Hablando directamente con los Ancianos

El día 24 de julio de 2001, Frank Viola fue invitado a hablar con un grupo de unos 30 ancianos que supervisaban más de 10 congregaciones en Santiago, Chile. La reunión del primer día comenzó a las 10:30 de la mañana y terminó a las 18:30.

Por muchas razones, lo que ocurrió fue muy parecido a una histórico concilio de iglesia. Se le pidió a Frank que presentase sus puntos de vista acerca del liderazgo y compartir lo que llevara en el corazón con los hombres presentes. Rudi Lopez, un hermano en una de las iglesias plantadas por Frank (en Brandon, Florida, Estados Unidos), tradujo el mensaje al español.  (Rudi ha llevado por escrito un diario con todo lo acontecido en el viaje de Frank a Chile y también los detalles de esta reunión)

Los ancianos permitieron asistir a la conferencia solamente a cinco personas que no era líderes de la iglesia. Al final del día, esas cinco personas estaban de acuerdo al decir: “Nunca, en todas sus vidas, esas personas, habían sido hablados como fueron habladas en el día de hoy. Por 12 años, nosotros y muchos otros, en las iglesias que supervisan, hemos sido controlados y oprimidos. Hoy hemos sentido como si nos hubieran dejado en libertad”. Un hombre que escuchó el mensaje comentó que había sido como lanzar dos bombas en el terreno de los ancianos: ¡Nagasaki y Hiroshima!

Solamente con un Nuevo Testamento en las manos y sin usar notas, Frank dio el siguiente mensaje.  Con muy poca edición, lo que sigue es la trascripción completa, 95% del texto es trascrito del mensaje. Por tanto, se lee tal como fue dicho.

PALABRAS DE APERTURA

Bien, hermanos, estoy emocionado y contento de estar aquí y quiero darles las gracias por recibirme. Lo primero que quiero decirles es que estoy muy impresionado de tantos hombres, líderes, sentados juntos en una habitación.  Conociendo que ustedes tienen una historia de hermandad juntos tratando de trabajar de algún modo juntos, esto solamente me dice que es obra de Dios. Impresionante. Por esto, hermanos les doy las gracias por lo que están haciendo. Estoy bendecido, si yo abandonara la habitación en estos momentos me sentiría bendecido.

Este joven a mi derecha, es el hermano que está tratando de traducirme (risas). Permítanme que les diga como llegó aquí. Y esta es mi presentación de este hermano. La iglesia que me envió aquí, tiene un libro de teléfonos. Contiene los nombres de todos los traductores de español en los Estados Unidos. Comienza con los mejores traductores. Comenzamos a llamar a esos señores, pero ninguno de ellos podía venir. Así pues, continuamos por las demás páginas de este libro de traductores hacia los que no eran tan buenos. Los llamamos. Les pedimos que vinieran con nosotros, pero tampoco podía venir. De esta manera llegamos al final del libro. Allí encontramos una nota que decía, “Si todos los demás traductores fallan, llévate a Rudi Lopez”

¡Este es Rudi Lopez! Si hermanos, ustedes no entienden algo, levanten la mano y usaremos a Eloy para que traduzca (risas)

Yo soy un estudioso de la historia. He pasado muchos años leyéndola. Y ahora estoy pensando históricamente. Aquí presentes tenemos muchos líderes religiosos. También tenemos presente a un hombre que tiene unos puntos de vista muy radicales acerca del liderazgo de la iglesia. Este hombre va a estar desafiando a estos líderes religiosos. De acuerdo a la historia, lo que deberá ocurrir aquí hoy, al final del día es que ustedes me van a sacar de aquí y me quemarán atado a un palo. A favor de mi esposa e hijos, les suplico no lo hagan. Rudi, sin embargo, es otra cosa (risas).

Tienen que entender, hermanos, que yo no sé lo que Rudi les está diciendo. Por esto mismo, él  puede estar dando su propio mensaje (risas). Por tanto, si yo digo algo que les enfurece, tengan toda la seguridad que procede de la cosecha de Rudi y no de la mía. En consecuencia, deben dirigir todas sus piedras hacia él (risas)

PRESENTACIÓN PERSONAL

No se como comenzar. Creo que comenzaré diciéndoles que algunos de nuestros puntos de vista sobre la iglesia son similares. Nuestra preocupación por la unidad del pueblo de Dios es la misma. Pero nuestros puntos de vista acerca del liderazgo en la iglesia son polos opuestos.

También quiero que sepan desde el principio que no quiero que piensen que he venido aquí a llevarme a algunos de los suyos. Yo no me voy a llevar a nadie. Quizá terminemos el día en desacuerdo, pero seguirán siendo mis hermanos y yo soy su hermano. Yo no voy a tomar a nadie de ustedes. He venido a Chile porque he sido invitado. Estoy convencido de que es la voluntad del Señor que yo esté aquí.

Les voy a decir que acerca mi la práctica de la iglesia en los Estados Unidos, es diferente a la de ustedes.  Les voy a pedir permiso para que me permitan retarles. ¿Puedo hacerlo? (Sí)  ¿Puedo indagar acerca de algo de su entendimiento? (Sí) ¿Serán todavía amables conmigo después de esto? (Risas).

Les voy a hablar un poco de mí. Cuando tenía 23 años abandoné la iglesia institucionalizada y comencé a reunirme con un grupo de hermanos y hermanas. Todos estábamos en la búsqueda. Comenzamos a reunirnos en una casa, no teníamos clero, no teníamos ancianos. De esta manera nos reunimos por espacio de ocho años. Nuestra intención era aprender cómo reunirnos bajo el liderazgo de Cristo. Ahora, hermanos, tuvimos muchos problemas y experimentamos muchas cosas. Pero llegamos dentro de una experiencia  de la iglesia de Jesucristo que fue fenomenal. Experimentamos a Cristo de tal forma como yo solamente lo había leído en los libros.

En la mitad de la experiencia, me encontré con un hermano que era un colaborador de un discípulo de Watchman Nee. Su nombre es Stephen Kaung.  Stephen había venido a los Estados Unidos en los años 50. Hoy día tiene unos 80 años. Desde 1993, he mantenido una muy estrecha relación con el hermano Kaung. Me ha enseñado bastante. Nos ayudó cuando nos reuníamos. Me podía pasar todo el día contándoles historias acerca de mi experiencia en aquella iglesia. Pero no lo voy a hacer.

En los últimos cuatro años, he estado trabajando con un hermano mayor de nombre Gene Edwards. Gene tiene unos 70 años. Él está dirigiendo un programa de entrenamiento para obreros, del que yo formo parte.

Lo que Gene hace, lo que yo hago y lo que otros hermanos con lo que trabajo hacemos, es esto: plantamos iglesias de la misma manera que Pablo de Tarso lo hacía. Vamos a una ciudad y predicamos a Jesucristo y nada más que a Jesucristo. Enseñamos al pueblo de Dios como experimentarle en forma corporativa. Les entrenamos a funcionar juntos. Quizá no me creerán lo que les voy a decir, hermanos, pero es verdad. Nosotros abandonamos las iglesias solas, sin ningún tipo de liderazgo. Pero antes de hacerlo, les enseñamos cómo reunirse bajo la soberanía de Cristo, sin nadie sobre ellos. Y funciona... y es glorioso.

REUNIONES DE IGLESIA SIGUIENDO EL MODELO DEL SIGLO PRIMERO

Existen alrededor de unas 13 iglesias en los Estados Unidos, del tipo que les he descrito. Las reuniones son increíbles. El hermano Rudi está en una de esas iglesias. Se han estado reuniendo por unos tres años. Hermanos, no hay líderes controlando la iglesia, facilitadores de las reuniones, o haciéndose cargo de los problemas. Todos los hermanos comparten la responsabilidad del ministerio y la supervisión. Y ellos, los hermanos y las hermanas se ocupan los unos de los otros.

Los hermanos se reúnen una vez a la semana. Ellos toman decisiones acerca de la iglesia. No toman ningún curso de acción hasta que todos están de acuerdo. Esas reuniones son maravillosas, los hermanos las adoran. Duran largo tiempo.  Pueden imaginárselo, sin nadie liderando. El liderazgo proviene de todos los hermanos. Cuando esa iglesia tenga diez años, emergerán de ella, naturalmente, orgánicamente, espontáneamente, hermanos mayores con gran sabiduría.

Lo que les voy a decir es muy importante. Esos hermanos – aquellos con más sabiduría – no controlarán la iglesia. Esos hermanos no harán todo el ministerio. Esos hermanos simplemente estarán allí como lo que son: hermanos. Cuando hay una crisis, en la iglesia, los santos, naturalmente, ni que nadie les diga nada, cuidarán de esos hermanos. Y cuando lo hagan, esos hermanos seriamente considerarán lo que los otros tengan que decir. No por que tengan una posición, sino porque ya han probado en sus vidas que son más sabios y porque tienen un excelente don de servicio.

Si ustedes visitaran una de las reuniones de las iglesias con las que yo trabajo o con las iglesias que Gene trabaja, esto es lo que verían. (Cada reunión es diferente, pero le voy a describir una típica)

Verían una reunión sin líder, no existe ningún ser humano a la cabeza. Lo primero que notarían es que lo primero de todo, se reunirían en el centro de la habitación. Harían algo que ustedes probablemente nunca habrán visto. Todos los hermanos y hermanas estarían muy próximos unos a otros. Podrían sus brazos sobre los que tienen al lado (Frank se levanta haciendo una demostración con Rudi) haciendo un círculo muy cerrado. Y de esta manera, los hermanos comenzarían a entonar una canción.

Al término de esta, espontáneamente, sin que nadie les diga nada, otra hermana ofrecería una oración. Otro, quizá cantaría otra canción. Otro haría una oración. Otro también cantaría. Luego un grupo se uniría en oración. Alguien daría una declaración sobre Jesucristo. Otro alabaría al Señor. Otro comenzaría otra canción. En la reunión no hay un director de coro. Las canciones parten todas del cuerpo.

En algún momento, los santos se sentarán. Quizá el hermano Rudi se pondrá de pié y compartirá Jesucristo. ¿Qué compartirá? Él compartirá su experiencia con el Señor durante la semana. Los hermanos y las hermanas en la iglesia, se levantan de a dos, en tres y se acercan al Señor para encontrarse con Él, para tocarle a Él.

Rudi compartirá de qué manera experimentó y tocó a Cristo durante la semana. Compartirá por espacio de dos minutos. Quizá diez minutos. Quizá cinco minutos. Quizá quince minutos. Se sentará y una hermana se levantará. Agregará algo a lo que Rudi dijo.  Se sentará y otra hermana se pondrá de pié. Compartirá a Jesucristo. Un hermano, entonces se levantará y compartirá Jesucristo. Otra hermana, etc.

Otros tienen para compartir un poema. Otros tienen una corta enseñanza. Algún otro exhorta a alguien. Todo esto está hecho en armonía. Lo que está compartido es vivo. Inyectará vida. No hay caos. No hay desorden. Si usted se sienta a observar, comenzará a buscar por la persona que está dirigiendo esta actividad, se pondrá a buscar por el líder. Pero, hermanos, ¡no van a encontrar ninguno! ¡Esta reunión no tiene liderazgo humano!

Pero hay un líder, Él es invisible. ¡Jesucristo está liderando esta reunión a través de los hermanos y las hermanas! Y esta es nuestra experiencia. Hermanos, no les estoy mintiendo, esta es nuestra experiencia.

En aquella reunión habría hermanos mayores (a no ser que sea una iglesia joven.) Ellos observan la reunión. Si alguien viniera a la reunión y tratara de tomar las riendas, esos hermanos, probablemente, serían los primeros en dar un paso adelante. Pero esos hermanos mayores se encuentran bastante escondidos. Usted no distinguiría que son respetados debido a que cada uno está compartiendo todo lo que puede y más.  Ahora bien, les acabo de describir lo que es un anciano del siglo primero.

PREPARANDO EL ESCENARIO

Al llegar a este punto, lo que me gustaría hacer, con su permiso, con lo anterior como telón de fondo, es algo que por lo que yo sé, probablemente nunca ha sido hecho en esta ciudad. Me gustaría llevarles por un viaje a través de toda la historia de la iglesia del primer siglo. No le voy a arrojar ningún versículo. En su lugar vamos a mirar a la totalidad de la historia de la iglesia del primer siglo, de principio a fin. Les daría lo que yo creo es el soporte de la Escritura. Apoyo que, a juicio personal, no se puede negar. Será el apoyo de las Escrituras sobre lo que he dicho. Una vez terminado, si está bien con ustedes, pueden arrojarme sus preguntas.

Hermanos, quiero decirles esto: Cuando terminemos, si ustedes no están de acuerdo conmigo, aún sigo siendo su hermano. Y no pienso sacar ni tomar a nadie de ustedes. Solamente seremos hermanos que no están de acuerdo.

Si ustedes se abren a eso y tenemos tiempo después del almuerzo, me gustaría contarles la historia del lugar donde surgió la oficina moderna del pastor. Me gustaría contarles la historia de cómo las cosas se pusieron en el estado que hoy se encuentran. ¿De dónde vino el pastor protestante? No vino de la historia de la primera iglesia. ¿De dónde proceden los puntos de vista actuales sobre la autoridad? ¿De dónde viene la iglesia institucionalizada? Hermanos, yo les contaré la historia de la historia. Todo construido sobre la tradición humana.

En estos momentos, estoy trabajando en un libro. Este es una discusión acerca el origen de nuestras tradiciones de la iglesia Protestante. ¿Cuándo los cristianos comenzaron a reunirse en edificios? ¿Por qué es que cuando el clero ministra en el edificio de la iglesia, lo hacen a un nivel superior o físicamente por encima del pueblo? ¿Por qué la gente se viste con sus mejores ropas para ir a la iglesia? ¿Cuándo comenzó todo eso? ¿De dónde proviene la iglesia dominical? ¿Y el seminario? – esta probablemente me va a llevar a ser lapidado – ¿de dónde surge un clero profesional pagado!?

Hermanos, yo soy radical, tengo puntos de vista revolucionarios. Pero no hay nada más radical ni nada más revolucionario que la iglesia del siglo primero. Yo creo que hemos heredado, a través de nuestra cultura y 1700 años de tradición eclesiástica, nuestra forma presente de pensar.

¿Qué significa esto? Esto significa, hermanos, que si ustedes están haciendo algo que no está de acuerdo al principio espiritual, significa que si al final del día, ustedes concluyen que la mayor parte de lo que les ha sido enseñado, no proviene de Dios, ni fue originado por Jesucristo, ni puede ser apoyado por medio de las Escrituras, hermanos, no es su culpa. No es su culpa porque ustedes lo heredaron. Ustedes nunca tuvieron la oportunidad de otra alternativa.

Sin embargo, al final del día, ustedes habrán escuchado y sabrán. Ustedes serán responsables. Entonces, la decisión será de ustedes.

Al llegar a este punto ¿hay alguien que quiera decir algo?

¿Hay alguien que haya leído algún libro de Frank? Quiero saber si alguien ha leído algo de Frank (La mayor parte levantan sus manos.)

Uno de mis libros, titulado REHACIENDO EL ODRE, que es una muy elegante de decir, Rehaciendo la Iglesia, ahora se encuentra impreso en español. Justo acabo de recibir los libros esta semana así solamente traje unas pocas copias. Pero, si desean más copias, al final del día, les diré como obtener más. Solamente les pido una cosa, prométanme que no los van a quemar. (risas)

Desde tu punto de vista, ¿ustedes plantan iglesias sin liderazgo humano? Porque nuestra realidad es que hay ya una iglesia en Santiago de donde, por años, ya han salido ancianos. ¿Qué opinas de eso?

Voy a contestar eso diciendo: Yo no estoy aquí para sacarles a nadie de su gente. Hágame la misma pregunta al final del día y le repetiré lo que acabo de decir. Pero también la contestaré más específicamente. Gracias por la pregunta.

Me da la impresión que la mayoría de los hombres en esta habitación, han dejado algo. Estoy seguro que algunos de ustedes han tenido que pagar un precio. Estoy enterado de la situación en Chile. Si no lo estuviera, no creo que hubiera venido. No creo que debería estar en esta habitación si no hubiera sido informado acerca de su situación.

Les quiero pedir que tengan esta pregunta presente, y ustedes, señores, tendrán que contestarla. La pregunta es esta, ¿Al abandonar lo que hemos dejado, estamos aún trayendo al pueblo de Dios las mismas cosas que les trajimos en el sistema que acabamos de abandonar? Dicho en otras palabras, ¿han acaso ustedes abandonado el sistema, tanto como a ustedes les gustaría pensar que lo han hecho?

Al final del día, podrán decir: Sí, lo hemos hecho. Esta es una grandiosa confirmación.

O por otro lado, pueden llegar a una conclusión un tanto diferente. No obstante yo les quiero decir de nuevo, que estoy muy impresionado de que todos ustedes hayan venido aquí en la manera que lo han hecho. Esto es memorable.

LA DIRECCIÓN EN LA IGLESIA

Si no hay una cabeza humana dirigiendo en la reunión, ¿Cuál es tu posición de liderazgo en la iglesia?

Permítanme clarificar las palabras. En la reunión, una reunión de iglesia, donde el pueblo de Dios se reúne, no hay cabeza humana dirigiendo. Nadie dirige la reunión. No hay facilitadores. Pero cuando llegamos al punto en que hay que tomar decisiones por la iglesia, haciéndose cargo de los asuntos de la iglesia, una vez más, esto puede ser difícil de entender para ustedes, pero toda la iglesia lo hace a la vez. La iglesia toma decisiones ante el Señor.

Los hermanos se reúnen una vez a la semana y ponen su mente en la del Señor. Una semana, probablemente Rudi tomará un papel prominente en la reunió. En la siguiente reunión, Carlos será el que más hable. La siguiente semana David y Pablo serán los protagonistas. Pero todos participan en obtener la mente del Señor. Como verán en la medida que avance en la historia del Nuevo Testamento, yo no creo que ancianos-pastores-supervisores eran los que tomaban las decisiones por la iglesia. Nosotros creemos en liderazgo, pero nuestra experiencia es que el liderazgo parte de la iglesia en pleno.

En las iglesias donde trabajamos, los hermanos, cuando toman decisiones, se las pasan a las hermanas. Las hermanas también tienen bastante que decir en las iglesias. Si no les gusta algo que los hermanos han decidido, se lo dirán a los hermanos. Y nuestra experiencia ha sido que cuando a las hermanas no les gusta algo, generalmente están reflejando la mente del Señor. Los hermanos se equivocaron. Eso es lo que hemos encontrado, lo crean o no.

Mi papel, el papel de Gene, los otros hombres con quien trabajo, es el de enseñar al pueblo de Dios cómo reunirse de esta manera. Les equipamos. Les enseñamos a tomar decisiones juntos. Cómo lograr la mente del Señor juntos. Les enseñamos cómo experimentar a Jesucristo. Les enseñamos cómo compartirle a El unos con otros. Enseñamos como seguirle a Él en una reunión. Enseñamos a los hermanos que les gusta hablar mucho, cómo aprender a contenerse para que otros puedan compartir. Enseñamos a los tímidos a tener coraje para  hablar sin miedo. Tenemos muchas formas de hacerlo. Nuestro trabajo es el de levantar un sacerdocio funcional que exprese a Jesucristo corporativamente sin que nosotros estemos presentes.

Ahora, hermanos, algunos de ustedes en esta habitación, van a escuchar lo que voy a decir, van a regresar a su grupo y van a decir, ¡Ah! Eso es maravilloso, voy a tratar de implementarlo. Le van a decir a su gente, vamos a tener reuniones en las que ustedes fan a funcionar. Y se van a dar cuenta más tarde que eso no va a funcionar.

Hermanos, lo que hacemos es muy difícil. Pero tenemos experiencia. Y no les está hablando alguien con un montón de teorías. Todo lo que voy a compartir con ustedes es nuestra experiencia.

¿Cómo toman decisiones como iglesia, por consenso? 

Nosotros creemos que la iglesia primitiva tomaba sus decisiones en forma unánime y que esta es la mejor manera de asegurarse que la mente de Jesús ha sido alcanzada. La forma en que lo hacemos es la siguiente: los hermanos se reúnen para discutir un asunto sobre el que actuar. Ellos toman la decisión en conjunto.  Algunas veces, cuando se encuentran ante una situación muy delicada, podrán estar discutiéndola unos con otros por cinco o siete horas y aún no llegar a la mente del Señor. Al llegar a ese punto dirán, dejémosle esto al Señor y continuemos la próxima semana. Después de mucha discusión, escucharse unos a otros y oración, eventualmente la iglesia llega a un acuerdo total. Todos logran la mente del Señor. Nunca lo he visto de otra manera. Pero toma tiempo.

