienza con la pregunta inicial: ¿Por qué es esta noche diferente de las demás noches?. a la cual responde la narración del Éxodo.

La comida de esta noche tiene características de memorial; el cordero asado y el huevo del sacrificio pascual; matzah, como recuerdo de la prisa con que los israelitas se vieron forzados a abandonar Egipto.

El ritual del sender conserva rasgos del banquete grecorromano; también mira hacia el banquete mesiánico del mundo futuro.

La Vida de un Judío

Los momentos más importantes que marcan el paso de un judío por la vida están señalados por una serie de ceremonias importantes que indican que el individuo no está solo, sino que pertenece a una comunidad mayor que se extiende en el tiempo y en el espacio del pueblo judío.

Para los niños, al nacimiento sigue inmediatamente la circuncisión (brit milah), efectuada tradicionalmente al octavo día. La operación está a cargo de un especialista (mohel), y sostener al niño se considera un honor. Éste es también el momento en que el niño recibe su nombre.

Para la ley judía, el niño alcanza la mayoría de edad en la pubertad, y entonces ya está capacitado para observar todos los mandamientos.

Para un niño, esto se produce, al día siguiente de haber cumplido 13 años, y desde entonces puede tomar parte en el ritual de la Sinagoga.

Por ello el centro de la celebración familiar es la asistencia a la Sinagoga,donde el muchacho ejerce este derecho por primera vez, con la lectura de la Torah y los Profetas.

El matrimonio tiene su origen en la antigua ley de propiedad, y la ceremonia todavía incluye la entrega de un anillo por parte del novio a la novia, junto con un documento (ketubbah) que recuerda su compromiso de respetarla y mantenerla, y que detalla el acuerdo económico.

El divorcio no tiene una ceremonia especial, se hace efectivo por medio de un documento (llamado get), que deja libre a la mujer para que pueda volver a casarse nuevamente.

Hay muchas otras ocasiones marcadas por rituales religiosos como:

1. La recuperación de una enfermedad grave

2. El realizar un viaje peligroso

3. El ocupar una casa nueva

En estos casos se efectúan unas ceremonias de acción de gracias, por lo cual existen formulas religiosas apropiadas.

La conversión al judaísmo se acompaña de rituales especiales, que incluyen la inmersión en el agua (tevilath) y, para los varones, la circuncisión.

El sepelio es muy simple, No es necesaria la presencia del Rabino, y no se llevan flores. Se envuelve el cadáver en un sudario, y hoy en día es colocado en un simple ataúd.

Durante la primera semana se observa un estricto duelo, menos severo al fina lizar el primer mes, y menos estricto al cumplirse un año, después se hace un acto de conmemoración o de recordatorio anualmente.

Lengua y Literatura Hebrea

El hebreo ocupa un sitio de honor entre las lenguas habladas por los judíos, por ser la que se ha usado desde la antigüedad de forma ininterrumpida.

Es una lengua semítica, relacionada con el arameo y el árabe. Su origen se pierde en lo más remoto de los tiempos: de acuerdo con un mito, es la lengua en que Dios creó el mundo.

Es la lengua en que está escrita la mayor parte de la Biblia, Al mismo tiempo, se emplea en el culto de la Sinagoga..

Es la lengua de muchos escritos rabínicos antiguos, y un medio de comunicación entre los judíos de todo el mundo.

El hebreo debe ser considerada una lengua específicamente judía. Entre los judíos se ha llamado al hebreo "la lengua sagrada".

Otro idioma que ocupa un lugar importante es el arameo, que en un tiempo estuvo en uso en Egipto y la India. Hay pasajes bíblicos en arameo, y manuscritos judíos arameos que aún subsisten desde el siglo V. a.c.

El hebreo y el arameo son las únicas lenguas utilizadas desde tiempos inmemoriales por el pueblo judío.

Estudio realizado por: Francisco Ramón Paya