En la mañana, al alba, antes de que tú despiertes, despliego en los cielos, todo tipo de arreboles; suaves brisas que refresquen los aires y hagan ondular suavemente las hojas de los frondosos y bellos árboles que rodean tu casa...se escucha el trinar de hermosas aves, todo es música y alegría; tú, a veces ni te percatas de todo lo bello que te rodea, pero, si temprano abrieras tu ventana y simplemente preguntaras....¿quién me da toda esta belleza?

 
Te respondería enseguida... soy yo, y te la doy porque te amo.

Corriste las cortinas, ¡¡ahora sí, se dará cuenta del día hermoso que le tengo!! pensé, pero, no me dijiste nada, miraste hacia afuera con la vista ida, y te levantaste rápidamente sin pensar en lo que yo amorosamente te daba...

Te ví moverte ágilmente de aquí para allá, buscando las ropas que habrías de ponerte....empezabas otro día...quería hablar contigo, aunque fuera un ratito, decirte que te amaba, que te iba a acompañar durante el día, que todo lo tenía bien planeado para ti...pero, después de todos estos quehaceres ya estabas rumbo a tu trabajo...ibas alegre y confiado....si hubieras preguntado....¿quién es el que por mí vela todo el día?

Te hubiera respondido inmediatamente y con ternura, soy yo, porque te amo; siempre en mí confía....

Camino a tus labores, no permití que tuvieras ese accidente que casi provocó ese agresivo conductor con quien te topaste en la esquina. Te protegí y te cuidé hasta que llegaste a tu trabajo...si hubieras preguntado...¿quién es el que me protege y me cuida?

Te hubiera dicho inmediatamente...Yo soy, y te cuido y protejo todos los días, porque te amo...

Ya en tu trabajo, te guié para resolver múltiples problemas, te di sabiduría para actuar en justicia, te hice llano y fructífero el día; si hubieres preguntado...¿quién es el que hace que trabaje bien?

Te hubiere respondido inmediatamente....Yo soy, porque te amo...

De vuelta al hogar, un poco cansado...te pusiste a ver televisión...tus hijos te dieron las buenas noches y alegres se fueron a dormir...si te hubieres preguntado...¿quién de mis hijos hoy día cuidó?

Te hubiere respondido alegremente... Yo soy...!!

Tu mujer cariñosamente se te acercó, conversaron amigablemente, y después de comer algo rico que ella preparó, se fueron a dormir...

Si me hubieres preguntado, ¿quién hace que mi hogar sea una bendición para mí?

Te hubiera respondido inmediatamente, yo soy, porque te amo, y porque de tí y de los tuyos, todo el día me ocupé...

Y viendo ya las noticias por televisión, tendido sobre tu cama, se mostraron imágenes de conflictos bélicos, problemas de hambre en diferentes países, indiferencia de los hombres poderosos ante el sufrimiento de los desposeídos...mirabas con atención...y le comentaste a tu mujer...¡¡Cómo está el mundo!! ¿¿Y dónde está Dios? ¿Cómo permite tanta maldad e indiferencia ?

Te acordaste de mí, pero, para recriminarme la maldad de los hombres hacia otros hombres...

Durante todo el día estuve contigo, pero, tú no me viste...creíste que todo era así, solamente porque sí...ahora, que podríamos haber conversado tranquilamente, te hubiera recordado que yo les dí un mandamiento que dice: "amarás al prójimo como a ti mismo", ¡¡ah si el hombre lo cumpliera!! también podríamos haber alabado a mi Padre, podríamos haberle agradecido todo el bien que te da, podríamos agradecerle por tu vida, la de los tuyos y tu paz...podríamos conversar de ti y de mí... en tu televisor se acababan las noticias...estiraste tu mano y pensé: "ahora tomará la Biblia que tiene guardada en el velador y a través de la Palabra le haremos ver cuánto lo amamos!! ", pero no; accionando el interruptor, solo apagaste la luz...

Si hubieras preguntado en el silencio de tus últimos pensamientos...¿quién es el que me ama?

Te hubiera dicho inmediatamente...Yo soy... pero, pacíficamente te dormiste sin preguntar nada...

Estuve contigo, no me viste...pero, yo sí...y anhelé tu compañía... te amo mucho...y sé que un día en amor acudirás a mi...te estaré esperando y gozaremos de una amorosa relación, que empezará aquí y nunca tendrá fin...

Sueña, sueña tranquilo que para velar tu sueño,

yo soy quien está, .... porque te amo....

tu amigo Jesús...

Por: Xaviera Espejo Yoacham