ALGUNAS NOTAS PERSONALES

¿Están listos hermanos? ¿No les importa si me pongo de pié?

Tenemos un chiste en casa de César, de que todo lo que encontremos poco normal, es normal en Chile. Al menos eso es lo que César nos dice. Les daré un ejemplo. Me encanta comer. Yo soy americano de origen italiano, estoy acostumbrado a comer bastante. Hermanos, nunca he comido tanto como desde que hemos llegado a Chile. La comida es maravillosa. Me enamorado del pan y queso a todas las horas del día (risas). Pero hay algo que no entiendo todavía. Y esto es su forma de manejar (risas). ...parece que hay consenso, no necesitamos debatirlo (risas).

En esta semana, ha habido como unas siete veces en las que llegué a estar plenamente convencido de que encontraría al Señor en el medio de la calle (risas). No sé como describirles esto a ustedes, pero ha ocurrido más de una vez. Nuestro hermano César nos lleva en su automóvil por toda la ciudad. Otro automóvil viene derecho hacia nosotros. En el momento oportuno, se hace a su izquierda y cortando delante de otro auto.  Se detendrá en medio de la calle o de la carretera, los buses volarán alrededor nuestro. Estará en medio del tráfico y alguien vendrá hacia nosotros marcha atrás. Otro auto aparecerá por cualquier lugar inesperado... y nosotros americanos, estamos muertos de miedo.

Y nos dice, “Esto es normal en Chile”. Le pregunto “¿Hay muchos accidentes?” “¿Acaso tu auto es frecuentemente golpeado?”

“¡Oh, no!” dice.

Al detenernos, el hermano Rudi comienza a inspeccionar su auto. Este está lleno de abolladuras, por los lados, delante y detrás. Pero “esto es normal en Chile” (risas).

EL SEÑOR JESÚS Y LA AUTORIDAD

Muy bien, hermanos, comenzaremos con el Señor Jesucristo. Recordaremos que Jesucristo vino al mundo cuando Roma estaba en el poder. Ahora bien, los romanos tenían cierto tipo de liderazgo que marcaba a su sociedad. Obtuvieron este tipo de liderazgo de los babilonios y los egipcios. Pero los romanos lo llevaron a la perfección. Era un liderazgo jerárquico en su estructura. En mi país, los militares están hechos bajo esa estructura. Los romanos eran grandes guerreros.

¿Entiende jerarquía? Tienen alguien encima y tienen alguien debajo, luego tiene alguien más debajo. El que está más alto tiene más autoridad que el que está más bajo. La persona más abajo tiene menos autoridad que el que está encima, etc. Es una autoridad en orden descendiente. Es una autoridad de arriba abajo. Es una relación de mando.

Los romanos perfeccionaron esta estructura. Con esto en mente, escuchemos las palabras de Jesucristo.

Mateo 20

25  Entonces Jesús llamándolos, dijo: Sabéis que los príncipes de los Gentiles se enseñorean sobre ellos, y los que son grandes ejercen sobre ellos potestad.

La palabra griega por “autoridad” es exousia. Hermanos, podrán leer el Nuevo Testamento de principio a fin y nunca van a encontrar la palabra exousia en un contexto donde un creyente en Cristo tiene exousia “autoridad” sobre otro creyente. Nunca lo encontrarán en el Nuevo Testamento... ¡porque no está ahí!

Continuemos. Jesús dice, “los príncipes de los Gentiles se enseñorean sobre ellos”. La palabra griega por “ejercer autoridad” es katexousiazo. La palabra griega por “enseñorearse” es katakurieuo.  Kata significa arriba o sobre. Kurieuo significa ejercer el señorío o poder sobre alguien. Exousiazo  significa ejercitar autoridad sobre otro. Jesús, está aquí condenando la autoridad o liderazgo jerárquico.

De acuerdo con Jesús, los gentiles ejercían la autoridad de arriba abajo. Se enseñoreaban del pueblo. Eran un pueblo dominante. Eran un pueblo que dominaban. Esto siempre ocurre con las estructuras jerárquicas de autoridad descendiente. Crea una cultura de control y opresión.

Pero nuestro Señor dijo: “Mas entre vosotros no será así”

Cuando vino a la tierra, Jesucristo, fue la persona más libertadora sobre el planeta. Su trabajo principal fue el de poner en libertad al hombre. Él es el Gran Libertador. En Su día, dejó libres a las mujeres. Las mujeres le seguían por donde fuera. Y cuando murió en la cruz, fueron las mujeres las que estaban allí, quedándose con Él. Cuando resucitó de los muertos, fueron las mujeres las primeras que acudieron a Él. Jesucristo, tenía una manera muy elevada de ver a Su pueblo. Tenía una manera muy elevada de ver a las mujeres en un día en que se suponía deberían estar oprimidas y suprimidas. Él era un libertador. Esto es muy importante, hermanos. Hay algo en vuestro Señor que es libertador, y esto proviene de dejar al pueblo libre, en libertad.

Jesús dijo, “El que quiera ser mayor entre vosotros, mis discípulos, que sea el que sirva”. Al llegar a este punto, les voy a dar una frase de apertura. La marca del sirviente de Dios es la de aquel que viene a poner en libertad al pueblo. No a enseñorearse de ellos. No para controlarlos, sino para dejarlos en libertad. Una de las principales cosas que hago al plantar iglesias, es dejar al pueblo en libertad. Y ese es el ministerio de Jesucristo.

Vallamos ahora a Mateo 28.

Jesucristo está listo para ascender a los cielos. Estas son unas de sus últimas palabras. Ustedes están familiarizadas con ellas. 

Mateo 28

18 Toda la autoridad se me ha dado en el cielo y en la tierra. Toda la autoridad es mía.

Ahora hermanos, les voy a decir algo más: No hay otra autoridad excepto la autoridad de Jesucristo. Solamente Él tiene autoridad. No hay autoridad excepto Su autoridad. Esto es importante.

LA IGLESIA EN JERUSALÉN

Jesucristo asciende. Los doce apóstoles son enviados a Jerusalén. Ellos levantan una iglesia en Jerusalén. Es muy grande. En el primer día hay tres mil personas en esa iglesia. Ahora me gustaría que fuéramos al libro de los Hechos. Quiero darles el sabor que tenía la iglesia de Jerusalén. Se reunían en casas por toda la ciudad. Sus reuniones eran abiertas. Los hermanos y hermanas compartían libremente unos con otros. Sí, iban al pórtico de Salomón a escuchar a los apóstoles compartir a Cristo con ellos. Los apóstoles les estaban enseñando a conocer al Señor y a cómo reunirse. Pero los hermanos y hermanas libremente se reunían en las casas por todo Jerusalén. Se reunieron por seis años continuos y eran solamente los apóstoles y el pueblo. Hermanos, no había líderes designados, excepto por aquellos doce apóstoles que fueron enviados por Jesucristo. Eran los apóstoles los que plantaban la iglesia y los hermanos y las hermanas. No había líderes designados.

Luego vino la dispersión. Y los hermanos y hermanas se esparcieron por toda Palestina. Algunos de ellos llegaron hasta Antioquia de Siria. Allí otra iglesia fue levantada. Fue la iglesia de Antioquia. La iglesia de Antioquia creció muy rápidamente. A su debido tiempo hubo profetas y maestros. Esos eran dones. Eran funciones. Nunca leerán en el Nuevo Testamento que había ancianos en la iglesia de Antioquia. Pero había profetas y maestros.

Entretanto, de vuelta en Jerusalén, la iglesia crecía después de la dispersión. Hermanos, han pasado catorce años. La iglesia de Jerusalén tiene catorce años. Y en Hechos 11 se nos dice que la iglesia de Jerusalén sufre de gran pobreza y la iglesia de Antioquia les ayuda. Así pues, Antioquia envía dinero a Jerusalén para ayudar a mitigar la pobreza. Y en el versículo 30, del capítulo 11, Lucas dice que Saúl y Bernabé, actuando como representantes de la iglesia de Antioquia, envían dinero de Antioquia a Jerusalén, a los ancianos. Ahora hay ancianos. ¡Tomó catorce años!

Ahora, escúchenme con cuidado. Cada vez que han oído hablar acerca de la iglesia de Jerusalén antes de esto, siempre habían sido, los apóstoles y el pueblo. Ahora Lucas menciona a los ancianos. ¿Qué es lo que hacen allí? Ellos están recibiendo dinero para dárselo a la iglesia. Eso es todo lo que están haciendo.

LOS ANCIANOS EN GALACIA

Entonces, sucede algo interesante. Vayan a Hechos 14. De vuelta en Antioquia, el Espíritu Santo envía a Saúl y a Bernabé a predicar el evangelio a los paganos. Son enviados. Ahora son apóstoles, “enviados”; a mí me gusta mejor el término de “plantadores de iglesias”. O “obreros”. Como quiera que quieras llamarlos. Pero la realidad es que son plantadores de iglesias.

Los hombres de dirigieron a Galacia del Sur. Predicaron el evangelio en cuatro ciudades. Se levantaron cuatro iglesias en esas ciudades. Solamente estuvieron cinco meses en cada una de esas ciudades, predicando el evangelio y levantando la iglesia. Ellos abandonaban esas iglesias sin dejar ningún líder a cargo. Y las dejaban, entre seis meses a un año sin que tuvieran ningún líder. ¿Dónde estaba el liderazgo durante ese tiempo? En las manos de los hermanos y las hermanas. Ellos eran los que dirigían. ¿Entienden ustedes bien esto?

Luego regresaban a esas cuatro ciudades. Y cuando lo hacían, en el capítulo 14, versículo 23 se nos dice que hacían algo muy interesante.

¿Puede alguien en esta habitación decirme el nombre de estas iglesias sin mirar al Nuevo Testamento?  Bien, estas son: Psidia, Iconio, Listra y Derbe. Ahora, al regreso, Lucas dice que Pablo y Bernabé reconocieron ancianos en cada ciudad.

La palabra original en griego, generalmente traducida por “ordenaron”, significa “reconocer”. Ellos reconocieron ancianos en cada ciudad. No era una ordenación oficial como los ministros son ordenados en el día de hoy. Hermanos escuchen. La frase “cada iglesia” no significa cada iglesia en el mundo. Significa cada iglesia en Galacia del Sur en el año 49. Les estoy dando el contexto. Algunos han enseñado de que cada iglesia tiene que tener ancianos. Y basan su idea en este versículo. Pero no es lo que este verso dice de ninguna manera.  Está hablando de todas las iglesias de Galacia del Sur en el año 49.

Permítanme detenerme para decirles algo. En la forma que hemos sido enseñados a acercarnos al Nuevo Testamento es la de tomar un versículo de una carta de Pablo, otro verso de una carta de Pedro, otros versículos de Pablo escritos en épocas diferentes a un grupo diferente de personas, otro versículo de Hechos, sacándolos fuera de su contexto histórico y pegándolos todos juntos. Así es como hemos aprendidos las Escrituras. Pero es un método totalmente equivocado.

Utilizando ese método, ustedes pueden probar cualquier doctrina, pueden apoyar cualquier práctica. Lo que yo les voy a dar en el día de hoy es la historia en todo su contexto histórico. Cuando así lo hacen, las cosas son un poco diferentes. Esto es importante.

Ok. Pablo y Bernabé, reconocieron ancianos. La palabra anciano es la traducción de la palabra griega presbuteros. Simplemente significa un “hombre mayor”. Significa alguien que está más maduro que otros. Así Pablo dice a los hermanos y las hermanas de las iglesias en Galacia lo siguiente:

“Hermanos y hermanas, hace un año que pasé por aquí. Os he observado a cada uno en vuestras funciones. Las reuniones están en sus manos. Han tomado decisiones por ustedes mismos. Seguirán haciendo lo mismo, pero yo me estoy yendo. Regreso a Antioquia. Quizá nunca más regrese por aquí. Por tanto, si tienen algún problema, si tienen una crisis, quiero que miren a esos hermanos en particular  porque son mayores y más maduros. Los he observado desde que regresé y todos ustedes me han dicho su excelente calidad y espíritu de servicio. Ya saben que tienen que observarlos en tiempos de crisis. Solamente estoy reconociendo, públicamente, lo que ustedes ya conocen ser cierto. Se han ocupado de los hermanos y hermanas. Así pues, si hay un problema, escuchen lo que tienen que decir.”

Él no les dijo “Ahora estos hombres van a controlar sus reuniones”. Él no dijo, “Ellos, como los señores romanos, tienen autoridad sobre todos ustedes”. El no les dijo, “Cualquier cosa que ellos digan no es la voz de Dios. Tienen que obedecerles”. ¡No! Él dijo, “Estos son sus hermanos en la iglesia que han demostrado tener sabiduría. Son fieles en el servicio. Ponderen lo que les dicen”. Yo les probaré esto.

LAS IGLESIAS EN GALACIA

Pablo y Bernabé regresan a Antioquia. Estas cuatro iglesias de Galacia tienen visitantes que vienen de Jerusalén. Son judíos cristianos que aún poseen una mente institucional y legalista.

Ellos creen que para ser salvos, uno no solamente tiene que creer en Cristo, sino que también tiene  que guardar la ley de Moisés, que incluye la circuncisión del hombre. Así pues, estos hermanos de Jerusalén, esos judaizantes, visitan estas cuatro específicas iglesias y les dicen a los santos toda una serie de cosas. Ellos les dicen: “Pablo no viene de Jerusalén. Eso significa que no es un verdadero apóstol. No solo esos, sino que le vimos como se enfrentaba a Pedro, el más grande apóstol. Lo vimos  cuando visitamos Antioquia. Como Pablo le gusta complacer a los hombres, no os predicó el evangelio completo. Os ha ocultado la verdad de guardar la ley”.

Algunos de esos galateos creen a los judaizantes. Pablo se entera y les escribe una carta. Hermanos, ¿cuál es el nombre de la carta?  Gálatas, exactamente. Vamos a ver esa carta.

Bien hermanos, tengo una pregunta ¿hay ancianos en las iglesias de Galacia? Sí. Sí, hay ancianos allí.  Hacía un año que Pablo los reconoció. Pablo ha escuchado que esos visitantes han venido con otro evangelio. Así pues escribe a los galateos y les dice en el versículo 1, “PABLO, apóstol, (no de los hombres ni por hombre, mas por Jesucristo y por Dios el Padre, que lo resucitó de los muertos)”.  Luego dice en el versículo 2 “A los ancianos de las iglesias de Galacia.” ¡No! Eso no es lo que dice, ¿no es así?

¿A quién escribe Pablo? Él escribe a la iglesia, a los hermanos y hermanas. ¡Él no escribe a los ancianos! Pienses sobre eso, hermanos. Piensen sobre eso. De hecho, esas iglesias de Galacia están pasando por una gran crisis. El mismo evangelio de Jesucristo está en peligro y Pablo no una vez, ¡ni siquiera una vez! Menciona a los ancianos.

Ahora bien, si los ancianos del siglo primero son hombres que dirigían la iglesia, toman decisiones por la iglesia, son responsables por la salud de la iglesia y representan la iglesia, entonces, ¿por qué Pablo no los menciona? La respuesta es obvia, hermanos. Aquellos ancianos no tenían esa clase de poder. La iglesia estaba en las manos del pueblo, y Pablo escribió a los hermanos y hermanas. Y él enfrentó al problema con los hermanos y hermanas. Puesto que el problema era de ellos. Así pues, ellos, la iglesia, tendrían que hacerse cargo de él.

Ahora, hermanos, cuando yo escribo una carta a una de las iglesias con las que trabajo, yo, al igual que Pablo, escribo a la iglesia. Y la iglesia la lee junta. La iglesia es responsable del mensaje. Es responsable por sus problemas, es responsable por el ministerio.

Esto continúa. Galacia no es una situación aislada. Quiero ahora hacer un comentario. Y quiero que piensen sobre él. En todas las 9 cartas de Pablo a las iglesias, menciona a los hermanos 130 veces. A los ancianos los menciona 5 veces. Menciona a los pastores 1 vez. La palabra hermanos es refiriéndose a ambos, hermanos y hermanas. Esto es significante y se centra en el hecho de que Pablo ve el liderazgo y ministerio de la iglesia perteneciendo a todo el cuerpo, no a los ancianos.

¿Ustedes saben por qué Pablo escribió esta carta a la iglesia y no a los ancianos? ¿Ustedes saben por qué él menciona a “los hermanos” mucho más veces que hace con los ancianos y pastores? ¿Ustedes saben por qué Pablo jamás ataca un problema de la iglesia dirigiéndose a un anciano o pastor? ¡Porque toda la autoridad está dada a Jesucristo! ¡La iglesia es el cuerpo de Cristo! Así pues toda la autoridad está en la iglesia. No es dada a algunos hombres. ¡Está en la iglesia! 

Continuemos. Después que Pablo escribe la carta a los galateos, hay un gran concilio en Jerusalén. Hay un debate sobre la ley de Moisés. Cuando el concilio de Jerusalén se reúne, se reunieron todos los santos en Jerusalén juntos. Era una asamblea con toda la iglesia reunida, con los apóstoles y los ancianos. La escritura nos dice que la iglesia tomó su decisión con los apóstoles y los ancianos. Los ancianos no toman decisiones y dicen: “Iglesia, esto es lo que tienen que hacer”.  No, todos los hermanos y hermanas, “la totalidad de la iglesia”, con los apóstoles y ancianos, toman juntos la decisión. Esto queda sumamente claro en Hechos 15:22.

Además, Hechos 15:23 – 25, nos dice que los apóstoles, los ancianos, los hermanos (la iglesia), escribieron su decisión en una carta. Son los hermanos y hermanas, los apóstoles y los ancianos, quienes escribieron la carta. No fueron solamente los apóstoles y los ancianos quienes la escribieron. Hermanos, ¿me están siguiendo? La iglesia tomó la decisión con los apóstoles y los ancianos. Esto es muy importante.

LA IGLESIA EN TESALÓNICA

 Pablo ahora toma con él a Silas y marchan a Grecia. Plantan cuatro iglesias en Grecia.  ¿Puede alguien en la habitación decidme cuáles fueron esas cuatro iglesias? Son: Filipos, Tesalónica, Berea y Corinto. Cuatro iglesias. Pablo y Silas, con Timoteo, estuvieron casi tres meses con cada una de ellas excepto Corinto. Los corintios no eran muy inteligentes. Así pues tuvieron que quedarse con ellos dieciocho meses. Y a pesar de todo no les hizo mucho bien porque tuvieron más problemas que cualquier otra iglesia.

Ahora, Pablo planta una iglesia en Filipos. Luego marcha a Tesalónica y planta otra iglesia allí. Deja detrás a Timoteo en Tesalónica, a quién tomó para este viaje. Llega a Berea y luego a Corinto. Timoteo se reúne con Pablo en Corinto y le dice “Pablo, la iglesia de Tesalónica está teniendo muchos problemas”.

Escúchenme bien, hermanos. La iglesia de Tesalónica solamente tiene seis meses de vida. Estos son los nuevos cristianos. ¿En algún momento se han encontrado con una cristiano de seis meses? No. ¿Él es un verdadero bebé? Sí. Amén. Virtualmente todos esos cristianos de Tesalónica eran paganos antes de encontrar al Señor. (Algunos eran judíos)

Timoteo le dice a Pablo, “Pablo los cristianos de Tesalónica están siendo perseguidos. Algunos de ellos están siendo tentados para regresar a su vieja vida de inmoralidad. Necesitan ser alentados.”

Pablo entonces, envía a Timoteo de vuelta a Tesalónica con una carta.

Vayamos ahora a 1 Tesalonicenses. Ahora, hermanos, esto es importante que se den cuenta. La iglesia de Tesalónica, estaba libre de hacer y tomar cualquier tipo de decisiones al igual que las otras iglesias que habían salido de las manos de Pablo. Esta es la carta de Pablo. Quiero que leamos el primer verso. “PABLO, y Silvano, y Timoteo,  a los acianos en la iglesia de los Tesalonicenses”. 

¿Es eso lo que dice?

¡No!

¡Él escribe a la iglesia! “A los hermanos y a las hermanas”. Él les escribe a ellos. Es a la iglesia a quién instruye. Él plantea los problemas a la iglesia. Espera que los hermanos y hermanas, la iglesia, ¡se encarguen de sus propios problemas!

“Pero hermano Frank, ¿qué hay acerca del capítulo 5:12 – 13?”.

