HAY QUE ARREGLAR EL ALTAR DE DIOS PARA QUE ÉL SE MANIFIESTE CON PODER

Texto: 1. Reyes 19.2-3


Introducción:

Es tanto el deseo de gobernabilidad y sed de poder del hombre que algunos han alcanzado cierto grado de respeto y temor haciendo que unos les tengan pánico o miedo. Algunos de esos hombres intimidados viven bajo sus yugos sometiéndose a trabajos rigurosos y labores indecentes que producen vergüenza y consecuencias horrendas con el fin de salvar sus vidas. Otros no soportando labores que parecen más castigos que trabajos y no siendo capaces de enfrentar a sus opresores o verdugos, huyen de su presencia donde el postrer estado es desastroso y conmovedor porque tienen que abandonarlo todo y quedar a la intemperie para almenos salvar sus vidas; mientras que el opresor se ríe de él porque tiene poder y autoridad sobre ése pobre miserable.
Esto mismo le aconteció al profeta Elías, el último que había quedado de los profetas de Dios en el reinado de Acab.

Elías tuvo el valor de enfrentarse a 850 profetas de los demonios o dioses falsos (400 de Asera y 450 de Baal que se sentaban a la mesa con Jezabel 1. R. 18.19) y destruir a los 450 profetas de Baal, porque confió y clamó a Dios. Pero cuando le vino el ataque de un solo enemigo, en este caso de Jezabel la mujer del rey Acab, Elías huye por miedo a perder su vida en vez de acudir y clamar al Dios Vivo como lo hizo anteriormente.



1. EL HOMBRE SIN DIOS LE TEME AL HOMBRE. 1. R.19.3a.

a. Huye de su presencia y anda por lugares desiertos Vr. 3-4a.

b. Desea morirse Vr. 4c.

c. Se duerme en vez de vigilar, en vez de luchar. Vr. 5

Qué pasa con los dormilones:

d. Deja de comer el alimento celestial Vr. 5c-8a.



2. EL HOMBRE FORTALECIDO POR EL ALIMENTO DE DIOS ES FUERTE Y VENCEDOR Vr. 8c.

a. El alimento verdadero es hacer la voluntad de Dios Jn. 4.34

b. Cristo es el Pan que produce Vida Jn. 6.35

c. Hablar de la palabra de Dios le produce vida al hombre Lc. 4.4



3. EL HOMBRE QUE NO CONFÍA EN DIOS SE ESCONDE, SE ENCIERRA. Vr.9

Elías se escondió en una cueva. La cueva es símbolo de tienda, de encierro, de estancamiento. La cueva te lleva a la monotonía y enfriamiento espiritual.

Para encontrar la bendición de Dios, estar en su presencia y ser prosperado por Jehová de los Ejércitos, hay que salir de la cueva. A Dios le aterra el encierro. Dios te bendice si estás fuera de las cuatro paredes del encierro de la iglesia, sal de allí para que el Señor Todo Poderoso te bendiga.



El hombre mantiene encerrado, encuevado porque no ama a Dios y no confía en Él

Se encierra en:

· La cueva del miedo a seguir adelante, miedo a enfrentarse a los problemas y al príncipe de éste siglo.

a. Hay que temer únicamente a Dios Mt. 10.28.

· La cueva del desaliento.

b. No desmayar, ni desanimarse, porque Dios está con quien le busca Dt. 20.2-4

· La cueva de la inteligencia y sabiduría humana, yo soy el mejor porque soy muy estudiado.

c. No vanagloriarnos por nuestras capacidades intelectuales Pr. 3.7

· La cueva del conformismo.

d. No conformarnos con lo que tenemos, siempre buscar ser mejores Rom. 12.2

· La cueva de la religiosidad y brujerías que es devoción a los ídolos

e. Los religiosos e idólatras no entrarán al reino de Dios 1. Cor. 6.9

Stgo. 1.26-27. 6Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. 27La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.

· La cueva de las obras de la carne o pecado Gal. 5.19-21a.

f. No practicarlas, apartarnos de ellas porque no veremos a Dios Gal 5.21b



4. DIOS TE QUIERE SACAR DE LA CUEVA Vr. 11

a. ¿Dónde estás tú?, te pregunta Dios en el sentido espiritual Gn. 3.9

b. Sal de la cueva, huye de ella y ven afuera a la presencia de Dios Vr. 11-15



5. PARA QUE DIOS TE ESCUCHE Y TE RESPONDA, TIENES QUE ARREGLAR EL ALTAR DE JEHOVÁ 1.R. 18.30

Anteriormente Dios vivía en el lugar Santísimo del templo.

a. Hoy día el Altar y Templo de Dios eres Tú 1. Cor 3.16-17

b. Pero muchos tienen el Altar y Templo de Dios arruinado, destruido, sucio, contaminado por el pecado. Porque el rey de este mundo que es satanás tiene al hombre engañado y como es ladrón, vino sino para matar, robar y destruir..., Jn. 10.10.

c. Acerquémonos a Dios y arreglemos el Altar del Señor para que veamos su gloria 1.R. 18.30



Orar.

Ministrar.



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Ramón Eduardo Jiménez Galvis
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