Una generación tras otra esperando aquello que ha de venir. Pero todo pasa. El aliento de la muerte se lleva las esperanzas del fin presente y el legado queda para los hijos, nietos y bisnietos.
Todo permanece inconmovible hasta el siglo XX, donde comienzan a suceder las señales más importantes para que se manifieste lo que ha de venir. Junto con horribles matanzas y guerras mundiales el Estado de Israel es establecido y desde ahí todo se ha desatado.

Debemos meditar sobre el presente, hoy, mayo del 2003. La pregunta surge inevitable:

Después de tantos siglos de espera.

¿Seremos aquella generación que verá el fin de todas las cosas?

¿Seremos aquella generación que verá llenarse todo de Cristo?

¿Seremos aquella generación que verá reunirse todo, absolutamente todo en Cristo?

Las preguntas nos hacen temblar.

El mundo en que vivimos cada vez es más frágil, lo que pasa en un lugar afecta todo de manera global.

Cada vez que escuchamos de una guerra acá, otra peste por allá, un atentado allí, un desastre climático por acá y grandes conversiones por doquier son pequeñas señales de que Él viene.

Creemos sinceramente que así como hace 2000 años atrás Juan El Bautísta preparó el camino del que había de venir. En nuestros tiempos, la manifestación del Espíritu Santo vendrá a preparar el camino para la venida de nuestro Señor.

Manifestación que en cierta forma conmoverá este mundo.

“Porque así dice El Señor de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho el Señor de los ejércitos.

Mía es la plata, y mío es el oro, Dice el Señor de los ejércitos.

La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho el Señor de los ejércitos.” Hageo2: 6-9

El que tanto anhelamos hará su entrada maravillosa por segunda vez a los ojos de los hombres en la historia de la humanidad.

¿Qué impacienta hoy tu espíritu?

¿Qué metas tienes para tu vida?

¿Qué te preocupa y quita el sueño?

¿Dónde están concentradas tus energías?

¿En qué se te va la mayor parte del tiempo?

El viene.

Los siervos de Dios que se han levantado coinciden que es tiempo de prepararse e ir al lugar secreto a buscar al Señor para estar preparados para lo que seguramente nos va a sobrepasar.

Seguramente en nuestras tareas de evangelización nos veremos sobrepasados. Esto se confronta al tiempo presente donde muchas veces las cosas resultan por el empeño que uno les coloque, o lo responsable, diligente y organizado que se esté al momento de enfrentarlas. Pero cómo nos veremos de incómodos si aquél que prepara la pronta venida del Señor se pasea por nuestras poblaciones, villas o lugares más acomodados y el Señor empieza a llamar y a traer. Cómo nos sentiremos de sobrepasados cuando nuestras oraciones empiecen a ser contestadas y el manto de incredulidad empiece a caer y las multitudes hambrientas corran al Señor.

¿Qué pasará si la gente llega en grandes cantidades a nuestras reuniones fríamente calculadas y organizadas a pedir perdón a Dios y limpieza de sus pecados?

Está profetizado en el antiguo y nuevo testamento:

“Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”

Joel 2:32 ; Romanos 10:13

¿Qué impacienta hoy tu espíritu?

¿Qué metas tienes para tu vida?

¿Qué te preocupa y quita el sueño?

¿Dónde están concentradas tus energías?

¿En qué se te va la mayor parte del tiempo?

Es tiempo de sintonizar con el llamado del Señor. Cada vez que acudamos a pasar tiempo con su persona en adoración y alabanza siempre nos confrontará con nuestra insensibilidad para hacer nuestra tarea en su obra divina.

Tras experimentar su amor eterno, su entregarse por completo por amor a su Iglesia, es tiempo que ésta de todo, pero no por un mandato ni por consecuencia de nada, sino porque ya alguien se entregó y la amó hasta la inexistencia.

Que vengan tus ecos Señor.......

El Señor ya habló desde antes de la fundación del mundo, desde antes que se crearan todas las cosas y vio a la tierra remeciéndose por su presencia, ya vio hace millares de años caer satanás como un rayo eternamente al infierno y a este sistema que esclaviza a hombres, mujeres, niños y ancianos.

¿Qué impacienta hoy tu espíritu?

¿Qué metas tienes para tu vida?

¿Qué te preocupa y quita el sueño?

¿Dónde están concentradas tus energías?

¿En qué se te va la mayor parte del tiempo?

En aquella eternidad Dios ordenó a los cielos abrirse de par en par.