Vayamos al capítulo 5:11. Pablo dice a la iglesia, “Por lo cual, consolaos los unos á los otros, y edificaos los unos á los otros, así como lo hacéis.”  Ellos, los hermanos y hermanas, se ministraban unos a otros. Se cuidaban los unos a los otros. Y entonces Pablo dice: “Y os rogamos, hermanos, que reconozcáis á los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan

La palabra griega que es traducida por presiden y amonestan es “proistemi”. Significa proteger y proveer cuidado. “Estimad en alto grado, a aquellos que os protegen y os guardan, por su trabajo”. Luego en el versículo 14 les dice “También os rogamos, hermanos, que amonestéis á los que andan desordenadamente, que consoléis á los de poco ánimo, que soportéis á los flacos, que seáis sufridos para con todos ”. Esa es la misión de la iglesia.

Ahora, hermanos, escúchenme. Esta iglesia tiene seis meses. ¡Solamente seis meses! No hay ancianos en esta iglesia. Es imposible tenerlos. Recuerden, los cristianos solamente tienen seis meses.

¿A quién entonces se está refiriendo Pablo en el capítulo 5:12-13? ¿Quiénes son esos hombres que tienen que ser estimados por tener cuidado del rebaño? Se está refiriendo a Timoteo, Silvano y a él mismo, los tres hombres son obreros, llamados a la obra. Ellos son los que se están preocupando y cuidando de la  iglesia en este momento.

El verso dice que los estimen por “su trabajo”. Pablo está esencialmente diciendo, “Hermanos, nosotros somos vuestros obreros y, ahora mismo, nos estamos preocupando pro vosotros. Reconocernos y apreciarnos. Apreciad a Timoteo cuando vaya hasta ustedes, pues él se preocupa de vosotros. Apreciad a Silvano y a mí mismo que trabajamos por vosotros”. Pero lo está diciendo de tal manera que no está trayendo la atención hacia él ni sus hombres.

No podía haber ancianos en la iglesia, era imposible. Pero su ustedes creen que había ancianos, está bien. Él solamente les está diciendo, “Estímenlos, aprécienlos”. Pero recuerden que toda la carta está dirigida a la iglesia. En ningún momento está diciendo: “Obedezcan a todo lo que ellos dicen”. Es un concepto completamente diferente de lo que hemos sido enseñados.

Timoteo regresa a Corinto, donde Pablo se encuentra y le dice: “Hermano Pablo, leí la carta, pero los santos están confundidos. Contestaste su pregunta acerca de lo que le pasa a los creyentes cuando mueren. También mencionaste el regreso del Señor. Pero ahora se creen que Jesús está regresando en cualquier momento porque les dijiste que el Señor está regresando. Así pues, la mitad de la iglesia ha dejado de trabajar y se están aprovechando de los otros hermanos. Este es un problema serio”.

Así pues, Pablo escribe otra carta, que nosotros conocemos como 2 Tesalonicenses. Así es como empieza esta carta: “Pablo, Silvano y Timoteo a los ancianos” ¡No! “a la iglesia”. Esta iglesia estaba teniendo grandes problemas. Imagínense a su congregación en la que la mitad de los santos han dejado sus trabajos y están ahora viviendo a expensas de los otros hermanos y hermanas. Si Pablo fuera su obrero, ¡él no escribiría a los ancianos de esta habitación! Escribiría a la iglesia entera. En toda esta carta, Pablo nunca menciona a los líderes locales. ¿Por qué? Porque él sabía que la iglesia estaba conducida por la iglesia. El liderazgo estaba en las manos de la iglesia. Pero aún no hemos terminado.

LA IGLESIA EN CORINTO

Después que Pablo estuvo en Corinto levantando la iglesia en esa ciudad, partió abandonándola. Marchó a Antioquia.  Después de Antioquia, marcho a Éfeso. Se queda tres años en Éfeso, hermanos. Durante el tiempo que allí estuvo, conoce a una mujer llamada Cloé y a la gente que trabaja con ella. Estaban de visita en Corinto. La gente de Cloé cuentan a Pablo los problemas de los que han sido testigos en la iglesia de Corinto. No mucho después, Pablo recibe una carta de la misma iglesia de Corinto, traída por tres hermanos de la iglesia. La carta contiene una lista de preguntas para Pablo. La iglesia de Corinto tiene unos seis años. No seis meses. Seis años.

Déjenme pasar lista a los problemas por los que están atravesando. ¿Qué está pasando en Corinto? Divisiones. Se están dividiendo en cuatro grupos. Inmoralidad. Hay caso o casos de incesto. Abusos en la Cena del Señor. Se están emborrachando en la Cena del Señor, otros no hacen más que comer, gula. Se están llevando a la corte unos a otros. No hay amor entre ellos. Se la pasan peleando. Yo les diré de otra más: están dudando de la resurrección (ver el capítulo 15). ¿Pueden pensar de algo más? Algunos de ellos están regresando a sus viejos estilos de vida paganos y visitan prostitutas (ver capítulo 6). Es un problema de tamañas proporciones.

Estoy seguro que Pablo alzó sus manos diciendo: “¡Me gustaría no haber conocido a estas personas! ¿Después de seis años too esto está ocurriendo?” Así pues, Pablo toma su pluma y les escribe una larga carta. En nuestra versión tiene 16 capítulos.

Me gustaría leerles las primeras palabras de esta carta. 1 Corintios 1:1. Tengan bien presente lo que está ocurriendo en esta iglesia: “Pablo, un apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Sostenes quién se encuentra con nosotros, a los ancianos de la iglesia”. A los ancianos que nos están haciendo un buen trabajo. A los ancianos que no están controlando muy bien al pueblo de Dios. ¿Es eso lo que dice?

¡No!

Él escribe “¡a la iglesia!” a los hermanos y hermanas. Este es vuestro problema. Espero que se hagan cargo de él. La iglesia está en vuestras manos. Dios os ha dado, a los hermanos y a las hermanas, la responsabilidad de los asuntos de la iglesia.

Pero el punto siguiente es más interesante. ¡Pablo no hace, en ningún momento, mención a los ancianos! ¡ni una sola vez! ¡Ni una sola vez menciona a un pastor! ¡Ni una vez llama a un supervisor u obispo! Menciona por más de 30 veces a los hermanos. “Hermanos, les imploro”. “Hermanos, les ruego”. “Hermanos se supone que ustedes deben de entregar a Satán a ese hombre que está cometiendo incesto”, “Hermanos, tienen que hacer esto...” ¡No los ancianos!

Pero no termina ahí. Pablo ahora abandona Éfeso y visita Macedonia. Probablemente visita la iglesia en Filipos que está en Macedonia. Pablo se entera que hombres de Jerusalén han venido a la iglesia de Corinto y están tratando de hacerse cargo de ella. Están hablando mal de Pablo. Están enseñando a la iglesia que deben seguir la ley de Moisés. Están clamando que ellos son los verdaderos apóstoles porque traen cartas de Jerusalén. Pablo no tiene esas cartas. Pablo no vino de Jerusalén (donde vienen los verdaderos apóstoles). Él está predicando un falso evangelio.

Estos judaizantes están diciendo, “Hemos tenido visiones. Hemos tenido experiencias con Dios. Hemos venido de Jerusalén.  Tenemos cartas. Somos los verdaderos apóstoles. Ustedes deben seguirnos a nosotros. No a Pablo”. El punto alarmante es que algunos de los corintios están dejándose engañar por estos hombres.

Hermanos, si ha habido un momento como para tocar la alarma y llamar a los ancianos, para reprender a los ancianos, para dirigirse a los ancianos, no hay momento mejor que este. Pero vayamos a 2 Corintios. Veamos si Pablo tiene todo bajo control.  Veamos si Pablo al fin se da cuenta que necesita envolver a los ancianos en este problema.

2 Corintios 1:1, “Pablo un apóstol de Jesucristo, por la voluntad de Dios y Timoteo nuestro hermano, aquí conmigo, a los ancianos” ¡No! De nuevo escribe “a la iglesia”. Hermanos, habla a la iglesia a través de toda la carta. A la iglesia. La iglesia es el pueblo de Dios. Los problemas de la iglesia pertenecen al pueblo de Dios.

LA IGLESIA EN ROMA

 Pablo ahora abandona Macedonia y visita Corinto. Visita a esta problemática iglesia donde se queda por tres meses en el invierno del año 57. Desde Corinto, escribe una carta a la iglesia en Roma que él transplantó en el tiempo que estuvo en Éfeso.

La carta a los Romanos está considerada como el escrito más grande de Pablo. Todo lo que es importante para la fe cristiana, se encuentra en esa carta. Es su obra maestra.

Ahora hermanos, escúchenme con atención. La iglesia en Roma tiene seis años. Esta es la sexta carta que escribe Pablo. Quiero que miren esta carta a los Romanos. Les quiero decir por qué él escribió esa carta.

Pablo se está haciendo viejo y hay nuevos conversos en la iglesia de Roma. Pablo no ha estado nunca en Roma. Él envió a gente que conocía Roma. La iglesia fue transplantada. Pero el nunca había estado en Roma. Él escribió esta carta para dar a los nuevos conversos una explicación  compresiva de la fe cristiana.  En esta iglesia había judíos y gentiles. Tenían problemas los unos con los otros. Pablo había oído de ello. Algunos creían que solamente se podían comer los alimentos puros. Los gentiles decían que se podía comer cualquier tipo de alimentos. Los judíos cristianos creían que se debían de guardar algunos días y mantenerlos santos. Los gentiles creían que todos los días eran iguales.

Hay un conflicto interno. Están luchando, hermanos. Los judíos cristianos y los gentiles cristianos no se están llevando bien.

Así Pablo escribe, “A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados santos”. Pablo en ningún momento menciona, en esta carta, a pastores, ancianos o supervisores. Está escrita a la iglesia y solamente a la iglesia. Y es el más importante documento que explica la fe cristiana.

Pero esto no es todo. En el último capítulo, el 16, saluda a la gente de la iglesia. Saluda a 26 individuos y a cuatro familias. Menciona varias cosas sobre ellos. ¡En ningún momento menciona ancianos, supervisores ni pastores!

Siguiendo su estilo, la carta está escrita a la iglesia. Y cuando se enfrenta a los problemas, en los capítulos 13 – 15, él escribe a la iglesia y a ella se dirige. Les dice que se amonesten los unos a los otros. En otras palabras, “Este es su problema, iglesia. Resuélvanlo”.

LAS IGLESIAS EN COLOSAS Y ÉFESO

Pablo visita Jerusalén. Casi le matan. Es puesto en prisión en Cesárea.  Luego es llevado a Roma como prisionero. En Roma, Pablo se encuentra en arresto domiciliario. Escribirá sus más profundas cartas desde prisión. La primera es Colosenses.

Vayamos a Colosenses. ¿Puede alguien en la habitación decirme quién comenzó la iglesia en Colosas? No fue Pablo. Fue Epafras. Él era un hombre que Pablo trajo al Señor. Epafras regresó a su ciudad natal en Colosas y levantó una iglesia. Esta iglesia tiene ahora unos seis años. Están teniendo problemas. Los judíos cristianos le han dado a los colosenses un falso evangelio. Epafras visita a Pablo en Roma. Aquí tenemos a un apóstol joven visitando a otro viejo.

Epafras le dice a Pablo, “Visitantes han llegado a la iglesia en Colosas con un falso evangelio”. Recordemos que Pablo nunca ha estado en esta iglesia. Así Pablo comienza a gritarle a Epafras diciéndole, “Claro, nombraste a los ancianos equivocados, esto no debía haber sucedido. Los ancianos están supuestos a prevenir que estas cosas sucedan. Déjame que yo me encargue yo les voy a escribir a esos ancianos”. Y así comienza la carta Colosenses 1:1 “Pablo un apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los ancianos”.

¡No! ¡No dice eso! ¡Es a los santos! ¡A los fieles hermanos! La carta está dirigida a los hermanos y a las hermanas. Y Pablo habla a la iglesia de principio a fin. Él ministra a la iglesia porque este es un problema de la iglesia. No hay mención a los ancianos. No hay mención a los supervisores. No menciona a los pastores. ¡Hermanos, consideren esto! 

Al mismo tiempo Pablo tiene su más profundo deseo de presentar el evangelio del eterno propósito de Dios a todos los santos del Asia Menor: a Éfeso, de igual forma a todos los cristianos de la región, hace esto en la carta a los Efesios. Es esta la corona del ministerio de Pablo.

Efesios 1:1 dice, “Pablo, un apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los ancianos de Éfeso” ¿Es eso lo que dice? ¡Por supuesto que no! La carta está dirigida a los hermanos y hermanas. Y finalmente, en el capítulo cuatro, finalmente, Pablo dice la palabra “pastores”. En todas sus cartas anteriores a esta, nunca mencionó la palabra “pastores”

Chocantemente, todo lo que dice acerca de ellos, en el capítulo 4, es que los pastores y maestros están allí para ayudar a formar a los santos. ¿Formar a los santos para hacer qué? Ministrarse unos a otros. Hacerse cargo de sus propios problemas. A ser la iglesia. Y esos pastores ¡no se enseñoreaban del pueblo de Dios! Están entre el rebaño, no sobre el rebaño. Son algo así como hermanos mayores. Y Pablo nunca les escribe una carta a ellos cuando la iglesia está en crisis. ¡Nunca!

Entonces, Pablo dice a la iglesia de Éfeso en 5:21 “Sujetados los unos á los otros en el temor de Dios.” ¿Por qué? Porque la autoridad de Dios está en el cuerpo. La autoridad se le es dada a Jesucristo y la iglesia es Cristo en forma corporativa. La autoridad descansa en la iglesia. Tenemos que someternos los unos a los otros.

PABLO DIRIGIÉNDOSE A LOS ANCIANOS DE ÉFESO

Pero hermanos, hay un pequeño punto que he dejado a un lado. Quisiera regresar. Regresemos a cuando Pablo levantó la iglesia en Éfeso. La erigió en tres años. Fueron unos tres años muy intensos. En la escuela de Tirano, él ministró a Cristo todos los días por dos de aquellos años, desde las once de la mañana hasta las cuatro de la tarde. Al mismo tiempo estaba entrenando obreros a quienes él enviaría, más tarde, por todo el Asia Menor a plantar iglesias. Él los entrenó en Éfeso. Fueron esos hombres los que trajeron el evangelio por todo el Asia Menor. Ustedes conocen los nombres de algunas de esas iglesias. Se mencionan en el libro de  Apocalipsis en los capítulos 2 y 3. Fueron plantadas durante el viaje de Pablo al Éfeso, durante los años 52 al 55.

Bien, veamos ahora. Cuando Pablo abandona Éfeso, camino de Jerusalén, él y los hombres que con él estaban – los cuales había entrenado para la obra – se encontraron con los ancianos de Éfeso. Lo que Pablo le dijo a esos ancianos es algo que cada hermano en esta habitación necesita escuchar con sus oídos físicos y con sus oídos espirituales.

Les voy a leer del libro de los Hechos:

Hechos 20

17 Y enviando desde Mileto á Éfeso, hizo llamar á los ancianos de la iglesia.

Así pues, había ancianos en Éfeso. Cuando Pablo escribe a los efesios unos cinco años más tarde, había ancianos presentes en la iglesia. Pero Pablo nunca se dirige a ellos. A ninguno. ¿No es interesante?

Ahora nos encontramos en Mileto. Y Pablo habla a todos esos ancianos. Es el año 57.

Más adelante les dice:

Hechos 20

28  Por tanto mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre.   

La palabra obispos significa supervisores, y les está diciendo, que ellos, hombres mayores hechos supervisores por el Espíritu Santo, en el rebaño, entre el rebaño, no sobre el rebaño. ¡Entre el rebaño! ¿Entre el rebaño para qué? Para apacentar la iglesia de Dios. No para controlar el rebaño, sino para cuidarlo. Para servirlo. Los ancianos son supervisores, no señores.

La palabra supervisor significa que mira por el bien de los santos, no por sus propios intereses personales. No obstante, porque los supervisores, se preocupan por los santos, son llamados pastores también. Y esto es una metáfora no un título.

Todos los hermanos y hermanas se ocupan unos de otros. Todos se ocupan unos de otros. Pero los pastores son mayores, más sabios que tienen más experiencia. Son ejemplos para todos. Déjenme ponerlo de otra forma. Cada hermano y hermana tiene que hacer lo que el pastor-anciano hace. Puesto que los ancianos son ejemplos para todos.

Ahora, hermanos, siéntense firmes. Prepárense. Se va a poner un poco pesado, hermanos. Veamos Hechos 20:33 quiero que lean muy detenidamente y despacio del 33 al 35.

Hechos 20

33  La plata, ó el oro, ó el vestido de nadie he codiciado.

34  Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario, y á los que están conmigo, estas manos me han servido.

35  En todo os he enseñado que, trabajando así, es necesario sobrellevar á los enfermos, y tener presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurada cosa es dar que recibir.

Ahora, hermanos, veamos la situación. Pablo, un apóstol enviado por Dios, se toma tres años levantando la iglesia en Éfeso. Antes de abandonarla, él reconoce a los hermanos mayores, los ancianos. Él les dice, “Encárguense del pueblo de Dios por cualquier problema” No les dice, “Enseñoréense de ellos, contrólenlos” tampoco les dijo “Ustedes son sus líderes, ellos tienen que obedecerles”. No, no les dijo eso. Después de dos a tres años, se vuelve a encontrar con ellos en Mileto.

Y ahora les dice, “Hermanos, el Espíritu Santo les ha dado el don de encargarse del pueblo de Dios. Ellos son el rebaño de Dios, no vuestro rebaño. Es el rebaño de Dios que fue adquirido con Su propia sangre. Hermanos, cuando estuve entre vosotros, trabajé con mis propias manos. Yo pagué por mis propias necesidades, también pagué por las necesidades de los que entrené. Les he dado un ejemplo. Ancianos, pastores de Éfeso, recuerden mi ejemplo. Que yo no tomé nada del pueblo de Dios. ¡Les dí! ¡No tomé nada de ellos! Sigan mi ejemplo”. Y esto es lo que un anciano es, hermanos. ¡Él da! ¡Él no recibe! Hermanos, piensen sobre esto. Solamente esto les pido, piensen sobre esto.

LA IGLESIA EN FILIPOS

Ahora Pablo se encuentra en Roma y está listo para escribir la última epístola a la última iglesia. Él es un viejo. Le quedan pocos años de vida. Tiene noticias que la iglesia que plantó en Filipos está teniendo problemas. La iglesia tiene 10 años. Hay ancianos. Han crecido con el tiempo.

Permítanme decirles los problemas que tienen. Las hermanas en la iglesia no hacen más que pelear. Hay desacuerdos. No se están llevando bien. Están listos a matarse unos a otros. ¿Alguna vez han visto esto? Yo sí lo he visto.

Han regresado los judaizantes. Les están diciendo que han de circuncidarse y seguir la ley de Moisés. Pero no sólo eso están diciendo. De igual forma les dicen “Estamos bajo la gracia, así  pues, podemos pecar. No hay nada malo en ello. Comamos hasta hartarnos. Vivamos por la carne.

Hermanos, la iglesia está en serios problemas. Así pues, Pablo escribe su última carta a esta asamblea. Veamos como la dirige.

Filipenses 1

1       PABLO y Timoteo, siervos de Jesucristo, á todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos,...

Oh, a propósito, en esta carta también se la dirige a...  los obispos y diáconos.

Pablo simplemente está diciendo, “Esta carta es, primero para la iglesia y luego para ustedes, ancianos” Y luego se pone a decirle a los ancianos que este problema es problema de ellos. ¿Es eso lo que hizo, hermanos? ¡No! ¡y mil veces no! ¡La carta está escrita a la iglesia! Él no se dirige o menciona a los supervisores ni una vez más. Él solamente, después de haber saludado a la iglesia, les da un cumplido “Hola”. Luego no los vuelve a mencionar más.

PABLO Y TIMOTEO

Ahora nos encontramos en el año 62. Pablo es dejado en libertad de la prisión. La iglesia de Éfeso está siendo infiltrada por falsos maestros. Y parece ser que la iglesia no lo está manejando muy bien. Como tampoco parece que los ancianos, los hombres mayores de la iglesia, están lidiando con esas falsas enseñanzas que, algunos de los santos más jóvenes, están aceptando con facilidad.

La iglesia de Éfeso tiene unos diez años. Pablo ya había reconocido ancianos en ella. Nos encontramos con ellos en Hechos 20. Pero diez años más tarde Pablo escribe a su colaborador, Timoteo – un joven apóstol. Pablo dice algo interesante a Timoteo en la 1 Timoteo 3:1 “Si hay algún hombre en la iglesia que quiere  ser supervisor, él desea un buen trabajo”.

En la frase griega de este pasaje, no hay palabra alguna que quiera decir “oficio” o “puesto de trabajo”. De hecho en el Nuevo Testamento nunca un anciano es llamado a desempeñar un cargo. (Las traducciones que utilizan la palabra como un cargo, no reflejan al original.  Ver el libro ¿Quién es tu cobertura?). El supervisar es una función, no es un cargo.

