TEMA: UN LLAMADO IRREVOCABLE

TEXTO: ISAÍAS 12:1 EN AQUEL DÍA DIRÁS: CANTARE A TI, OH JEHOVÁ; PUES AUNQUE TE ENOJASTE CONTRA MI, TU INDIGNACIÓN SE APARTO, Y ME HAS CONSOLADO.
INTRODUCCIÓN:

El servir a Jehová es un privilegio. No conozco hombre ni mujer que habiendo conocido al Señor se ha arrepentido de seguirle y servirle.

Ahora bien quien anhela servirle a Dios de todo corazón y tener un ministerio efectivo de todas maneras estará sometido a pruebas. La Palabra de Dios dice que muchas son las aflicciones del justo y que de todas ellas le libra el Señor, ¡cuánto más un siervo de Jesucristo!.

1. Ahora bien, el ministerio tampoco se exime de dificultades, de problemas y de pruebas. Jesús tuvo un ministerio excelente, sin embargo, él padeció oposición de los escribas, de los sacerdotes, de los maestros de la ley, de sus propios paisanos los nazarenos, de los propios judíos y aún enfrentó muchas dificultades con sus 12 discípulos. La Biblia dice que tuvo entre sus 12 a un publicano (Mateo) y a un revolucionario celote (Simón); ya me imagino las confrontaciones que habían entre ellos, Jesús liderando por espacio de 3 años a estos hombres, mucho tuvo que trabajar el Señor con esos corazones. Ya me imagino los problemas que tuvo que ver nuestro Maestro y él anduvo con ellos los 7 días de la semana.

2. Jeremías, el profeta, también tuvo un ministerio que no era precisamente el mejor comprendido para su época. Los de su pueblo buscaban para matarlo. Devolviendo mal por bien. En Jr. 20:9 dice Y DIJE: NO ME ACORDARE MAS DE ÉL (JEHOVÁ), NI HABLARE MAS EN SU NOMBRE; NO OBSTANTE, HABÍA EN MI CORAZÓN COMO UN FUEGO ARDIENTE METIDO EN MIS HUESOS; TRATE DE SUFRIRLO, Y NO PUDE. Sí que abundaban los problemas para Jeremías, y no eran pequeños. Peligro de muerte. Llegó como humano a querer cerrar sus labios. Se vio tentado a claudicar, a tirar la toalla. No hablo más del Señor, dijo. Yo vivía tranquilo, vivía cómodo, qué tengo que hacerme problemas con esta gente, un líder podría decir. Todo hombre que tiene un llamado a servirle al Señor definitivamente sufrirá penalidades.

3. El llamado de Dios es irrevocable: HABÍA EN MI CORAZÓN COMO UN FUEGO ARDIENTE METIDO EN MIS HUESOS, TRATE DE SUFRIRLO Y NO PUDE. Ganas de tirar la toalla a todos los siervos de Dios nos ha pasado, todos hemos pasado por esos momentos. Sin embargo, como decía Jeremías traté de hacerlo, de intentarlo y lo sufrí pero no pude. Porqué un hombre como Jeremías quiso abandonarlo todo?: PORQUE OÍ LA MURMURACIÓN DE MUCHOS, TEMOR DE TODAS PARTES …. (Jr. 20:10). El prestar oídos a la murmuración te debilita, te paraliza, el ceder al temor te hace retroceder.

4. Pero Jeremías reacciona: MAS JEHOVÁ ESTA CONMIGO COMO PODEROSO GIGANTE; POR TANTO, LOS QUE ME PERSIGUEN TROPEZARAN, Y NO PREVALECERÁN…. (Jr. 20:11). Poderoso es nuestro Dios para ser esa muralla de protección para sus siervos. Escrito está que A él corre el justo y es levantado. También escrito está que no nos asombremos del fuego de prueba que ha sobrevenido a nosotros como si alguna cosa rara, fuera de este mundo, más allá de nuestras fuerzas nos ha acontecido. Él es Dios fiel, hay un pasaje en la Biblia que dice que con lágrimas se siembra pero con regocijo se cosecha (Salmo 126). En toda labor hay fruto.

NOMBRE: AMÉRICO DÁVILA ZAMORA