ISAÍAS 62:6-7


“SOBRE TUS MUROS, OH JERUSALÉN, HE PUESTO GUARDAS; TODO EL DÍA Y TODA LA NOCHE NO CALLARAN JAMAS. LOS QUE OS ACORDÁIS DE JEHOVÁ, NO REPOSÉIS, NI LE DEIS TREGUA, HASTA QUE RESTABLEZCA A JERUSALÉN, Y LA PONGA POR ALABANZA EN LA TIERRA”.
Este pasaje ha servido para mí como un refrigerio en medio de las dificultades. Dios ha establecido en su iglesia ha puesto autoridades que velan por nuestras almas. Hebreos 13:17: “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose porque no es provechoso”.

El ministerio de un líder espiritual es ese velar por el alma de aquellos a quienes se nos ha encomendado su cuidado. En todo momento, cuando andan bien y aún cuando estos sufren por diversas penalidades.

Dice la Biblia que debemos hacerlo todo el día y toda la noche.

También este pasaje nos habla acerca de la intercesión continua y permanente. “Los que os acordáis de Jehová, no reposéis, y, además, dice que ni le demos tregua.”. “Orad sin cesar, porque la oración del justo puede mucho”. No debemos dar tregua. Qué interesante el pasaje de Jacob en Peniel. No me muevo de aquí, de esta actitud de oración hasta que no vea su respuesta.

Una oración verdadera es escuchada. Su oído presto a escucharla

Algunas veces una oración no contestada es debido a no estar de acuerdo con la Palabra de Dios.

Nuestra vida de oración debe ir acompañada de:

a) Contrición de corazón
b) Sinceridad
c) Fe
d) Justicia
e) Obediencia

¿Sabías que las oraciones de los santos Dios las ve preciosas?

Apocalipsis 5:8: “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos”.

Además, éstas suben como un incienso delante de Dios. Apocalipsis 8:3: “Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.”

AUTOR: AMÉRICO DÁVILA ZAMORA