Pablo escribe, “Si hay un hermano que desea supervisar, desea algo bueno”. Y ahora Pablo hace algo interesante. Le da a Timoteo algunas de las características de un supervisor, es decir, un anciano.

Ahora, esto es lo que tienen que pensar: Uno, ya hay ancianos en Éfeso. Dos, Timoteo ha estado viajando con Pablo  por alrededor de 12 años. Timoteo debería saber lo que es un anciano. ¿Por qué, entonces, Pablo dice a Timoteo las características que un anciano debe tener? Él debería de saberlas. Estas son preguntas importantes.

Voy a llegar a dos conclusiones. La primera es que un anciano no es un cargo. Como tampoco es una función estática. No existe esa cosa de que “una vez anciano, por siempre anciano”.

Segunda, Pablo escribió esta carta a Timoteo. En ella, él le dio las características que ha de tener un anciano. Timoteo debería haberlas sabido ya. De hecho Timoteo debería de saber bastante acerca de los ancianos. Hermanos, reconocer a los ancianos, no era algo tan importante en la iglesia del siglo primero. A Timoteo se le había instruido acerca de ello. Quizá no fue escrito para él sino que quizá fue escrito en beneficio de la iglesia. De cualquier manera, indica que el pueblo de Dios no era muy conocedor de lo que era un anciano. No era algo que estaba definido ni estructurado.

Recuerden que Éfeso, en este momento, es una iglesia de unos 10 años. Timoteo ha estado trabajando con Pablo todo este tiempo y, no obstante, Pablo le tiene que decir “Estas son las características del anciano”.

Pablo era conocedor que la iglesia sufría con las falsas enseñanzas recibidas por los visitantes. Aparentemente los ancianos que allí había no habían estado el suficiente tiempo “ancianeando” debidamente. O puede ser que no estaban capacitados para ello. Quizá se estaban enseñoreando del pueblo de Dios. 1 Timoteo 5:19-22 puede indicar esto.

Pero aquí hay un punto. Se le tenía que decir a Timoteo lo que era un anciano. Tanto si fue en su beneficio o en beneficio de la iglesia. En consecuencia, el anciano, o lo que este es, no era algo que fuera tan importante de considerar. Esto es consistente el tono de todas las cartas de Pablo, tal como hemos visto.

Luego, más adelante en la carta, en 1 Timoteo 5:17, Pablo menciona algo interesante. Ahora hermanos, ¿recuerdan cuando Pablo estaba con los ancianos de Éfeso en Mileto y les dijo, “Yo he trabajado con mis propias manos. No he tomado nada de la iglesia. Sigan mi ejemplo. Jesucristo dijo que era mejor dar que recibir. Así pues ustedes ancianos, den y no reciban? ¿Recuerdan aquella parte? Hermanos, Pablo no se está contradiciendo aquí.

Pablo está diciendo a Timoteo. “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doblada honra”. La palabra gobernar, pobremente traducida, es la griega proistemi. Significa guardar o tener cuidado de algo. No significa gobernar. No quiere decir controlar. Significa guardar y proteger. Pablo escribe, “los ancianos que guardan bien y toma mucho tiempo en ministrar, deben ser dados doble honor”.

Ahora, escúchenme bien hermanos. Pablo dijo a las iglesias, “Honraos los unos a los otros” (ver Romanos 14). Todos los hermanos y hermanas se honrarán los unos a los otros. Él también le dijo a la iglesia en Éfeso, someteos los unos a los otros. Los cristianos se han de honrar los unos a los otros y someterse los unos a los otros.

Pero los hermanos que sirven más, esos que dan más de sus vidas, ellos son merecedores de doble honor. Pablo le está diciendo a Timoteo, “Asegúrate de que los santos aprecian a esos hermanos, quienes trabajan arduamente por el bienestar de la iglesia. Especialmente aquellos que ministran tanto en las asambleas. No a todos los que llevan a cabo el ministerio en las reuniones. ¡No! Sino aquellos que enseñan más que otros. Esos son merecedores de mayor respeto”

Pablo continúa y establece un punto diciendo: “¿Recuerdan la Escritura que dice que el buey es merecedor de su alimento? El buey que trabaja es merecedor del alimento. Y también el empleado que trabaja es digno de ser pagado.”

Ahora, síganme hermanos. Un buey que trabaja es merecedor del alimento. Un obrero que trabaja es merecedor de un salario, o ser pagado monetariamente por el trabajo realizado. De igual forma, el anciano que sirve bien, que dan sus vidas a las ovejas, no son merecedores ni de alimento ni de dinero, sino de mucho más respeto. Doble honor.

¡Pablo no dijo que eran dignos de un salario! ¡No dijo que eran merecedores de comer gratuitamente! Él dijo que eran merecedores de doble honor. La palabra griega por salario monetario (misthos y opsinion), no son utilizados aquí. La palabra utilizada es time, y significa respeto. Significa honor. Esto está confirmado en 1 Timoteo 5:19, donde Pablo dice que los ancianos no pueden ser deshonrados aceptando la acusación de solamente una persona. Una acusación contra un anciano, debido a que tiene que ser honrado, ha de ser hecha por dos o tres testigos ¿Por qué? Porque es digno de doble honor. ¡No un salario¡ Sino doble honor.

Recuerden, fue a los ancianos en Éfeso, esos mismos hombres, a los que, cinco años antes, Pablo les dijo: “He trabajado con mis manos. No he tomado nada de la iglesia. Solamente he dado a la iglesia. ¡Sigan mi ejemplo!

PABLO A TITO

Estamos en el año 64. El pueblo de Dios está siendo perseguidos por Nerón el emperador Romano, quien persigue a los cristianos en Roma. Los está matando. La mayor parte de los que son mencionados en Romanos 16 (lean sus nombres) fueron torturados. Fueron quemados vivos. Fueron matados pro Nerón. Esto fue lo que ocurrió, hermanos.

Durante el tiempo de esta persecución, Pablo escribe a Tito, otro hermano que trabajó con él. Otro hermano a quien entrenó. Pablo, y quizá también Tito, plantaron varias iglesias en la isla de Creta. Años más tarde las cosas se estaban derrumbando. Así pues, Pablo escribió a Tito diciéndole, “ve a Creta. Las cosas están mal por allí. Están siendo perseguidos. Hay falsas enseñanzas que están siendo aceptadas”

Recuerden que hay persecución de cristianos en Roma. Pablo escribe a Tito y le dice, “Las iglesias se están descompo­niendo. Ve allá, ahora es tiempo de reconocer a los ancianos, hombres fieles que han ayudado en la crisis.” Y luego dice “Reconoce a esos hombres, aquellos que ya están sirviendo. Reconócelos. Reconócelos en cada una de las iglesias”.

Hermanos, Pablo no dijo que reconocieran a los ancianos en todas las iglesias del mundo. El capítulo 1 de Tito ha sido utilizado para justificar esta práctica. ¡No! Él dijo que se reconocieran los ancianos en cada una de las iglesias de la isla de Creta. Ese es el contexto. Y entonces hace lo mismo que hizo con Timoteo: le da las características del verdadero supervisor.

¿Por qué esas características? Para que aquellos hombres no se enseñoreasen del pueblo de Dios. Tenían que ser aceptados. Para que no controlaran la iglesia. Que el reconocimiento público no les diera el poder de controlar la iglesia y hacerse cargo de todo el ministerio. Pero en tiempos de crisis, los hermanos pondrían sus ojos sobre ellos.  Este era el trabajo que Tito tenía que llevar a cabo.

De nuevo, las características de un anciano no eran muy bien conocidas. Tito viajó por bastante tiempo con Pablo y le tenía que haber dicho cuales eran estas características.  Ancianos, supervisores, etc. no se les daba el grado de atención que se les da en el día de hoy.

Finalmente, Pablo escribe esta última carta antes de su muerte, 2 Timoteo. No hay mención alguna sobre ancianos ni pastores. Le dice a Timoteo, “Eres un obrero. Se fiel a tu trabajo” Timoteo era un plantador de iglesias. Era un obrero itinerante. Trabajó de la misma forma que Pablo lo hizo, ayudando a las iglesias y luego abandonándolas. Esto era lo que él hacía. Pablo le alentaba en esta carta a continuar fielmente con este tipo de trabajo.

PEDRO A LAS IGLESIAS DEL ASIA MENOR

Muere Pedro. Las iglesias de Galacia y Asia Menor que Pablo plantó, están sufriendo. Han sido perseguidas. Pedro, el apóstol, está en Roma. Pedro sabe que Pablo está muerto. Ahora estas iglesias necesitan del cuidado de un obrero externo. Pedro sabe que están sufriendo y les escribe una carta para alentarles en su sufrimiento. Galacia, Bitinia, Asia Menor, etc. son territorio de Pablo. Este es el mundo de los gentiles. Estas iglesias están constituidas, principalmente por gentiles, no por judíos. Pero Pablo está muerto.

Con la ayuda de Silvano, que estaba con Pedro en Roma, Pedro escribe una carta a los cristianos en el Asia Menor y en Galacia. Se la conoce con el nombre de 1 Pedro. Vamos a verla.

Comienza diciendo, “PEDRO, apóstol de Jesucristo, á los extranjeros” y lista los lugares donde residen. Escribe a los cristianos que residen en  Asia Menor y Galacia. Notemos: él no le escribe a los ancianos. Al igual que Pablo, Pedro escribe a las iglesias. Y todo lo que él dice es para las iglesias. Hasta que llega al último capítulo. ¿Entienden el significado de esto? Primero a la iglesia y luego, después de esto, Pedro quiere decir algo a los ancianos.

Hermanos, escuchen esto con los oídos del espíritu. Pedro sabe que la iglesia está teniendo momentos difíciles. Están sufriendo.  Hay una tendencia en el hombre, en nuestra naturaleza humana, de controlar al pueblo de Dios, cuando las cosas no están marchando bien en ellos. En nuestro deseo de protegerlos, surge la tendencia de controlarlos. Pedro sabía eso. Pedro también sabía que Pablo estaba muerto. Así pues quiso decir algo a los hermanos.

1 Pedro 5

1  RUEGO á los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de las aflicciones de Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada:

Notemos que dice entre vosotros, no sobre vosotros. ¡Los ancianos están entre la iglesia, no sobre la iglesia! Y continúa incluyéndose entre ellos.

2       Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino de un ánimo pronto;

De nuevo les repite “entre vosotros” no “bajo vosotros”. ¿Entienden bien? La iglesia se encuentra entre los ancianos, no bajo los ancianos. Continúa diciendo que la cuiden sin enseñorearse de ella. Vosotros hermanos mayores, vosotros que sabéis más. Les pido que se preocupen de sus hermanos y hermanas más pequeños. Eso es lo que Pedro está diciendo. “No por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino de un ánimo pronto”.

3       Y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino siendo dechados de la grey.

No enseñoreándose de ella sino siendo un ejemplo para ella. Luego les dice a los hermanos y hermanas, más jóvenes,

5  Igualmente, mancebos, sed sujetos á los ancianos; y todos sumisos unos á otros, revestíos de humildad; porque Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.

Que parafraseando quiere decir más o menos: “Vosotros los jóvenes, someted vuestro corazón, escuchen y ponderen lo que los ancianos tienen que decir. No porque tengan autoridad sobre vosotros. No porque tengan el derecho ni la autoridad para controlarles, sino porque son mayores que vosotros en su vida espiritual”

Y al cerrar el verso 5 les dice que todos se sujeten unos a otros en humildad. Estas palabras son el eco de las de Pablo en Efesios 5.

Ahora hermanos, escúchenme. Esto es muy importante. Pedro tiene miedo que en estos momentos de crisis los ancianos comiencen a enseñorearse, a tomar control, o ejercer autoridad (exousioa) sobre la iglesia. Así pues les dice, “No se enseñoreen sobre el rebaño” Esta palabra, “enseñorearse” es la misma, en griego, que la que Jesucristo utilizó en el mensaje de apertura que les leí cuando les dije: “Los gentiles se enseñorean (katakurieuo) a los que están bajo ellos. Los gentiles tienen jerarquía. En autoridad, están unos sobre otros.  Pero no ha de ser así entre vosotros. Pedro repite la palabra que utilizó el Señor. “¡No se enseñoreen de ellos!”  “¡No se pongan en autoridad sobre el pueblo de Dios!”

Ahora, hermanos, ninguno de nosotros piensa que nos enseñoreamos del pueblo de Dios. Pero déjenme decirles algo: si su gente tiene miedo de ustedes, ¡ustedes se están enseñoreando de ellos! Sus motivos podrán ser buenos. Pero si su pueblo se siente controlado por ustedes, ¡ustedes se están enseñoreando de ellos! Hermanos, si su gente siente que ellos tienen que obtener su permiso para tomar decisiones en sus vidas privadas, ¡entonces se están enseñoreando de ellos! Porque, hermanos, están poniendo miedo en sus corazones. Les están haciendo sentirse controlados. Les están diciendo lo que pueden y no pueden hacer en sus vidas privadas... como votar, asistir o no asistir a reuniones... por tanto, ustedes hermanos, ¡se están enseñoreando de ellos! Y si eso no significa enseñorearse sobre el pueblo de Dios, entonces, ¡¡¡díganme entonces que significa enseñorearse del pueblo de Dios!!!

Los servidores de Dios, nosotros en esta habitación, estamos llamados a dejar libre al pueblo de Dios. Este es nuestro ministerio. Ustedes podrán visitar cualquiera de las iglesias en las que yo trabajo. Descubrirán que no tienen miedo de mí. Yo no les digo donde debe ir o no ir. Yo no les digo lo que pueden o no pueden hacer. Les dejo libres para estar bajo Jesucristo quien es el único Señor. Y hermanos, me respetan. Y si les pido que hagan algo, no lo hago dándoles una orden. Nunca les ordeno hacer algo. Yo, como Pablo, les ruego, les pido. Y ellos escuchan lo que tengo que decir. Pero, hermanos, no los controlo. Ellos no tienen miedo de mí. Consideren esto, hermanos.

Ahora, voy a terminar esto rápidamente para completarlo. Pedro escribe otra carta, 2 Pedro. Trata sobre las herejías existentes en las iglesias del mundo de los gentiles.  Los eruditos piensan que esta carta fue dirigida a las mismas iglesias que la primera carta fue escrita. Ahora, a pesar de las herejías que están infiltrando a las iglesias, Pedro nunca menciona a los ancianos. Él les predice la venida de falsos maestros y profetas. Pero nunca menciona a los ancianos o líderes como un antídoto. De nuevo, él solamente escribe a la iglesia.

JUAN Y JUDAS A LAS IGLESIAS

 Ahora llegamos a las cartas de Juan, escritas por el apóstol Juan. En su día, comenzaban a llegar a la iglesia peligrosas doctrinas. Algunas de ellas enseñaban que Jesucristo no había venido en la carne. Juan escribe tres cartas. La primera es a todos los santos. Algunos han venido con la doctrina que niegan la venida de Cristo en la carne. Juan presenta a Cristo en su simplicidad. Él es luz, Él es amor, Él es vida. Juan nunca menciona a los líderes en sus cartas puesto que la iglesia estaba liderada por la iglesia.

En la segunda carta, él escribe a una señora, la mujer preciosa, Juan está escribiendo a la iglesia. Él ha visto a la iglesia como una niña, una mujer, una novia, igual que Pablo.

En su tercera carta, tenemos un problema. Juan escribe a los santos de Éfeso. Están teniendo problemas. Juan envía obreros a visitar las iglesias. Su propio pueblo. Apóstoles más jóvenes que Juan. Los envía a Éfeso. Pero hay algunos en la iglesia que no los quiere recibir.

Juan les dice, “Hay un hermano en la iglesia que le gusta tener preeminencia, él se cree que Dios le ha llamado para controlar al Pueblo de Dios. Él no se cree que los está controlando. Él se cree que los está cuidando. Pero no, se está enseñoreando sobre ellos. No me quiere recibir y no recibe a los hombres que le he enviado. Y prohíbe a la iglesia recibirlos.”

Hermanos, ¡esto no lo hemos aprendido de Jesucristo!

Judas escribió su carta en el momento en que los creyentes estaban cayendo presa  de herejías. El mayor problema de Judas era por que los cristianos mantuvieran la pureza de su fe original en Jesucristo. De igual forma, es interesante considerar que Judas, en medio de los problemas causados por las herejías, tampoco menciona a pastores ni ancianos.

HEBREOS Y SANTIAGO

El libro de Hebreos, probablemente escrito por Bernabé, no podemos estar seguros. Los cristianos de la iglesia a la que está escribiendo, en su mayoría, son judíos. Y muchos de ellos están siendo perseguidos. Así pues están regresando a sus raíces judías. Algunos tienen un pié en la iglesia y el otro en la sinagoga. Muchos están pensando en abandonar la fe cristiana debido a la creciente presión.

Es una carta muy larga. Creo que tiene 13 capítulos. Y Bernabé (o el que la escribió) no menciona a los ancianos. Habla a la iglesia de principio a fin. Al llegar al final del último capítulo dice “a propósito, saludad a los ancianos. Denles saludos míos.” También al final dice, “Hermanos y hermanas, no os olvidéis de aquellos que trabajan entre vosotros. Los que os enseñaron la fe. Imitadlos.” Está claramente hablando de los apóstoles.

Si continúan leyendo hay solamente un verso, después de haber escrito todas esas cosas a la iglesia hay solamente una línea. Ha escrito 13 capítulos sin mencionar a los ancianos. Al final del capítulo 13 hay una línea que dice: “Hermanos y hermanas, obedeced a aquellos que pastorean ente vosotros, que os cuidan, par que su trabajo no sea difícil”.

Pero hermanos, escúchenme bien. La palabra “obedecer” es una palabra interesante. Verifiquen esto cuando lleguen a casa, pero es verdad. Esa palabra en la lengua griega no es la misma generalmente utilizada para decir “obedeced al rey”. No es esa la palabra. La palabra regular para obedecer es “hupakuo”. Es utilizada en tales contextos como “obedeced al rey – obedeced al juez – obedeced a Dios”. Esa no es la palabra que se utiliza aquí. En su lugar se utiliza la palabra griega “peitho”. Significa algo así como “dejaros persuadir por”. Déjense ganar por, persuadir por, los ancianos. Tiene un cierto sabor. Como cuando los hermanos mayores hablan en la asamblea, o cuando los hermanos se reúnen para tomar decisiones y los mayores, los que sirven más, dicen algo, escuchen atentamente lo que tienen que decir. Aprecien lo que dicen.

¿Por qué? Porque son los que más sirven. Son mayores y más sabios. No porque se llevan la mayor parte. No porque tienen una posición. O porque tienen autoridad. Sino porque son los que más sirven y tienen una más madura vida espiritual.

No está diciendo “Obedézcanlos incondicionalmente”. ¡No! Solamente, de igual manera que Pablo y justamente igual que Pedro, Santiago escribe: “A las iglesias”. Por toda la carta, Santiago escribe a las iglesias que están esparcidas por todo Judea. Escribe a las doce tribus, los judíos, que se reunían en las iglesias. Todo lo que dice va para los hermanos y hermanas.

Al final, en los últimos capítulos, dice, “A propósito, cuando haya enfermos que no puedan asistir a las reuniones, que los hermanos mayores, los ancianos, les visiten y oren por ellos”. Eso es todo lo que dice de los ancianos. No les pide que detengan el mundo ni les echen la culpa si no lo hacen.  Lo único que dice es que la iglesia les pida que oren cuando los santos estén enfermos. Eso es todo.

Finalmente llegamos a la isla de Patmos y al libro de Apocalipsis. Este libro no dice nada sobre los ancianos excepto que hay veinticuatro en los cielos, y nadie sabe quienes son.

PALABRAS DE CLAUSURA

Hermanos, mi punto es: nosotros hemos heredado una forma muy particular de autoridad. Hemos heredado una forma de pensar acerca del liderazgo, que o procede de Jesucristo – que tampoco viene del Nuevo Testamento. ¡Proviene del mundo romano! Y lo hemos bautizado, lo hemos hecho cristiano y lo hemos promovido. ¡Pero no es de Dios! Y hermanos, cuando ustedes marchen de aquí hoy, ustedes se hacen responsables. Ahora ustedes saben, puesto que han oído.

Tenemos que ser los libertadores del pueblo de Dios y no sus señores. Y aquí está el punto importante, hermanos: Muchos de ustedes, en esta habitación, no se ven como señores, pero si su pueblo les ve de esa manera, entonces lo son.