Oh hermanos, veamos que todo se para, y los cielos empiezan a conmoverse haciendo fiesta, las nubes y los vientos vienen de oriente y occidente, del norte y el sur para juntarse y terminar haciendo una plataforma blanca y resplandeciente, en la cual se manifestará en un principio una pequeña luz hasta lo más brillante que han visto nuestros ojos. Tan brillante que el sol quedará opacado por la gran lumbrera en el firmamento.

¿Qué impacienta hoy tu espíritu?

¿Qué metas tienes para tu vida?

¿Qué te preocupa y quita el sueño?

¿Dónde están concentradas tus energías?

¿En qué se te va la mayor parte del tiempo?

En aquella maravillosa nube, una figura de aspecto humana, la más brillante del universo, acompañado por legiones de ángeles.

¡Es nuestro Señor!

“He aquí que viene con las nubes, y

todo ojo le verá, y los que le traspasaron;

y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Si, Amén”.

Apocalipsis 1:7

Los que estaban bebiendo y comiendo, casándose y dándose en casamiento entenderán que todo ha terminado.

Los que trasnochaban para lograr una mejor vida, los que rechazaron una y otra vez a Cristo y fueron tropiezo para el evangelio e instrumentos de satanás, aquellos que abusaron toda su vida de los demás, aquellos que participaban de alguna religión y su vida era completamente mundana. Y por último, aquellos que siempre postergaron a Cristo para más adelante, ahora no hay más que decir.

Y los demás, los que esperaban en Cristo, podrán leer esta escritura de manera profética:

“Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,

seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes

para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.

1° Tesalonicenses 4:17

¡Qué momento!

Pensemos en aquellos hijos de Dios que murieron en el pasado. Seguramente leían con fé en sus corazones estos versículos aunque todas las señales no estaban cumplidas. Nos maravillamos de como entendían muy bien que eran peregrinos en esta tierra.

Pero hoy, nosotros podremos leer esta escritura en tiempo presente. ¡Aleluya!

Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado................

En la eternidad Dios vio abrirse aquellos sepulcros y cómo el mar botaba a sus muertos los cuales recibían sus cuerpos glorificados.

Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado................

Nuestra carne que tantos tropiezos nos causó da paso a nuestros cuerpos de gloria. Aquí no es lo más importante el arrebatamiento sino “Estar con el Señor eternamente”.

Desde las alturas veremos subir a millares hacia el Señor, mientras los que se quedan hacen lamento cuando miren al Hijo de Dios manifestarse con poder.

Alegría, tristeza, espanto y terror fueron vistos desde de la eternidad.

Desde toda la tierra, desde todos los continentes, los desposeídos, los que no tenían ninguna atractivo para este mundo, los olvidados, los que servían y buscaban al Señor ahí en lo secreto, de un momento a otro se manifestarán en gloria junto al deseado de las naciones.

En el momento que menos se espera la verdadera historia se hará sentir y la historia construida por los hombres en sus afanes de dominación y poder será un mero recuerdo.

Tal será la gloria que todos los gobernadores y poderosos de la tierra, aquellos que han tenido subyugados a millares a través de todos los tiempos caerán de rodillas frente al Hijo de Dios y toda la tierra clamará ¡Jesucristo es el Kirios!.

Mahoma, Buda, Smith y todos los ídolos serán puestos en vergüenza ante sus millares de seguidores.

¿Qué impacienta hoy tu espíritu?

¿Qué metas tienes para tu vida?

¿Qué te preocupa y quita el sueño?

¿Dónde están concentradas tus energías?

¿En qué se te va la mayor parte del tiempo?

Hermano, hermana,

Ninguna generación hasta hoy, Mayo del 2003 estuvo tan, pero tan cerca de la venida del Señor. Prepara las maletas, vienen años llenos de gloria, llenos de poder, pero, por sobretodo, llenos de Cristo, llenos del Hijo de Dios.

La luz eterna brillará en la oscuridad y los poderes del infierno se acabarán.

Preparemos las maletas, nos vamos donde eternamente el Padre nos ha visto: “En Cristo”.

Que vengan tus ecos venideros señor, aquello que proclamaste al comienzo de los tiempos que sucedería, que se cumpla hoy, en nuestra generación. Que aquello que hemos y no hemos visto se manifieste hoy, de tal forma que junto a mis hermanos y hermanas podamos leer en manera profética y en tiempo presente esta escritura:

“Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.

1° Tesalonicenses 4:17

Amén, si ven Señor Jesús.


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Comunidades Cristianas Mayo 2003
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