La Hora de Los Cambios

Los cristianos vivimos inmersos en curiosas paradojas. Decimos que somos portadores del poder de Dios, pero nos resistimos a manifestarlo. Decimos que somos nacidos de nuevo, pero nos comportamos como el que ya estaba nacido cuando conocimos a Cristo. Y, finalmente, decimos que somos el cambio, lo nuevo, pero resistimos casi violentamente los cambios.