Con estas palabras, Frank se sentó en su silla y dijo: “gracias hermanos”. La habitación, por unos momentos, quedó en silencio con los hombres pegados a sus sillas. Uno de los pastores, entonces, se levantó e hizo despejar la sala en preparación para el almuerzo. Este almuerzo fue seguido por una sesión de preguntas y respuestas, de unas tres horas de duración, sobre el mensaje dado por Frank. La podrá leer en “Hablando con los ancianos II”

HABLANDO DIRECTAMENTE CON LOS ANCIANOS

II

Por Frank Viola

Después de su lectura, por favor, déjenos saber lo que piensa. (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.)

Lo que sigue es una traducción al español de la trascripción de una sesión de 3 horas de preguntas y respuestas que siguió al mensaje de Frank dado a 30 ancianos en Santiago, Chile.

Frank comienza:

Bien, hermanos, muchas gracias por el almuerzo, fue delicioso. Estaba hablando con Rubén (uno de los líderes) justo después de nuestra última reunión. Le comenté que me sentía muy aliviado al ver que nadie me había atacado después del mensaje. Pero fue bastante rápido en responderme que la reunión no había terminado. (Risas).  Ahora que me siento, me doy cuenta que han arreglado las sillas de tal manera que soy el punto de mira de todos. (Risas)

El joven apuesto sentado a mi izquierda y con una melena más abundante, es Nick Valiliades y se ha reunido con nosotros hoy. Trabajamos juntos plantando iglesias. Ambos trabajamos con Gene Edwards y ambos estamos siendo entrenados por él. Y este es un gran honor para nosotros.

Frank:  Hermano Nick, ¿quisieras decir algo?

Nick: Bien, en primer lugar me gustaría decir que estoy muy contento de estar aquí con ustedes en el día de hoy, y en segundo, que cualquiera que se siente al lado de Frank tiene que ser considerado apuesto. (Risas)

Frank:  ¿Se dan cuenta?, una vez que uno es ungido, el cabello comienza a abandonarlo. (Risas)

Me gustaría decir unas palabras acerca del hermano Rudi que ha estado tratando traducirme lo mejor posible. En cierta manera él fue, algo así como, arrastrado aquí. Y me recuerda una historia.

Hace muchos años, había un rey que poseía un gran reino e incalculables riquezas. El rey tenía una hermosa hija que había llegado a su edad de matrimonio. El rey envió mensajeros a todos los rincones del planeta anunciando que el hombre que se casara con su hija tendría que ser el más bravo de todos. Les dijo, “Tráiganme los hombres más valientes. Tengo una gran piscina de agua. Dentro se encuentran los peces más peligrosos del mar, tiburones, barracudas, ballenas asesinas, manta rayas y muchos otros más.”

“Aquel que quiera la mano de mi hija, tendrá que nadar por entre todos los animales. Y aquel que logre llegar a la otra orilla vivo, le entregaré mi hermosa hija.”

Había un gran número de hombres que habían respondido a la invitación del rey. Todos se había alineado en la orilla de la piscina. Pero ninguno saltaba al agua. Pasó una hora. Pasaron dos horas. El rey se empezaba a aburrir y bostezaba. De pronto se escucha un gran chapuceo. Alguien se había lanzado. Se veía como comenzaba a nadar tratando de cruzar la piscina. Los peces se le arrojaban pero él los daba patadas y puñetazos, mientras continuaba tratando de nadar y llegar al otro lado de la piscina. Después de muchos forcejeos, finalmente logró llegar a otro lado con vida.

El rey saltó de su silla y le dijo: “¡Nunca, en toda mi vida, he visto tal bravura! Te otorgaré la mano de mi hija.”

Pero el hombre contestó: “Yo no quiero la mano de su hija”

Boquiabierto el rey le dijo: “No entiendo”

El hombre de nuevo insistió: “Yo no quiero a su hija”

“Te daré mi reino” contestó el rey.

“No quiero su reino” dijo el hombre.

“Te daré riquezas. Por favor, acepta que le de algo, nunca he visto tal bravura” dijo el rey.

“No quiero su dinero” dijo el hombre.

Rindiéndose, el rey replico: “Entonces dime que quieres”

El hombre le miró fijamente y con voz lenta contestó.

“¡Quiero al hombre que me empujó!” (Risas)

Rudi es como el hombre que fue empujado al agua. (Risas)

Bien hermanos, ustedes tienen preguntas para nosotros. Si hay una pregunta que no puedo contestar, el hermano Nick Vasiliades, quien es mucho más listo que yo, más apuesto, más alto, contestará la pregunta. (Risas)

Pregunta: ¿Qué lugar ocupa el diezmo dentro de la iglesia?

Frank:   ¿Hay algún chaleco antibalas disponible? (Risas)

  1. Hermano, contestaré tu pregunta. Si nos acercamos al Nuevo Testamento levantando versos de varias cartas y poniéndolos juntos, podemos construir un caso acerca de que este era una práctica en la iglesia primitiva. En consecuencia podemos decir al pueblo de Dios que tienen que pagar los diezmos. Pero si miras a la historia de la primera iglesia, descubrirás que los cristianos no pagaban diezmos. No está ahí hermanos. No está ahí.

Agregaré algo a esto. Los primeros cristianos reconocían que el diezmo era parte del Antiguo Pacto. El diezmo era el impuesto que tenía Israel para mantener el templo y pagar a los levitas, a los cuales no se les dio herencia alguna. Pero de igual forma era para mantener a las viudas, los huérfanos, los pobres y los extranjeros. Esto generalmente se escucha decir a los ministros en el día de hoy cuando predican sobre el diezmo.

No obstante, Jesucristo al dar muerte a todo ese sistema, hoy, todos nosotros, todo el pueblo de Dios, somos sacerdotes funcionales. Nosotros, la iglesia – el pueblo de Dios – somos el templo.

Ahora bien, aquí hay algo que yo no creo que ninguno de ustedes conoce. Históricamente, nadie puede encontrar a un cristiano diezmando, ¡hasta que llegamos al siglo 8! El siglo octavo. Esto es un hecho histórico. Los cristianos en el siglo primero no diezmaban. Los cristianos en el siglo segundo no diezmaban. Los cristianos en el siglo tercero no diezmaban. Habrían de pasar 700 años hasta que el diezmo se convirtiera en una institución cristiana.

Pero eso no es todo.

Hermanos, no fue hasta el siglo IV – bajo Constantino, el emperador Romano que se convirtió al cristianismo, que vino a existir un clero pagado. Los líderes de la iglesia no recibían salario alguno del pueblo de Dios hasta que llegaron los días de Constantino.

¿Entienden? El diezmo no era practicado entre los cristianos hasta que hubieron pasado ochocientos años. No era parte de la práctica de la iglesia del primer siglo. Era parte de la Ley. Y nosotros hemos sido liberados de la ley.

Yo sé que Melquesidec dio a Abraham el diezmo. Y yo entiendo que esto ocurrió antes de que hubiera llegado la Ley. Pero hermanos, ¿puedo hacerles una observación? Abraham dio el diezmo a Melquesidec solamente una vez.  Así pues, si ustedes quieren colgar el diezmo al cuello del pueblo de Dios utilizando a Abraham, lo podrán hacer para demostrar el diezmo de una sola vez.

(Comentario: El tema dado por el hermano Frank, está roto en varias partes. La primera es sobre la composición de autoridad y libertad. La segunda parte es, los ancianos en la iglesia.  La tercera parte son las finanzas que los ancianos están utilizando o están recibiendo para su sustento. Por tanto, estas son las bases donde las preguntas deben ser dirigidas. Pero algunas personas tratarán de escaparse del tema y nos gustaría escuchar sus respuestas de cualquier manera en relación con la dirección de la iglesia). 

Frank:  Hermanos, si toman todo lo que les he dicho, el corazón de lo dicho, las afrentas más difíciles se agrupan en dos temas: Poder y seguridad. La seguridad de ustedes.

Nosotros, como hombres, si vamos a ser honestos, nos va a encantar tener al pueblo de Dios dirigiendo su vista hacia nosotros. Nos gusta, pero no tiene nada que ver con Jesucristo. Hermanos, obstruye todo lo que Cristo vino a hacer. En nuestros corazones, en lo más oculto, nos agrada. Pero es el gran obstáculo para el eterno propósito de Dios, mucho más que el trabajo directo de Satán.

Su presencia, como líderes eclesiásticos situados sobre el pueblo de Dios, es un obstáculo mayor, para el eterno propósito de Dios, que trabajo directo de Satanás. Porque por medio de su presencia en la posición que se encuentran, el pueblo de Dios está reprimido, oprimido, limitado y está siendo ocultado. Esta es la verdad.

En cuanto a lo que se refiere a poder y seguridad, ustedes heredaron una forma de pensar. Heredaron esta práctica en la cual ustedes han construido sus vidas con el sustento recibido del diezmo. Se necesita tener mucho coraje, los individuos han de ser muy bravos para poder llegar al punto que puedan decir en desesperación: “No me importa el costo, pero yo no voy a ser parte de algo que puede herir al pueblo de Dios”, y como consecuencia, cambiar.

En tanto ustedes acepten dinero del pueblo de Dios, ustedes están formando parte de una clase aparte. Siempre les mirarán de una manera poco saludable.

Estas palabras son muy duras, hermanos, pero es la verdad. Hermano Nick, ¿tienes algo que agregar?

Nick: Generalmente nos ponemos muy teólogos cuando tratamos de cubrir ciertas cosas que son muy básicas a nuestros corazones. Esto es un instinto natural del ser humano. El hermano Frank, ha tocado dos temas: poder y seguridad. Y los dos son muy simples, pero no son fáciles. No compliquen los pensamientos que están escuchando con la teología y los versos bíblicos. Escuchen lo que se les está diciendo. Estamos conversando de corazón a corazón acerca de cosas que todo hombre que ha estado involucrado en el ministerio, en verdad desea. Sabemos que estamos escuchando son verdad.

Pregunta: Yo tengo dos preguntas. En primer lugar, cuando la iglesia se reúne ¿de qué manera los nuevos conversos participan? ¿Cómo participan en esas reuniones?

Frank:  Un nuevo converso es considerado en la iglesia como un hermano o hermana con el mismo estatus que los demás hermanos y hermanas. Así por ejemplo, si están en una reunión en la que los hermanos están tomado decisiones acerca de asuntos de la iglesia – si ellos quieren hablar – se les va a escuchar. Debido a que son nuevos, su voz, probablemente no tenga el peso que podría tener la de un hermano que lleva mucho más tiempo. Al mismo tiempo, en las iglesias donde nosotros trabajamos, no toma mucho tiempo, para un creyente, entender lo que ocurre en ella. No obstante los nuevos conversos tienen igualdad de participación y tienen el mismo estatus que cualquier otro hermano.

En las reuniones de la iglesia todo el mundo tiene plena libertad de participar, generalmente son los nuevos conversos los que aportan más a la reunión. Están más ansiosos. Si no han sido influenciados por la iglesia institucionalizada, lo que ellos dicen es tan fresco y tan puro, que respiran un nuevo aire para la iglesia. No son considerados en una categoría inferior.

Nick: Aprecio tu pregunta, hermano. La pregunta revela un estado mental del que todos nosotros tenemos necesidad de apartarnos. Esta pregunta nunca se haría dentro de una familia. Por ejemplo, yo tengo cuatro hijos. El menor tiene tres años. Cuándo nació mi esposa y yo, no nos dijimos el uno al otro, “¿Cómo vamos ahora a traer dentro del seno de nuestra familia a este niño? ¿Cómo va, este niño,  a aprender las cosas que son buenas y las cosas que son malas dentro de nuestra familia?”. Él nació dentro de la familia, y habita en el ambiente de nuestra familia. Y solamente con el hecho de estar entre medio del resto de sus hermanos y hermanas, con el tiempo, aprende de qué manera las cosas se hacen en la casa.

Es muy orgánico, muy natural, y esta es la forma de ser de la iglesia. Carecemos de una revelación acerca la naturaleza orgánica de la iglesia. Sus hermanos y hermanas del primer siglo, no eran muy educados. No tenían los conocimientos que hoy nosotros poseemos. Les hubiera sido imposible preparar un programa de discipulado y aunque lo hubieran logrado, si tenían la suficiente suerte como para encontrar trabajo, trabajaban de 12 a 14 horas diarias. No había educación formal ni existía nada parecido. Todo ocurría en el contexto de la vida de la iglesia día a día.

Al igual que en sus propias familias, por aquellos que tiene familia, sus hijos aprenden tomando cosas de aquí y de allí y desde el momento en que nacen participan en la familia de una manera u otra. Probablemente una de las maneras es ensuciando los pañales. Cuando aprenden sus primeras palabras, todo el mundo se alborota. Existe un sentido de alegría y lo mismo ocurre en la iglesia. Tenemos hermanos y hermanas en las reuniones que podrán decir cosas que son incorrectas, es como ensuciar pañales. Con el tiempo esto se corrige hasta sin necesidad de instrucción. Así pues, la iglesia es orgánica, natural, un organismo viviente. Tiene su propio DNA y a través de los miembros este DNA aparecerá. Si se le es dado a Jesucristo por alimento, si se le es dado a Jesucristo como su bebida, si se le es dado a Jesucristo como tierra de abono, si se le da a Cristo como su resplandor, ella y todos sus miembros se convertirán en todo lo que tiene que ser.

Frank:   Quiero agregar un pensamiento aquí, hermanos. En la iglesia institucional los nuevos conversos surgen muy lentamente, por tanto, se necesitan programas para hacerlos crecer. En las iglesias que nosotros trabajamos que no tienen esta estructura institucional, las iglesias que son orgánicas, tal como Nick ha dicho, los conversos crecen rápidamente.

Ahora,  voy a leerles un  pasaje de Hebreos. Quiero que escuchen muy detenidamente. Se relaciona con el tema de los nuevos conversos. El escritor dice,

Hebreos 3

12      Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros haya corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo:

13     Antes exhortaos los unos á los otros cada día, entre tanto que se dice Hoy; porque ninguno de vosotros se endurezca con engaño de pecado:

 Lo que el escritor esta diciendo es que la razón por la que le pueblo de Dios cae, se debe a un mal corazón de poca fe, y por ello el ser engañado por el pecado se debe a que no hay un mutuo alentarse entre los hermanos.

Tomen nota que el escritor no dice en qué orden no deben de tenerse estas cosas, para no ser engañados por el pecado, necesitan orar más. Tienen que escuchar más sermones. Tienen que leer más la Biblia (los rollos del Antiguo Testamento que había en aquellos días). No ese no es el antídoto.

El antídoto para no caerse y el antídoto contra el estar estático en su crecimiento espiritual, es en aliento mutuo, eso es lo que dice.

Y eso es lo que ocurre en las reuniones de la iglesia. Esa es nuestra experiencia. El compartir, el ministrar, el aliento, es mutuo. Están escuchando a Cristo de todos los miembros del cuerpo. Es nuestra experiencia que cuando esto está sucediendo esos nuevos conversos están en su entorno apropiado y esto les facilita el crecimiento. Cuando no existe ese aliento mutuo, exhortación mutua, reuniones abiertas donde todos participan, donde Cristo es compartido, entonces el pueblo no crece.

Es por esta causa que muchas personas de sus congregaciones que han estado escuchando sus sermones año tras año no crecen. Están en el entorno equivocado. Es un entorno poco natural para su vida espiritual.

Pregunta: De todas las iglesias que ustedes tienen, ¿cuál es la más antigua?

Frank:  Hay una que tiene 22 años. Hay algunas con 10 años y otras varias entre dos y seis años.

Pregunta: La más antigua de las 13 que ustedes han fundado.

Frank:  Si, hay unas 13 o 14 en las que nosotros trabajamos (somos siete obreros).

Pregunta: ¿Cuántas personas hay en la hermandad que tiene 22 años?

Hay alrededor de unas sesenta personas, yo creo. La iglesia en la que Nick se reúne, fue plantada por Gene Edwards. Hay unas cincuenta personas. La iglesia en que Rudi está en Brandon, Florida, tiene alrededor de cincuenta. Ho otra iglesia que se ha estado reuniendo por bastante tiempo en Filadelfia. Nick perteneció a esa iglesia. Él vino al Señor en esa iglesia. Hay como unas cincuenta personas.

Pregunta: Teorizando un poco, ¿qué ocurriría si una de esas iglesias crece a 400 o 1000 personas?

Frank replica riendo: Es una buena pregunta. La voy a contestar y luego me gustaría que Nick la contestara.

En mi país, esta forma de reunirse es muy costosa. Cuando escuchamos cifras tan grandes como las que están diciendo, nos reímos porque la iglesia institucionalizada tiene amarrados férreamente al pueblo de Dios. Muchos tienen miedo de marcharse. ¿Saben ustedes por qué tienen miedo de irse, hermanos? Porque sus líderes les dicen “si abandonas la iglesia eres carnada para el enemigo. Satán te hará pedazos. Estás fuera de la voluntad de Dios. Eres un rebelde.”

Hermanos, eso es control. Eso es enseñorearse. Eso no es supervisar. Es enseñorearse. Enseñorearse del pueblo de Dios. Los líderes meten miedo al pueblo solamente para mantenerlos y guardarlos para su propia obra.

Pero digamos que una de nuestras iglesias crece a 400  o 1000. Debido a que las iglesias que se reúnen en nuestro país de esta manera, son muy pocas, si yo fuera el obrero, lo que probablemente haría, sería decirle a alguno de los santos que habían estado más tiempo en la iglesia, los que tuvieren más experiencia, que se fueran a otra ciudad. En otras palabras, multiplicar la iglesia – trasplantar la iglesia a otras ciudades, haciendo así a la iglesia crecer extra-localmente.

Esto fue hecho en el siglo primero.

Nick: En primer lugar, este es un problema que nos encantaría tener. Y tratamos no dejar a nuestras mentes construir situaciones hipotéticas porque cuando tienes una iglesia en la forma que la tenemos y hay tantos problemas al momento, que no tienes tiempo de pensar los “qué sería si...”

Pero si esto sucediera, comparto el pensamiento de Frank. Preguntaríamos a los miembros de la iglesia si había alguien dispuesto, alguien que tuviera una buena y profunda experiencia de la vida de la iglesia, a reubicarse en otra ciudad. Si la ciudad es lo suficientemente grande, quizá dos iglesias. Acabo de llegar de Buenos Aires, esa ciudad es lo suficientemente grande como para tener una iglesia en el norte y otra en el sur de la ciudad. Están tan distantes, que en sí serían dos comunidades totalmente separadas. Así pues esto dependería de todos los factores.

Frank:  Quiero añadir que esto sería lo que probablemente haríamos en esta situación hipotética, en nuestro país con los grupos que en estos momentos estamos trabajando. Cada situación es diferente. Yo creo que en este país sería diferente.

Y déjenme decirles esto, hermanos. Una de las grandes tentaciones que van a tener al reaccionar acerca de lo que han escuchado esta mañana va a ser esta: si su espíritu escuchó palabras de verdad y están de acuerdo de que eran verdad, por su presente situación y por lo que llevan invertido en ella... debido a la seguridad de su posición... la tentación será adaptar o modificar lo que han escuchado esta mañana a los que ahora tienen. Hermanos, es una tentación. Ahora les digo que no lo hagan pues no va a funcionar.

Pregunta: Para estar seguro que entiendo. ¿Deberá la iglesia funcionar siempre  limitada al tamaño de una casa? Si hay más gente que los que pueden caber en una casa, entonces deberemos enviarlos a otro lugar. Pero eso no parece ser razonable para todos los habitantes de una comunidad como aquí en Chile... hay 400.000. ¿Tendrán que ser limitados al tamaño de una casa? Si no, ¿ser despedidos?

Frank:  No, yo no creo que la iglesia tiene que estar limitada al tamaño de una casa. La iglesia de Jerusalén era muy grande y se reunían en muchas casas. El problema que yo les expliqué esta mañana y trato de que me entiendan no se refiere a dónde se reúnen, sino a la estructura de liderazgo. Ese es el tema. El lugar dónde se reúnan es un tema secundario una vez que el primero haya sido resuelto.

Pregunta: Si sacas el liderazgo de los pocos y se lo das a todos, eso permitirá una madurez  de la iglesia y eso traerá como causa un efecto más poderoso en la sociedad. Tu apuntas más a la restauración de la iglesia que está presente hoy día. Tu énfasis recae más en restaurar que en ver cómo viene mayor gente nueva. ¿Cuál es tu punto de vista sobre el impacto de los que se pierden?

