¿Hemos Encadenado Y Encarcelado El Espíritu De Avivamiento?

Desde los días posteriores a los apóstoles hasta ahora, la historia del cristianismo es una historia de prisiones. Esta historia no es de prisiones materiales o literales, aunque hayan habido muchas. Ha sido una historia de prisiones, las cuales han sido el resultado del hábito establecido por el hombre de llevar al Espíritu á la esclavitud.

 
¡Muchas veces el Espíritu se ha manifestado y movido de una manera libre y nueva para después ser aprisionado y controlado por el hombre, cristalizándolo en otra forma de credo, organización, denominación, secta, orden, comunidad, o algo semejante! El resultado invariable ha sido que el movimiento libre del Espíritu ha sido presionado, o aun matado por el aprisionamiento de la estructura en la cuál Él ha sido metido o forzado.

¿He Encadenado Yo El Fuego Del Espíritu Con La Tradición Religiosa?

Cada vez que tratamos de expresar algo divino en palabras o formas, desde luego lo limitamos. Cuando esa expresión o forma viene a ser la formula reconocida y establecida, hemos puesto, efectivamente, cadenas al Espíritu. Dios da una visión, y toda visión dada por Dios, tiene posibilidades y potencial ilimitados. Pero muy pronto, la visión es tomada por hombres quienes nunca la han recibido por el Espíritu. Después las uvas de Escol son convertidas en pasas en sus manos. Del mismo modo, muchísimos de los frutos vivos del país celestial han padecido de esta manera y se han secado, encogido, y convertidos en sombras carentes de la unción de sus glorias primitivas.

Los sucesores, los fiadores, o los adherentes edifican una organización terrenal sobre un movimiento vivo del Espíritu, nacido con fuego en el corazón de algún profeta. Ellos encarcelan la visión en una tradición. Un mensaje viene a ser un credo; una visión celestial viene a ser una institución terrenal; un movimiento del Espíritu viene a ser una obra, la cuál tiene que ser continuada por el vapor de la energía humana y mantenida por los recursos del hombre.

Cualquier comienzo real de la orden (del E.S.) o práctica tradicional reconocida, viene a ser, más pronto o más tarde, una herejía, de ser violentamente sospechosa, reprimida, y echada fuera. Lo que era en su principio una energía espiritual, produciendo un organismo vivo, expresando algo de lo que realmente quería Dios y a lo cuál Él le dio nacimiento, a menudo se convierte en algo a lo cuál la siguiente generación tiene que sostener y luchar duro para que continúe. La cosa ha desarrollado un auto-interés, y le irá difícil con cualquiera, o con lo que sea, que se opone, o que parece que se opone. El Espíritu ha venido a ser el prisionero de la institución o sistema, y como resultado la gente es limitada espiritualmente.

¿Cómo Llegué En Donde Estoy?

¿Por qué es esto tan verdad, resultando en tensiones, divisiones, celos, rivalidades, y frecuentemente decepción? Si hay algún remedio, ¿qué es? ¿He entrado yo en algo objetivamente? ¿Era algo ya formado que me era presentado con una apelación, un argumento, una necesidad? ¿Era del todo real? O, ¿era que el Espíritu abrió los ojos de mi corazón y me dió una visión celestial, la cuál por un lado me hizo llorar, "¡Hay de mí!", y por el otro, "Aquí estoy"? ¿Era una crisis vital? ¿Ha tomado una enseñanza, una complexión de la verdad, una obra, una empresa? ¿Estaba yo en la misma fuente de vida? ¿Era una aprehensión predominante y definida desde el cielo? ¿Es mi posición una relación a algo de lo que puedo renunciar? En una palabra, ¿es mi encarcelación por un sistema o por una orden exterior? O, ¿soy yo siervo del Espíritu?

El apóstol Pablo, en particular, muestra que el encarcelamiento o la esclavitud anterior puede ser llamada "la letra". En este sentido, la Biblia puede ser muerte ("la letra mata"-2 Corintios 3:6). No que podemos tener el Espíritu y la vida sin la Palabra, pero si puede ciertamente ser lo opuesto; porque definitivamente podemos tener la Palabra sin el Espíritu y la vida.



¿Qué Me Cuesta Avanzar?

Es tremendamente importante que cualquier cosa, incluso nosotros debemos mantenernos en contacto con la fuente original de la vida. La sucesión y la continuación no es eclesiástica, tradicional, o de opción o decisión humana. La sucesión y la continuación no es ciertamente ninguna política, no es conveniencia, tampoco temor. La continuación es ungir los ojos, los oídos, las manos y los pies. Es un fuego en los huesos, no las obligaciones de una profesión, asociación o ideas.

El espíritu debe haber iniciado nuestro curso y posición. Todo lo relacionado en el caminar del Espíritu debe consultarse y respetarse. En cualquier cosa en la que el Espíritu pudiera tener Sus libertades limitadas, el Espíritu será un rebelde. Y si Él está en nosotros, Él nos hará rebelarnos contra las restricciones que no son espirituales. Esto de momento no quiere decir que toda rebelión sea la postura de lo que es llamado la libertad del Espíritu. Esto significa que en la esfera de nuestra naturaleza somos personas rotas, nos ha sido robado el poder para luchar por nuestras propias concepciones.

Así que simplemente se vuelve un problema de encarcelamiento del Espíritu o algo más. Debe hacerse a un coste mucho mayor, y porque el Espíritu ha hecho cosas drásticas y profundas en nosotros, “Aquí estoy, y no puedo hacer nada. Así que ayúdame Dios.”

Un Testigo y un Testimonio por T. Austin Sparks

por T. Austin Sparks