Nick: Si estoy entendiendo correctamente la pregunta, creo que tienes un punto válido. Pero lo que tenemos, al presente, en la cristiandad, es la existencia de innumerables piedras que deberían haber sido edificadas juntas para construir una casa – una casa viviente para el Dios viviente – y eso aún no ha sucedido. Tenemos piedras archivadas en el edificio de una iglesia o quizá dentro de una casa sentadas en silencio que no funcionan. Y debido a esto, no hay un edificio construido entre todos. Y bajo mi punto de vista, tenemos muchos cristianos pero ellos no han sido edificados juntos para formar una completa casa de Dios. Esto es una gran carga para alguien que planta iglesias.

Ahora bien, yo no estoy en contra de la evangelización o de ganar a los perdidos, pero tenemos necesidad de ordenar la casa primero. Yo pienso que si la casa es edificada, ella va a ser la mayor evangelizadora. Ella es la ciudad en la colina. Y si hay una comunidad de cristianos que, juntos, han sido edificados y sus reuniones están vivos – si todos los hermanos y hermanas son los dueños de la iglesia y están conscientes de que son dueños de la iglesia, que la iglesia les pertenece a ellos y a Jesucristo, no a un pequeño grupo de hombres, entonces, esa iglesia, de igual manera que ocurrió en el primer siglo, será como un imán. Esto es lo que atrajo a la gente del primer siglo. Esto es lo que atrae a la comunidad de creyentes – hacia ese poco usual, antes nunca visto, organismo llamado iglesia.

Ganaremos a los perdidos si edificamos primero la iglesia.

Pregunta: He estado escuchando muy atentamente al hermano Frank, compartiendo con nosotros esta mañana. Y yo tengo un problema. Le quiero dar un ejemplo. Por los años 1920, en China, Watchman Nee comenzó un movimiento para restaurar la iglesia. El hermano Nee, tiempo después, escribió un libro acerca de la experiencia que había tenido y que fue traducido como “La vida normal de la Iglesia Cristiana”. Él comienza este tema del odre. Este representa la estructura de la iglesia. Dios nos ha dado el vino, pero al mismo tiempo reveló el odre. El no ha abandonado su tema inicial del odre.

Y hay un punto acerca del odre, que considero muy importante. El hermano Nee llevó su libro para que Austin-Sparks pudiera revisarlo. Y él le dio su opinión acerca de este asunto. El hermano Sparks revisó el libro y, en general, estuvo de acuerdo con su contexto. Pero le hizo una observación que podría venir de igual manera. En la obra de Dios, la vida viene primero antes de la estructura. La semilla aparece antes del árbol. Las semillas tienen sus propios árboles con sus frutos y raíces y cada río sigue su cauce. De igual forma, la vida está antes que la forma y la vida hace su propia forma. El absoluto es la vida. La vida depende de la vida. Y él escribió al final de su libro, el manuscrito del libro del hermano Nee, acerca de la iglesia. “De las iglesias y de la obra de Dios, comprender a Cristo en todas sus partes y modos es conocer a la iglesia y la relación de ésta con Jesucristo a la cabeza. La iglesia es el cuerpo y es un organismo distinto.

Yo pienso que en tu exposición hay una definición que es muy cerrada. Creo que algunas de las cosas que has dicho de la iglesia son verdad. Entre ellas el que los ancianos no  están por encima del rebaño,  sino que están entre el rebaño. Ahora bien esto es un punto muy importante en el que yo creo. Es un principio.

En segundo lugar, dijiste que la única autoridad que existe en la iglesia es Jesucristo y que los creyentes no tienen en su poder “exousia” o autoridad para decir al pueblo lo que tienen que hacer y ser obedecidos. Yo también pienso igual. Ahora bien, lo que me preocupa es que después de haberos escuchado, siento que el hacer un modelo o patrón absoluto, cierran la puerta a cualquier otro movimiento u obra de Dios que mira el regreso de esas verdades originales. El énfasis y el modelo no son siempre exactamente iguales.

Frank:  Muchas gracias por tu exposición.  (Risas) Me impresiona tu gran conocimiento acerca del hermano Nee y el hermano Sparks. Pero me gustaría agregar algo a tu perspectiva. Nee escribió su libro en el año 1938. El hermano Sparks y el hermano Nee estaban ambos de acuerdo en que la vida precede la forma. Sparks tenía un problema con la idea de Nee de tener una iglesia en una ciudad, pesando que era muy técnico y terrenal.

Nick y yo, y el hermano Gene Edwards, y los hombres con quienes trabajamos, cuando levantamos una iglesia, en raras ocasiones hablamos de la forma. No hablamos del odre. Damos al pueblo el vino. Predicamos a Cristo. Les damos a Cristo. Les mostramos cómo conocer a Cristo. De eso surge naturalmente la ekklesia.

Ahora bien, hicimos una observación de que cuando leemos el Nuevo Testamento como lo hicimos en la mañana, la forma que experimentamos – no nuestra doctrina – es la misma forma que vemos en el Nuevo Testamento.

En esta reunión, en el día de hoy, yo no estoy hablando con nuevos conversos. Yo no estoy levantando una iglesia, estoy hablando a hombres que ya tienen una forma. Les estoy confrontando, cariñosamente, pero con las palabras más duras que yo sé expresar, que su forma no calza con la forma que encontramos en el siglo primero.

Dicho de otra manera, hermanos, lo que estoy diciendo es que entre algunos de los hermanos aquí reunidos – y no presumo de conocer a todos – su forma no calza la forma de la vida del Señor que encontramos en el Nuevo Testamento. Por el contrario,  reflejan las formas que fueron creadas por las tradiciones humanas.

Tienen que entender que yo conozco acerca de las iglesias que ustedes supervisan. Y entiendo que sus iglesias son un tanto independientes. Quizá las cosas que he escuchado de muchas personas, acerca de su experiencia con sus iglesias estén totalmente equivocadas. Quizá su pueblo no loes tenga miedo. Quizá ustedes no estén controlando al pueblo de Dios. Quizá ustedes no reciban dinero de ellos. Quizá ellos no les miren como teniendo poder sobre ellos. Quizá ellos se han inventado todo esto. Si así es, entonces doy gracias a Dios  porque la Iglesia está manejando sus propios asuntos en lugar de ustedes. Pero hermanos, ustedes no tienen por qué darme cuentas a mí. Yo solamente he venido con un mensaje. Ustedes son responsables ante el Señor.

Voy a repetir algo que dije al comienzo. Fueron mis últimas palabras para ustedes en mi mensaje. Si su gente les tiene miedo, si se sienten controlada por ustedes, si se sienten anuladas, quizá ustedes no se den cuenta que se están enseñoreando, pero lo están haciendo.

Mi mensaje principal, hermanos, es que el pueblo de Dios tiene que ser dejado en libertad. Que Jesucristo fue la persona más libertadora que ha pisado esta tierra y que El aún lo sigue siendo. Como sirvientes de Dios, nosotros tenemos que ser aquellos que los dejemos en libertad.

Lo voy a repetir: Estoy aquí porque fui invitado a venir. No lo estoy para sacar a nadie de los suyos. Pero hermanos,  tan seguro como que estoy sentado aquí, la palabra que han escuchado está dirigida a muchos que se encuentran en esta habitación.

Nick: Yo creo que este es el momento ideal para apedrear a Frank.

Pregunta: Por mucho tiempo mucha de la gente de Chile ha pensado, “Si algo viene de los Estados Unidos, ¿puede ser bueno?”

Frank:  Sí, en realidad ¿Qué cosa buena podrá venir de los Estados Unidos? No estoy en desacuerdo contigo. (Risas).

Pregunta: Yo quisiera hacer una pregunta a los pastores. ¿Deberíamos mirarnos a nosotros mismos, no como a entidades separadas sino como a un grupo? Si nos miramos de esa manera, les quiero hacer una pregunta. Cuando entendemos el concepto de que los ancianos son el pueblo que deben vigilar  de entre los hermanos, no sobre los hermanos, ¿estamos libres del autoritarismo? ¿Estamos viviendo la práctica de gobernar con los hermanos o sobre los hermanos?

He escuchado la palabra de Frank. Creo en lo que se ha dicho, he encontrado algo que necesitaba escuchar. Y lo he escuchado. Y les quiero pedir a todos, que no hablemos acerca de los particulares que cada uno representan y nos veamos como una sola comunidad, aquí, ahora. Creo que muchas de las cosas que Frank ha dicho tenían que ser oídas y tenemos que reflexionar sobre ellas. Si alguien sólo quiere decir, “Amén, estamos haciendo lo que tú nos has dicho”, entonces alabado sea el Señor. Pero yo creo, como él dijo, muchas de las cosas que ha dicho las teníamos que escuchar. Tenemos que escucharlas.

Nick: Me gustaría decir algo, agradezco tus palabras, hermano.

Frank:  Lo que el realmente está diciendo es que si lanzan sus piedras, no se las tiren a él. (Risas)

Nick: Hermanos tienen que estar de muy buen ánimo. Yo acabo de llegar de Buenos Aires, y me he encontrado allí con hombres que juraban arriba y abajo que no eran líderes, que ellos no eran el tipo de líderes que se encontraban en la iglesia institucionalizada. Decían que eran hombres que se habían salido de la iglesia institucionalizada. Me he sentado con hermanos pertenecientes a la Hermandad de Plymouth que estaban firmemente en control de la iglesia y juraban arriba y debajo de que no. Y de verdad les creo que no se daban cuenta de lo que, en realidad era su práctica y su efecto sobre la iglesia. No quiero decir esto por todos los hermanos en están en esta reunión, en realidad no lo sé, libremente lo admito. Pero hemos hecho esta idea de hacer del anciano y el líder demasiado visible. Somos muy visibles.

Me gustaría darles un ejemplo muy simple.  Yo tengo dos riñones en mi cuerpo que, gracias a Dios, funcionan perfectamente. Mantienen mi cuerpo en perfecta salud y me ayudan a funcionar y seguir vivo. Filtran todo el veneno y llevan a cabo otras funciones en mi organismo. Pero les quiero decir algo, yo no me los saco para mostrárselos a la gente y decir,  “si de verdad quieren tener un cuerpo humano tienen que tener un par de estos”. Ellos están calladitos en su lugar, sin ser vistos, haciendo su trabajo. No pueden ser vistos, y no reciben gloria alguna. Pero, de mi parte, reciben mucho aprecio. Y nadie los ve.

Y quiero agregar algo más a esto. Ha sido solamente en los últimos doscientos años que los doctores identificaron a los riñones y sus funciones. Pero por miles de años, los hombres han tenido riñones y siempre trabajaron igual. Nadie sabía que estaban allí. No recibían nada. No tenían pensión. Estaban orgánicamente allí con su cuerpo, porque el DNA los había colocado allí.

Para mí, cuando leo la historia del Nuevo Testamento, cuando veo la historia, así es como yo veo a los ancianos: escondidos, haciendo un trabajo que nadie quisiera hacer, un trabajo que no es glorioso puesto que no tiene paga. Una función no es una distracción del resto del cuerpo, haciendo lo que se suponía deberían estar haciendo. Para mí esos eran los ancianos del primer siglo. Esos eran nuestros supuestos líderes del siglo primero.

Y me gustaría pedirles que se miren honestamente y se pregunten ¿soy un riñón? ¿estoy oculto? Probablemente soy esencial para el cuerpo. Probablemente soy esencial para la salud del organismo. Pero, ¿soy visible? Mi riñón no funcionaría muy bien si se encontrara fuera de mí. Mi cuerpo estaría enfermo. Quizá no me dé cuenta. Quizá no lo quiera admitir. Pero de cualquier manera, sería verdad.

Yo no estuve en la reunión de esta mañana, pero o mejor que puedo entender después de lo que se está conversando, Frank les ha exhortado, alentado, hasta puede que confrontado. Yo pienso que lo ha hecho con objeto de que ustedes de hagan una fuerte inquisitiva mirada a ustedes mismos. Y así debe ser. En realidad, nosotros somos líderes en el cuerpo de Cristo. Pero les estoy desafiando a que sean más invisibles. Les desafío a que no sean un miembro que recibe más distinción que el menor de los miembros del cuerpo. Hermanos, sean un riñón.

Frank:  Quiero que todos los hermanos sepan que tengo en gran estima lo que el hermano Nick acaba de decir. Él no me escuchó hablar esta mañana, pero lo que acaba de decir procede del mismo espíritu.

Existe una definitiva falta de atención dada a los ancianos a través de todo el Nuevo Testamento. Es algo de lo que no podemos escapar. Probablemente no lo sabían antes de entrar en esta habitación. Pero ahora ya lo saben.

Supervisar es el trabajo más pasivo que existe. Les voy a dar una buena definición de un anciano. Espero que la recuerden. Los ancianos son hermanos que oran con los ojos abiertos.

Pregunta: ¿Cómo entonces ustedes mantienen el liderazgo que tienen con respecto a la congregación que está bajo ustedes? Frank escribe libros. ¿Cómo te mira la gente y cuál es el puesto de liderazgo que ocupas? ¿Cómo miras a la iglesia? ¿Cómo te escondes entre los hermanos cuando eres un escritor?

  Frank:  Voy a contestar por mí mismo y luego Nick puede contestar por él

Cuando trabajo con las iglesias, desde el principio, les dejo saber que mi misión es enseñarles a cómo tienen que funcionar sin mí. Yo soy foráneo, no soy un líder local. Eso significa que yo no me reúno con su iglesia, excepto en raras ocasiones cuando los estoy visitando. Luego los dejo. Debido a esto, mi posición es muy diferente a la de ustedes.

Al principio, cuando estoy entre un grupo, les enseño cómo conocer y experimentar al Señor. Esto toma tiempo. Una vez que ellos aprenden a funcionar juntos bajo Cristo, yo les abandono. Respecto a Brandon, cuando yo les dejo, no regreso por seis meses. Y durante ese tiempo no tengo injerencia alguna en los asuntos de la iglesia. Ellos se manejan solos.

Regreso a ministrar cuando ellos me invitan, cuando estoy con ellos, les traigo el Señor. Le presento en una manera nueva y refrescante. Les muestro cómo encontrarle de nuevo. Cómo experimentarle a Él de una nueva forma. Si hay problemas, yo les doy al Señor. Y Él resuelve los problemas. En raras ocasiones yo me enfrento a un problema en forma directa. En su lugar les doy a Cristo. Hermanos, si ellos deciden que no me quieren más allí, no volveré a ir. Puesto que es la obra de Dios, no mía. Yo no tengo nada que proteger. Si he edificado correctamente, es decir, si he fundado la iglesia solamente en Jesucristo, se mantendrá por sí sola.

¿Cómo me miran? No tengo la menor idea. Rudi es de la  iglesia de Brandon.

Frank se vuelve y le pregunta a Rudi:

Rudi, ¿Cómo me miran los santos?

Rudi contesta: Los hermanos ven a Frank como un recurso en tiempo de crisis o de necesidad. También, si la iglesia está abandonando la fundación en Cristo, o si hay división entre los hermanos y los que estamos luchando por hacerla regresar, no lo logramos, sabemos que podemos llamar a Frank para que nos vuelva a enfocar en Jesucristo. Le vemos como un hermano mayor que nos ama mucho y se preocupa por nosotros. Y podemos contar con él en tiempos de problema.

Frank:  No tengo la menor idea de lo que Rudi les ha dicho, pero espero que fuera bueno (Risas). Me lo dirá más tarde.

Le voy a hacer a Rudi varias preguntas. Hermanos, quiero que escuchen esto. Esto no lo hemos preparado. Rudi no tiene idea de lo que voy a hacer ahora.

Rudi, ¿en algún momento me has escuchado dar una orden a la iglesia para que haga algo?

Rudi: No

Frank:  ¿Me tienen miedo los hermanos?

Rudi, casi riéndose: No.

Frank:  Si yo le pido a la iglesia que haga algo, ¿lo harían probablemente?

Rudi: Sí.

Frank:  Ahora hermanos, permítanme decirles cómo yo veo a la iglesia. Yo veo a la iglesia como una mujer hermosísima. (Frank habla como suspirando) Yo me entregaría por ella. Si la iglesia dice que no quiere que trabaje con ellos, me alejaré. Yo amo a la iglesia. Yo no estoy sobre la iglesia. La iglesia no está bajo mí. Yo amo a la iglesia. Ella es una joven muy hermosa. Y ella es la obra de Dios, no mía.

Pregunta: ¿Cómo se enfrentan a los problemas? ¿Cómo podrían disciplinar una situación, como tuvo que enfrentarse Pablo, con aquellos que estaban desorganizando la iglesia, puesto que algunos llegaron del camino?

Frank:  Muy simple. Como hemos aprendido anteriormente, Pablo siempre habló a la iglesia. Cuando la iglesia se aparta del liderazgo de Cristo, como ocurrió en Corinto, Pablo pidió a la iglesia que solucionaran el problema. Dio instrucciones a la iglesia. Pero lo más importante, cuando quiso que los santos actuaran, se lo pidió. Se lo imploró. Les rogó. En muy raras ocasiones Pablo dio una orden a la iglesia. Y cuando lo hizo, tenía la palabra del Señor en su boca. Era el mandamiento de Cristo, no el suyo.

Esto está discutido en mi libro ¿Quién es tu cobertura?  Yo doy una lista de los pasajes donde Pablo pide a los creyentes seguir sus instrucciones. Hermano, yo hago lo mismo. Si hay un problema en la iglesia de Brandon, por ejemplo, yo no doy órdenes. Yo presento al Señor. Y quizás pida a la iglesia que lo maneje de cierta manera si es que no saben como hacerlo. El hermano Gene Edwards hace lo propio. El hermano Nick igual. A menudo, ni siquiera nos enfrentamos al problema directamente. Traemos a Cristo y Él lo soluciona a través de los santos.

Nick: Yo creo que esto regresa a algo que Frank dijo hace unos minutos. Para Frank y para mí, nuestra prioridad es hacer nuestro trabajo para salirnos de él. Y la pregunta regresa al asunto de la edificación. Parte de nuestra edificación de la iglesia y trabajo con la iglesia, es equipar a la iglesia a manejar sus propios problemas y situaciones difíciles. Toda la iglesia incluida. Esta no es una teoría para nosotros. He crecido en una iglesia durante mis años veinte y mis primeros treinta. He trabajado con iglesias donde la iglesia entera se enfrenta a problemas como este. Esto no está fuera de lo común. Y es una de las cosas más bellas de observar, esto es, ver la mente de Cristo surgir desde una perspectiva corporativa.

Una vez que ustedes experimentan esto, y no quiero decir con esto que no lo hayan hecho, pero una vez que lo han hecho, jamás podrán regresar a lo antiguo. La envolvente sabiduría de Dios en lidiar con los problemas y traer disciplina a las situaciones se encuentra en la expresión corporativa de Jesucristo.

Frank:  Amén. Yo quisiera agregar algo a eso. Dios es mi testigo, y no miento. Tenemos muy pocos problemas del tipo que ustedes tienen en las iglesias que supervisan. Los problemas son diferentes. Estoy hablando del tipo de problemas. (Nosotros tenemos problemas).

La clase de problemas que provocan la constante disciplina en la iglesia institucional de mi país – ese tipo de problemas ocurren con poca frecuencia en las iglesias en las que yo trabajo. Estoy hablando del grueso de los problemas carnales. Es algo muy raro el tener que disciplinar a alguien. Hermanos, sucede. Pero es muy raro. Y yo creo que esto se debe a la forma en que la iglesia está constituida. Y sobre cuál es su centro.

Pregunta: Me gustaría hacer una pregunta que probablemente ya ha sido contestada, sin embargo, me gustaría escucharte de nuevo. ¿Qué elemento o función tiene un presbítero local? ¿Cómo pueden ellos proveerse por ellos mismos, económicamente? Creo que ya has respondido a esa pregunta. Yo ya tengo una idea, pero me gustaría escucharte de nuevo.

Frank:  Sí, Ya he contestado a esa pregunta, pero lo haré de nuevo.

En el primer siglo, los presbíteros eran hombres mayores. Presbítero significa hombre mayor. Ellos eran hombres locales. Habían surgido de dentro de la iglesia. No eran traídos de fuera. Crecieron con la iglesia. Siempre fueron hermanos entre hermanos.

“Anciano” no es un puesto o posición. Es un hombre mayor. Debido a su edad, los ancianos eran más maduros y experimentados que otros. Aparte de esto, tenían en gran estima el servir y cuidar de los jóvenes hermanos y hermanas. Pablo utiliza una metáfora para describir esto que ellos hacían. Es una metáfora, no un cargo. No es un título. Es una metáfora para describir el hecho de que estos hermanos mayores se preocupaban por los jóvenes hermanos y hermanas. La metáfora es “pastores”. Pablo la utiliza solamente una vez en el Nuevo Testamento.

Debido a que esos mismos hermanos se preocupaban por los santos y vigilaban por su bienestar, ellos eran también llamados “supervisores”, de la palabra griega episkopos. Ellos vigilaban o miraban, por encima de los demás. Tenían un celo por proteger y guardar. Esto era natural. Era orgánico. Ellos hacían esto de forma muy natural como consecuencia de su madurez espiritual.

Todos los hermanos y hermanas servían. Todos los hermanos y las hermanas se preocupaban unos de otros en la iglesia. Pero esos hermanos mayores, en la medida que pasaba el tiempo, sobrepasaban a todos en servicio. Eran los que daban ejemplo en el servir.

Por tanto, todos los ancianos eran los hermanos mayores que sobresalían en el servicio. Debido a su sabiduría ellos, algunas veces, enseñaban en las reuniones. Pero no monopolizaban las reuniones. Y no hacían todo el ministerio.

Esta es la contestación corta. Para una contestación más largar lea el libro ¿Quién es tu cobertura?

Ellos eran mayores y fieles hermanos. Eso es todo.

Y, a propósito, en el siglo primero ellos trabajaban para vivir.

Nick: La razón de que las finanzas personales no eran un tema importante se debe, y esto es indisputable a través del Nuevo Testamento, aquellos que eran considerados como hermanos, lo eran por haber pertenecido a una hermandad que había existido por bastante tiempo. Así pues, nadie había creado un ministerio profesional en el siglo primero. Cada uno tenía su forma de vivir por medio de su trabajo. Así pues, hasta si alguien hubiera entrado en el ministerio profesional, cosa que no ocurrió en el siglo primero, ya tenían una profesión con la que sustentarse.

Hoy es diferente. Los hombres que se sienten llamados a servir al pueblo de Dios, son enseñados, van a una escuela bíblica o un seminario. A ellos no les enseñan una profesión. Así pues, el pastor no tiene habilidades para trabajar, si acaso en algún momento hubiera llegado a la convicción del Señor que tenía que hacer lo que Pablo le dijo a los miembros de Éfeso cuando les dijo “Imitadme a mí y a mi vida, cómo he trabajado con mis propias manos y ganado mi propio dinero.”

Si hubieran decidido a seguir a Pablo en esa convicción y no hubieran tenido ningún tipo de entrenamiento para trabajar, se hubieran muerto de hambre. Así pues esto se convierte en un gran dilema. Recibimos muchas cartas de hermanos que se encuentran ante este dilema. Y se me parte el corazón porque ellos quieren servir al Señor y siguieron el camino que se les presentó ante ellos – que les fue dado a ellos por servir al Señor – y ahora que han recibido más entendimiento acerca de lo que significa servir al Señor, se encuentran ante una difícil encrucijada.

Nosotros hemos ayudado a hermanos en esta situación.

Frank:  Hay un hermano que trabaja con nosotros. Él solía ser un pastor profesional. Es uno de esos raros individuos en la tierra que se alejó de su pastorado, abandonó todo y buscó un trabajo. Ahora es uno de los obreros. Hoy, él trabaja para vivir.

Ahora hermanos, esto es extremadamente difícil. Lo entendemos. Hemos heredado un problema. Hemos sido enseñados así. Es un problema. Pero no es imposible arrancarse de él para aquellos que tienen la convicción.   

Pregunta: Referente al texto de 1 Timoteo 5:17, yo creo que el anciano es un puesto ya que procede de la iglesia. En algún momento en el Nuevo Testamento, los apóstoles formalizaron con la iglesia y reconocieron a un hermano mayor y después de eso, él toma la posición de un hermano mayor. En primer lugar él es y luego es reconocido. En Hechos 14:23, él Dice, “habiendo constituido ancianos”. Conjugando el verbo en Tito 1:5 aprendemos que Tito tenía que establecer ancianos. El sujeto es Tito, no la iglesia.

Por tanto, lo que estoy diciendo es que la formalización del anciano, en ese momento, era reconocida públicamente, y en consecuencia el anciano se encuentra en una posición que es reconocida por toda la iglesia. En ese momento él comienza a estar en la posición de anciano.

Cuando los apóstoles constituían ancianos, la palabra griega significaba que se imponían las manos. En las iglesias nadie necesita de un reconocimiento especial para funcionar como iglesia. En 1 Corintios 12, lo que pablo dice es que en el cuerpo tu tienes un ministerio. Dios te colocó en el cuerpo. Tú puedes ministrar en el cuerpo. No necesitas ningún reconocimiento especial para hacerlo. Si tú eres un profeta, si eres un pastor o un maestro, si hablas en lenguas, etc. entonces tienes una posición en el cuerpo. Tú ministras al cuerpo. Pero, para los ancianos, algo adicional era requerido.

No estoy diciendo que esto está claramente definido en el Nuevo Testamento, en la misma forma que lo que tú compartiste esta mañana con nosotros, tampoco está claramente dicho. Es una inferencia basada en situaciones de un modelo que es como un rompecabezas para aquellos que no tienen todas las piezas. Entonces tienes que inferir que es en ese lugar donde las piezas no se encuentran.

Ahora bien, los apóstoles establecían ancianos por medio de la imposición de manos. Esto no era necesario para los demás miembros del cuerpo de Cristo. ¿Por qué para los ancianos sí?

Frank:  Ahora es cuando comienza a complicarse la cosa. Pero ¿saben que, hermanos? Si ustedes quieren hacer un puesto del anciano, adelante. Pero no pueden escapar del hecho que Pablo no escribe a los ancianos cuando la iglesia está en crisis ni siquiera les pide nada a los ancianos. Esto es muy importante. Así pues, si quieren crear el puesto de anciano, adelante. Pero es un puesto que no conlleva mucha autoridad. No al menos en la manera que nosotros pensamos en el día de hoy.

No obstante, yo no creo que era un puesto. Permítanme explicarles.

En primer lugar, la palabra “puesto”, nunca aparece en el idioma original cuando son mencionados los ancianos. Un lenguaje oficial, nunca fue empleado.

En segundo lugar hay dos veces en el Nuevo Testamento que se nos dice que los apóstoles reconocieron ancianos. En Galacia del Sur y en Creta. También existe una implicación de que debían ser nombrados o reconocidos  en Éfeso por Timoteo.

La palabra griega por “nombrar” en Hechos, es kirotoneo. La palabra griega en Tito es katistemi. Ahora, si miras esas palabras utilizadas en la literatura del primer siglo fuera del Nuevo Testamento, encontrarás algo interesante. No significan “cubrir un puesto de autoridad vacante”. En su lugar simplemente significan, “reconocer una función ya existente”.

Pregunta: Entonces, ¿para qué era necesario?

Frank:  El reconocimiento público de los ancianos no era necesario en todos los lugares ni en todas las iglesias. Se reporta haber ocurrido en tres ocasiones. La primera en Galacia del Sur, alrededor del año 49. Luego en Creta y en Éfeso en los años 60. Estamos hablando donde la Escritura no habla, si decimos que esto era siempre necesario. La imposición de manos sobre los hombres llamados ancianos, no aparece en ninguna parte de la Escritura con excepción de esas tres ocasiones. (Tampoco es verdad que solamente los ancianos imponían sus manos sobre ellos. Lo hacían los obreros itinerantes. Hechos y las epístolas de Timoteo lo dejan muy claro).

Ahora bien, ¿por qué los ancianos fueron reconocidos públicamente en Galacia, Creta y Éfeso? No podemos estar seguros. Yo pienso que fueron reconocidos en Galacia porque Pablo no sabía si él regresaría a este lugar. Esas eran las primeras iglesias que él plantó, y por Gálatas, sabemos que cayó enfermo en aquel viaje.

En segundo lugar, en Éfeso, las cosas se estaban poniendo mal. Esto es claro por el contexto de la 1 Timoteo. Las falsas doctrinas que alejaban a los hombres de Jesucristo estaban circulando y los santos estaban siendo atraídas hacia ellas. Los ancianos en Éfeso que allí se encontraban, parecía que no lo estaban haciendo muy bien,  esto empujó a decir a Timoteo “Ten cuidado a quién impones las manos... algunos pecados del hombre permanecen escondidos... y si tienes que reprender a un anciano, hazlo frente a dos o tres testigos”. Esto podía implicar que los ancianos, en el pasado, habían sido reprendidos por algo. Acerca de los mismos temas, las cosas no marchaban bien en Creta. Esto también está claro por la carta a Tito.

La imposición de manos podría haber sido una mera señal de bendición sobre aquellos hombres, donde los apóstoles pedían a Dios les concediera sabiduría. No lo sabemos. Pero sabemos que no era para institucionalizar de algún tipo de cargo autoritario.

Hemos encontrado, en nuestra experiencia, que hay veces, cuando la iglesia crece a cierto tamaño, o está pasando por algún tipo de crisis en particular, que ayuda decir a los santos, en forma casual, “Santos, si están pasando por ese tipo de problemas, tomen nota de ciertos hermanos que son más maduros, que están plenamente dedicados a la iglesia y que tienen una mayor sabiduría. Obsérvenlos.

En otras iglesias no lo hacemos, simplemente por que no es necesario.

En Antioquia no se menciona a los ancianos. En Corinto no se menciona a los ancianos. Mi punto, hermanos, es que hemos tomado la autoridad oficial del siglo XX de los romanos, y la hemos súper impuesto sobre la del siglo I.  En consecuencia hemos convertido a los pastores – ancianos en cargos de poder.

En historia, encontramos un hombre llamado Cipriano de Cartago. Vivió en el siglo III. Anteriormente había sido un filósofo pagano. Cuando llegó a la iglesia, enseñó que cuando un ministro es ordenado, entraba a un cargo que tenía autoridad y, al hacerlo, se encuentra en autoridad por sobre la iglesia. El ministro, al ser ordenado, se convierte en algo así como un mediador entre Dios y el hombre. Cipriano de Cartago murió alrededor del año 250. Influenció a la iglesia con esta enseñanza.  Otro hombre, Gregorio de Nisa, quien vivió alrededor del años 350, enseñó que la ordenación da al ministerio una especial autoridad y especial santidad: le hace una clase diferente de cristiano.

Cuando los reformistas tomaron al sacerdote católico y lo convirtieron en pastor protestante, ellos basaron su entendimiento de la autoridad del pastor en las enseñanzas de Cipriano y Gregorio, y un hombre llamado Ignacio de Antioquia. Ignacio dijo en 115 que el pastor representa a Dios, y el pueblo tiene que escuchar al pastor puesto que él es la autoridad delegada por Dios sobre el pueblo.

Estos hermanos tomaron la idea romana de la autoridad oficial y la introdujeron en la iglesia. Esto lo pueden verificar ustedes mismos.

Así pues, yo no creo que el anciano es un cargo. Si ustedes lo creen, bien. Pero si fuera un cargo, no tenía mucho poder. El poder y la autoridad está en la iglesia. Creo que esto lo dejé bien claro esta mañana.

Pregunta: Yo quiero saber ¿cuál es la misión del padre de familia?. Quisiera hacer una comparación entre la autoridad en la familia y la autoridad en la iglesia.

Frank:  Dejaré a mi estimado colega, hermano Nick que conteste esa pregunta.

Nick: El Nuevo Testamento es virtualmente silente cuando de la familia se trata. La idea total de la familia cristiana es una nueva idea en el cristianismo.  Yo creo que esa es una idea que hemos exportado de los Estados Unidos, que es otra distracción en nuestra obligación de conocer a Jesucristo. Yo no sé que decirte sobre la autoridad referente a la familia.

Pregunta: La autoridad en la familia la tiene el padre. ¿Está él entre la familia o sobre la familia? Relacione eso a la autoridad espiritual de la iglesia.

Nick: Yo creo que utilizar la familia no se puede extrapolar sobre la iglesia. Estás comparando manzanas con naranjas.

Frank:  ¿Me dan permiso para interrumpir?

En primer lugar, yo creo y soy partidario de la familia. Ambos, nosotros dos, tenemos familias. Lo crean o no hubo mujeres que quisieron casarse con nosotros. (risas)

Pero estoy de acuerdo con Nick. No puedes tomar nuestro entendimiento modernos de la familia nuclear y aplicarlo a la iglesia de Jesucristo quien es un divino organismo.

Yo pienso que erramos al tomar la familia nuclear y aplicarla a la iglesia en forma generalizada. Yo he escuchado decir que en la familia nuclear el padre tiene la autoridad. Los hijos tienen que obedecer al padre. Por tanto, en la iglesia los ancianos son como los padres. El resto de los santos son los niños, en consecuencia tienen que obedecerlos.

Ahora si tenemos un real problema con esto ya que como hemos visto esta mañana, cada carta que Pablo escribió a las iglesias no calza en ese molde. Cuando Pablo habla a la iglesia él les dice, “hermanos y hermanas” . Y Jesucristo dio un profundo aserto en Juan 23: “No os dejéis llamar Rabí pues uno es vuestro maestro y todos vosotros hermanos, y no llaméis a nadie padre puesto que uno es vuestro Padre que está en los cielos”.

La iglesia tiene un padre. Él es Dios. Los demás somos hermanos y hermanas.

Acerca de esto, yo creo que hay una gran diferencia entre la autoridad delegada tal como se relaciona con los reyes, jueces y el gobierno secular y la autoridad en la iglesia de Jesucristo, que es un organismo divino y que no pertenece a esta tierra.

Hay una total diferencia. No es un principio que no puede ser aplicado en ambos niveles.

Dios esparce su autoridad en diferentes formas al tocar esas dos esferas. Y es la esfera de la iglesia la que aquí, hoy, estamos discutiendo.

Pregunta: Referente a la palabra “honor” en 1 Timoteo 5:17, Yo entendí que dijistes que no tenía que decir nada con dinero o sustento. Pero el contexto lo indica claramente.

Frank:  En este pasaje, la palabra significa honor o respeto. El contexto lo dice. Permitirme explicarlo.

En primer lugar, la palabra específica en griego utilizada en el Nuevo Testamento como “pago por dinero” o “salario” son misthos y opsonion.  Estas palabras no son utilizadas aquí. La palabra utilizada por “honor” en 1 Timoteo 5:17 es time, y significa “respeto” o “valor” (La palabra no significa “honorario”en el primer siglo.  Nunca fue utilizada de esta manera en el Nuevo Testamento, ni en la literatura del primer siglo)

Los ancianos que trabajan bien han de ser respetados o valuados por la iglesia. Es la misma palabra utilizada en 1Timoteo 6:1 donde Pablo dice a los esclavos que respeten (time) a sus maestros. De hecho la palabra time es utilizada cuatro veces en 1 Timoteo y, en cada caso, significa “respeto”.

En segundo lugar, todos los creyentes son llamados a honrar (time) unos a otros (Romanos 12:10).  Sería absurdo pensar que Pablo en Romanos está diciendo a los cristianos que se paguen los unos a los otros. Los ancianos que sirven bien deben recibir más honor o mayor respeto.

En tercer lugar, el hecho de que respeto es lo que Pablo tiene en mente, viene del siguiente verso (1 Timoteo 5:19). Pablo dice que los ancianos no deben ser acusados (deshonrados) a no ser que dos o tres testigos confirmen la acusación.

Lo que yo veo que Pablo está diciendo es que en la misma manera que un empleado el merecedor del salario y de la misma forma que un buey es merecedor de su comida, un anciano que sirve bien a la iglesia es merecedor de doble honor. No de un solo honor como son merecedores todos los hermanos, sino de doble honor, Es decir, mayor respeto.

Así pues, yo le veo trazando la analogía. No está hablando de pago en dinero o salario. Si lo tomamos de esa manera Pablo se está contradiciendo con lo que, seis años antes (Hechos 20), dijo a aquellos ancianos de la iglesia de Éfeso. Él les dijo no tomar dinero del pueblo de Dios.

Ustedes son los que tienen que decidir.

Permítanme agregar una cosa más. Si ustedes quieren empujar este verso para que diga que el pueblo de Dios tiene que dar dinero a los ancianos, tengan presente sólo este hecho. Este pasaje está dirigido, desde un obrero mayor (Pablo) a un obrero joven (Timoteo), que los ancianos tienen que recibir doble honor. Si ustedes, como ancianos, dicen a la iglesia que tienen que dar dinero en este pasaje, ustedes están actuando fuera de los límites de la Escritura. Puesto que si este pasaje significa lo que ustedes creen – y les he dado suficientes razones para todo lo contrario – entonces ustedes no tienen derecho a decírselo al pueblo de Dios, puesto que éste es el trabajo de un obrero externo que les conoce a ustedes y a los santos también.

Pregunta: El desarrollo de la iglesia en el siglo primero tuvo un desarrollo dinámico, no estático. Lo que ocurrió en Jerusalén no es lo mismo que ocurrió en Antioquia. Ni tampoco lo que ocurrió en Galacia y tampoco exactamente lo que ocurrió en Éfeso, etc. Cuando Pablo escribe a Timoteo, podemos suponer que ha habido un desarrollo en la iglesia, puesto que la iglesia es un organismo que se desarrolla. Si solamente miramos a Jerusalén como modelo, perdemos mucho de la iglesia. Si miramos a las iglesias del siglo primero, no estaban divididas. No había denominaciones. Solamente había una iglesia. La iglesia creció mucho más grande de lo que  crece en tu contexto.

En una iglesia pequeña, como la vuestra, los ancianos pueden trabajar. Pero en un desarrollo dinámico, la iglesia crece enormemente. Debido a este crecimiento  orgánico de la iglesia, algunos de los ancianos dedicaban 100% en su función de anciano. En Timoteo dice que los ancianos que gobiernan bien, especialmente aquellos que trabajan duro, la palabra traducida significa – trabajar hasta agotarse –, de enseñar y compartir. Dan sus vidas en predicar y enseñar entre los hermanos, debido al gran número de discípulos. Tienen que estar dedicados a la iglesia totalmente. Y el crecimiento orgánico de la iglesia requiere de ese trabajo. No es un pastor asalariado. Eso es simplemente una necesidad del cuerpo el pagar a esa persona para que el cuerpo siga funcionando.

Yo no le veo esa contradicción entre esa necesidad y el espíritu del Nuevo Testamento. 

Frank:  Hermanos, yo no creo que la iglesia del siglo primero se desarrolló en algo mejor. Cuando miras a su evolución en los primeros cuatro siglos, esta da paso, se desvía en lugar de evolucionar. Yo no creo que un clero pagado, o de la manera que lo quieras llamar – ancianos pagados – fuera positivo o fuera un desarrollo orgánico. No creo que esto fuera mejor que lo que ocurrió en el siglo primero. No mucho más que el sacerdocio católico. Estas cosas ocurren muy rápidamente en la vida de la iglesia, ocurren en sus primeros 300 años.

Permítanme decirles otra cosa. Si la iglesia funcionara como debe. Si los obreros foráneos, la ministraran periódicamente. Si toda la iglesia fuera funcional, ministrando, enfrentándose a los problemas, yo no veo la necesidad qué hermano en este mundo debería dejar de trabajar para prepararse para el ministerio. Esto, a mí, me indica que la hermandad está descompuesta. Indica que los hermanos se han detenido de hacerse cargo de la iglesia. Cuando eso sucede, un “ministro” con dedicación plena se hace necesario.

Ahora les diré esto: Yo no tengo problema alguno con hermanos y hermanas en la iglesia que, en gratitud, como parte del doble honor, bendiciendo a los hermanos que en verdad han cuidado de los santos, de cualquier forma que ellos quieran. Los inviten a cenar.  Los bendigan con un regalo en dinero de vez en cuando. Les compren ropas de vestir.

¡Pero hermanos, eso no es un clero profesional! Y eso es en lo que la iglesia se ha vuelto. Hermanos, podemos encontrar cualquier cosa en el Nuevo Testamento si buscamos lo suficiente. Pero unos ancianos a sueldo no lo van a poder encontrar por ningún lado.

De nuevo, les quiero dar las palabras de Pablo a los ancianos de Éfeso: “Seguid mi ejemplo. Trae más bendiciones el dar que el recibir”. Aquí es donde me paro. Aquí es donde se paran los hermanos con los que me reúno. Y déjenme decirles algo: cambiará la forma de que el pueblo de Dios les va a mirar si no toman su dinero. Eso es todo.

Nick: Me gustaría decir algo también. Este hermano ha hablado con bastante elocuencia. Pero hermanos, ¿de verdad se sienten cómodos colgados de ese versículo de la Biblia? Pues esto es una forma muy rebuscada de tomar ese pasaje de la Escritura. Para esto se requiere dar un gran salto inexistente en el Nuevo Testamento. Esta es mi mas franca estimación.

Tanto de nuestra práctica cristiana no puedes ser fundada en un verso de la Escritura. Es demasiado construir, solamente en un pasaje. No es una buena fundación para algo que es tan grande dentro la fe cristiana.

Frank:  Permítanme agregar algo más práctico. Yo he sido un cristiano por bastante tiempo. Y no he visto, en toda mi vida,  a un hombre recibiendo un salario, del pueblo de Dios,  que no haya sido separado de ellos como algo mejor, alguien más alto y alguien de una clase diferente. Como tampoco he visto una persona local que consistentemente recibe un salario del pueblo de Dios, que no obstruya el funcionamiento de la iglesia. No estoy hablando de apóstoles viajeros; eso es una historia diferente. Estoy hablando de alguien que local. Nunca he visto a esa persona que es pagada, no obstaculizando el funcionamiento del pueblo de Dios cuando están sirviendo. Esto tengo aún que verlo.

Los motivos de ustedes de recibir dinero del pueblo de Dios, pueden ser puros. Puede que calcen dentro de lo que este hermano dice. Pero si es tanta la necesidad en vuestra iglesia de la presencia de un ministro hasta el punto que algunos tienen que dejar sus trabajos, en ese caso solo puedo decir que su hermandad no está funcionando debidamente. Y todo lo que necesitan es llamar por ayuda de alguien de fuera para que lo cambie.

También los santos os mirarán de diferente manera. Se han separado ustedes mismos de ellos, debido a esto. Por esto mismo no calza en la historia. Sé que son palabras muy duras, pero es la verdad.

Pregunta: Quiero decir que el apóstol Pablo fue un ejemplo temporal. Pablo no siempre trabajó con sus manos. Sino ocasionalmente. En Corintios, él citó pasajes del Antiguo Testamento para fundar su creencia de ser sostenido. Pero él era muy honorable y renunció a ese derecho con objeto de ser un ejemplo para los santos, de ser sirvientes. No pongas bozal al buey. Esto fue dado a otros que tenían el derecho de tomar dinero.

Frank:  Hermano, gracias por traer a colación este punto. En 1 Corintios 9 deja muy en claro que un apóstol, un enviado, alguien que viaja y planta iglesias, un obrero foráneo, tiene el derecho de recibir dinero del pueblo de Dios. Tal como dijiste, Pablo desestimó su derecho.

Ahora, permíteme decirte esto. Yo, el hermano Nick, el hermano Gene Edwards, viajamos y levantamos iglesias. No tomamos dinero del pueblo de Dios para nuestras necesidades. Trabajamos con nuestras manos. Pagamos nuestros viajes. No tenemos por qué hacerlo. Podemos recibir dinero del pueblo de Dios. Puesto que  por nuestro llamado tenemos ese derecho, pero hemos decidido no hacerlo por las mismas razones que Pablo habló cuando él también declinó aceptar este derecho.

Ahora, tal como dices,  cuando Pablo estaba viajando, en algunas ocasiones recibía dinero de otras iglesias que él plantó. La única iglesia que le dio fue Filipos. Le dieron cuatro regalos. Eso es todo. Él no recibía dinero de una iglesia cuando estaba trabajando con ella. Pablo dice esto en 1 Corintios 9. Él dice: “Cuando estuve entre vosotros no tomé nada vuestro”. Pero cuando él viajaba, recibía ayuda para sus viajes. No obstante, solamente le ayudó Filipos.

Yo escribo libros. Yo no tomo ningún dinero de mis libros para pagar por mis necesidades. Todo este dinero vuelve para publicar más libros. Si recibo un regalo del pueblo de Dios, éste va para pagar mis gastos de viaje para visitar otra iglesia. Así es como llegué aquí. Pero cuando trabajo con el pueblo de Dios, no recibo nada de ellos.

1 Corintios 9 esta dirigida a plantadores de iglesias, no a personas locales.

Nick:   Otra cosa que yo agregaría es que Pablo tenía sobre esto, tan mal punto de vista, que dice a los corintios que robó a los filipenses para llegar aquí. El dinero que recibió, se refirió como un robo a la iglesia para que él pudiera haber estado con ellos. Este lenguaje es fuerte y es intencional. Es un aspecto que nos deja ver Pablo de sí mismo en cuanto a su punto de vista y práctica sobre este tema. Y yo creo que esto se debe a la forma que esto afecta al pueblo de Dios.

Pregunta: ¿En qué trabajan ustedes?

Frank:  Trabajé en Die Hard 1 y en Die Hard 2. ¿Conocen al actor Bruce Willis? Yo soy su doble en las escenas peligrosas. (Risas)

No, yo trabajo en el peor de todos los trabajos que hay en mi país. ¡Trabajo con adolescentes! Esto explica lo que ha ocurrido aquí (Frank señala su cabeza). Soy un profesor de escuela. El hermano Nick tiene un trabajo mucho peor. Él es profesor de enseñanza media. Por eso se ha tenido que poner tupé (Risas)

Pregunta: Frank, ¿es el liderazgo de los ancianos el principal problema que existe, en este momento, que entorpece el tener la iglesia de Dios que Él desea que tengamos? ¿Es este el principal problema? Tu dijiste anteriormente que este era un problema mayor que el directo trabajo de Satanás. ¿Hay otro tipo de problema que Dios tenga y que deberíamos de conocer? Queremos saber que son las cosas más importantes que tenemos que desprendernos para poder ser colaboradores con Dios.

Frank:   Esa es una pregunta muy sabia, y no me sorprende mirando a tu cabeza. (Risas) (Nota al lector: el interlocutor es completamente calvo)

Gracias por esta pregunta. Hay muchos problemas en el día de hoy. Muchos problemas. Hablo por todos nosotros aquí. Pero creo que el número uno que no permite ver a la gloriosa novia de Cristo, funcionar con plena libertad con toda su belleza, es el moderno puesto del pastor que hemos heredado de la Reforma y cuyas raíces vienen del sacerdocio Católico.

Yo creo que es este el número uno, obstaculizar la libertad del pueblo de Dios. Para poder funcionar libremente como el cuerpo de Cristo, implica el expresar a Cristo en comunidad. El papel pastoral obstaculiza esto. Esta es mi observación.

Creo que hoy, en esta habitación, esto es lo que Dios nos está diciendo. Este es el problema con el que tenemos que lidiar ahora.

Nick: Como Frank dice, hay muchos problemas en el día de hoy en el cuerpo de Cristo. El tema traído por el hermano Frank está al frente de ellos. Si nos enfrentamos a él ahora, antes que con ningún otro, todos los demás, irán tomando su lugar.

Vengo de Buenos Aires. En febrero recibimos correspondencia solicitando que alguien viniera, estaban buscando hablar sobre el Señor y la iglesia. Así pues, allí estuve la semana pasada y me reuní con hermanos y hermanas – personas que estaban dentro y fuera de la iglesia organizada.

Encontré preciosos hermanos y hermanas. Conversamos sobre muchas cosas que se han tocado esta tarde aquí, en esta reunión. Todas estas cosas también se encontraban en sus mentes.

Pregunta: Hermano Frank, la pregunta que compartiste esta mañana, también en tus libros, da una muy buena representación del siglo primero. Es muy interesante. Da una nueva luz en cómo la iglesia y la obra funcionaban en los días de Pablo. Esto es muy interesante. Pero hay un riesgo. Y ese riesgo lo encuentro en los libros de Gene Edwards y en los tuyos. Que después de recrear, tú supones muchas cosas; infieres muchas cosas. Y los libros de Gene son como una novela, una telenovela, para recrear el entorno de la situación.

Esta mañana recreaste la historia. El riesgo es el colocar el contexto histórico al mismo nivel de las Escrituras. Y en un momento no sabíamos cuál era bíblico e histórico y cuál no era bíblico. ¿Qué es historia? ¿Qué es Escritura y que es novela o telenovela?

Por tanto, yo creo que la Biblia se sustenta por sí sola. Recrear el contexto histórico no es necesario. El hacerlo en lugar de dar peso al argumento, se lo quitas. Un ejemplo es cuando Gene Edwards en uno de sus libros recrea el debate entre Saúl y Esteban. Eso es ficción.

Frank:  Voy a ser muy breve. Me tomaré dos horas (Risas)

En primer lugar, cada vez que cada uno viene al Nuevo Testamento, tiene necesidad de interpretar lo que está leyendo. Tu no puedes leer el Nuevo Testamento sin interpretarlo.

Ahora bien, lo que la mayoría hemos sido enseñados, es a interpretar la Biblia, tomando versos de aquí y de allí, fuera de contexto, para juntarlos luego y construir nuestras doctrinas.  Esta es la razón por la que existen 500 denominaciones diferentes de Protestantes en la cristiandad. Cuando el Nuevo Testamento fue escrito no tenía capítulos ni versículos. Los capítulos fueron agregados en el año 1227. Los versos fueron agregados en el 1500.

Ahora bien, tenemos que interpretar lo que leemos. No podemos escaparnos de esto. Sí, los libros de Gene Edwards,  sus diarios del siglo primero, son escritos en tipo de novela. Él pone palabras en la boca de los apóstoles. Lo hace para facilitar la lectura. Pero todos sus puntos principales de la novela están basados en la historia del Nuevo Testamento. ¿Por qué está haciendo eso? Está entramando juntos cronológicamente, el libro de los hechos, con las cartas de Pablo y las otras epístolas.

Hermanos, si no hacemos esto, entonces podemos hacer de la Biblia lo que nosotros queramos. Es muy fácil de hacer. Tenemos que conocer el contexto histórico, la historia, para poder entender lo que estamos leyendo.

Los creyentes del Nuevo Testamento y los apóstoles lo hicieron. Si les escuchas predicar el Nuevo Testamento, Esteba y Pablo, por ejemplo, ellos cuentan la historia del Antiguo Testamento en sus mensajes. Y cada vez que citan una escritura del Antiguo Testamento, con hacen con un contexto.

Yo he escrito un libro que está en Internet llamado “De Nazaret a Patmos”. Hermano, no está escrito en forma de novela, nada de lo que allí hay es ficción. Es una sinopsis de la historia del primer siglo. Todo está basado en el Nuevo Testamento, el libro de los hechos y las cartas de Pablo. También está basado en hechos históricos. Cosas que conocemos. Nadie disputa esos hechos. Ejemplo: Galacia del Sur tenía cuatro ciudades llamadas Antioquia de Sidia, Iconio, Listra y Derbe. La gente era pobre. Eso lo sabemos. Esto nos ayuda a comprender el Nuevo Testamento. La historia en mi libro es la misma historia que Gene escribe en sus libros. Son dos formas diferentes sobre el mismo tema.

Lo que has escuchado esta mañana estaba basado en hechos del Nuevo Testamento. Y leímos las Escrituras. Todo lo que hice fue situar todo en su debido contexto.

Hermano, tu tienes que elegir. Tienes que interpretar el Nuevo Testamento. No lo puedes leer sin interpretarlo. ¿Lo vas a hacer sin orden alguno, fuera de contexto, levantando un verso de aquí y otro de allá de diferentes epístolas y luego pegarlas juntas? Hermano ¡esa no es la palabra de Dios! ¡La palabra de Dios tiene un contexto! Lo que he compartido con vosotros nos da una luz sobre el Nuevo Testamento. Y eso mismo hacen los libros de Gene.

Nick: Estamos ofreciendo un modelo. En ningún momento decimos que es el modelo. Nada haría más feliz a Gene Edwards que un hermano, en esta habitación, viniera con un modelo superior que el de Gene ha dado a sus libros. Esto se lo digo de todo corazón. Yo he escuchado Gene hacer esta plegaria.

Frank ha hecho parte de lo suyo, y yo les dejo que ustedes hermanos, decidan cual el mejor o si son lo mismo. Pero Frank está en lo cierto. Hasta un pagano o ateo, al abrir la Biblia ya tiene un modelo en su cabeza acerca de lo que es la fe cristiana. Y ese modelo va a interpretar lo que está leyendo. Todos venimos con un modelo.

Lo que Gene ha ofrecido en sus libros, es un par de anteojos para que nos lo pongamos al leer el Nuevo Testamento. Es un par diferente que el que todos los que estamos en esta habitación hemos heredado. Y hasta no hace mucho tiempo, a todos se nos daba el mismo par de anteojos. Ahora tenemos una alternativa. Si puede venir con una mejor solución, gustosos veríamos su modelo. Daríamos la bienvenida a algo superior a lo que hemos utilizado y compartido. Pero, eso sí, tendrá que ser fiel al Nuevo Testamento. No importa si su color es diferente al nuestro, siempre que el modelo sea fiel, como Frank dijo.

Entiendo lo que este hermano compartió. Para él las palabras entre Esteban y Saúl, en la manera que su mente trabaja, son una distracción. Pero para muchos otros, llenan un cuadro que refuerza no es conversación, sino el punto clave del  modelo. De esta manera tratamos de escribir a la gente que piensa con la parte derecha del cerebro y a los que piensan con el izquierdo. Los libros de Gene son para los de cerebro derecho y los de Frank para los del izquierdo.

Frank:  ¿Puedo decir algo, hermanos? Algo acaba de pasar en esta habitación. Un número de ustedes hermanos tuvieron esta idea en sus mentes. Pensaron, “¡Ah!, simplemente tengo que ir sobre el Nuevo Testamento. Yo construiré mi propio modelo que justificará mi práctica presente y en la que mis siento a gusto.”

Hermanos, no hagan esto. No han aprendido a Cristo.

Pregunta: Quiero hablar sobre lo que este hermano ha compartido acerca de la historia. Para entender el contexto histórico no tiene que estar sobre la revelación que hemos tenido todos los que creemos en Cristo. Porque no debemos olvidar que el que nos enseña, el que nos dirige es el Espíritu Santo. Por tanto, la sugerencia que yo haría es la misma que cuando interpretas la ley. Aquí, en Chile, la ley es interpretada. Y miras al espíritu de la ley, y tratas de interpretarla de la mejor forma que puedes. Pero hay muchas cosas concernientes a la ley. Hay debates y llegas a formular esa ley e interpretarla de la mejor forma que puedes. La Palabra de Dios no es así, porque está implícita en nosotros. El Espíritu Santo nos ayuda a y nos enseña.

Por tanto, la sugerencia es, tener mucho cuidado de estar en el camino acertado. Yo recibo todo lo que has compartido, sin embargo, necesitamos cautela que algo tan verdadero se pueda convertir en una doctrina que deforme la voluntad de Dios. 

 Frank:  Amén, hermano. Lo que en realidad aquí se encuentra en proceso es mucho más profundo que nuestra interpretación de la Biblia. Es mucho más profundo que la estructura de nuestra iglesia. Hermanos, lo que han escuchado esta mañana y lo que han escuchado esta tarde, son asuntos del corazón.

Hermanos, yo creo y de la forma más seria les digo, me consta que si ustedes traen este día al Señor, algo va a tener que cambiar en sus vidas y en sus prácticas. Si no, hermanos, entonces yo no creo que hayan escuchado lo que aquí se ha dicho.

Pregunta: Esta va a ser una pregunta difícil

Frank:  Todas las preguntas difíciles van a Nick. (Risas)

Nick: La parte de esta reunión con preguntas difíciles ha terminado. Ahora solo se aceptan preguntas sencillas (risas).

Pregunta: Después de escuchar esto, parece que nuestra estructura está equivocada. Nuestros corazones saben que nosotros amamos al Señor. Somos una iglesia porque creemos en el nombre de Jesús y porque confesamos a Jesús. Es complicado hacer preguntas porque parte de la base es que debemos salir. Comenzaste en la base de que deberíamos dejar algunas cosas y colocarlas al otro lado. ¿Cuáles son las cosas que nos unen en Jesucristo, Frank, para estar juntos?

Déjame explicar. Hay muchos hermanos que han leído tus libros y han pensado en dejarnos. Nosotros te hemos invitado para que podamos estar en unidad. ¿Puedes darnos alguna instrucción al respecto?

Frank:  Bien, voy a repetir algo que dije antes. Esto es importante y contesta tu pregunta. Hermanos, nuestros puntos de vista sobre el liderazgo son polos opuestos. Si la mayoría de los que aquí están son honestos, estarán de acuerdo. Ahora hermanos, esto no afecta mi relación como hermano en el Señor con ustedes, si no hacen que esto interfiera. Pero no apoyo ni puedo estar de acuerdo con esta forma de liderazgo. Quiero que sepan que, aunque no esté de acuerdo, no pienso llevarme a nadie de su gente.

Pero les diré algo. Esta no es una tenebrosa profecía, pero es lo que veo. Si las cosas no cambian, muchos de los vuestros se irán.  Esto ocurrirá.

Quiero repetir lo que vuestro verdadero trabajo es como sirvientes de Cristo,  dejad libre al pueblo de Dios. Servirles. No controlarles y nunca poner miedo en sus corazones.

Comentario: Todavía tengo dudas y preocupaciones.

Frank:  Y es normal. Si entendiste lo que yo he estado diciendo y lo que Nick ha dicho, entonces deberás tener dudas y preocupaciones.

Pregunta: No sé como formular esta pregunta, pero me preocupa el crecimiento. Ustedes se reúnen en casas. ¿Pero como crecen?

Frank:  Permítanme compartir mi experiencia.  Comencé plantando la iglesia en Brandon, de la cual Rudi forma parte, en abril de 1998. La iglesia comenzó con 15 personas. Les ministré por año y medio. Les indiqué que, después de ese tiempo, les abandonaría. Se quedarían por ellos mismos y no designaría ningún tipo de liderazgo. Los dejé por seis meses. Cuando regresé eran 35 en la reunión. Estaban más fuertes que cuando yo les había dejado. Estuve unos cuantos meses con ellos y los volví a abandonar por otros seis meses. Cuando regresé eran 45. La iglesia de Brandon ha seguido creciendo desde su comienzo.

Ahora bien, hermanos, escúchenme bien. Nunca, ni una sola vez les dije, “tienen que evangelizar”. Ni una. Pero han crecido. Unos de los caminos en que han crecido es porque, natural y espontáneamente, algunos de los santos no han podido contener su alegría en Cristo y le han compartido con otros, en su trabajo, en la escuela. Algunos han venido al Señor. Ellos les han bautizado. Cuando estuve con ellos, les enseñé como bautizar a los nuevos conversos. Ahora ellos lo hacen. Yo solamente he bautizado a cinco o seis de ellos.  La iglesia ha bautizado al resto de los santos.

Gran parte del crecimiento también proviene de visitantes. Hambrientos y con almas en desesperación, que han visitado a los santos y han visto a Cristo en ello. La iglesia tiene imán. Si funciona en la manera debida, es hipnótica. Yo espero que siga creciendo. Una vez más les digo, no tenemos programa evangelístico, y yo nunca les he dicho o pedido que salgan a ganar almas.

Nick: Agregando otro pensamiento aquí, en la eternidad pasada estaban el Padre y el hijo en hermandad. Y el Espíritu eterno. Y en algún momento de las reuniones del concilio divino, se tomó una decisión de expandir esta hermandad. Eventualmente Cristo vino a la tierra, y Él trajo consigo la esfera de esa hermandad para incluir al hombre en ella. Y por tres años ellos fueron testigos de la hermandad de la Cabeza divina, y no mucho después, ellos fueron incluidos en ella. Y después de no mucho tiempo, más fueron incluidos. Mi punto es este: es en la Divina naturaleza el expandir la hermandad de la Cabeza de Dios en este planeta. Y es natural para la iglesia.

Hay una revelación divina de la naturaleza orgánica de la iglesia. El DNA que ella tiene se comporta de igual manera que Jesucristo. Y lo que hemos encontrado es que si a la iglesia se le es permitida ser iglesia en toda su gloria y funcionamiento y si ella esta enfocada en nada más que Jesucristo, en algún lugar, de alguna manera ella va a encontrar el lugar de crecimiento y de expansión. Ella va a traer a más. No nos tenemos que preocupar de ese asunto.

Comentario: Es tarde. Creo que deberíamos dejar a estos hombres ir a casa ahora.

Frank:  Hermanos, quiero daros mis más altos cumplidos. Si tuviéramos este tipo de reuniones en los Estados Unidos con los líderes de la iglesia institucionalizada, yo no estaría vivo ahora. Estoy bromeando. Pero un poco nada más.

Ninguno de ustedes ha expresado hostilidad. Ninguno se ha enfadado. Han escuchado algunas de las cosas más pesadas que antes hayan oído. Quiero darles las gracias por su gentileza. Si alguno de ustedes, hermanos, quieren conversar más con Nick o conmigo, yo estaré en la casa de uno de los hermanos hasta el sábado. Quizá nos podemos reunir el jueves en la mañana o quizá el viernes en la mañana. Pero solamente me gustaría reunirme con aquellos que están seriamente considerando cambiar lo que están haciendo ahora. Realmente no quiero continuar un debate. Si quieren debatir, mándenme un e-mail. Pero tiene que ser en inglés. (Risas)

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