Crecimiento Cristiano

Fueron más de veinte mil cartas que no llegaron a su destino final. Eran de diferentes tamaños, con sinnúmero de estilos de escritura e incontables destinatarios. Misivas que esperaban hombres, mujeres, jóvenes y hasta niños. Llevaban noticias agradables, recados urgentes y una que otra nota de amor.
Todo comenzó con una llamada telefónica. Siete números marcados y una voz de responde al otro lado de la línea. Una conversación trivial que pasó a tener connotaciones sexuales hasta concluir en una tormentosa relación donde se conjugaban deseos, emociones, la sensación de peligro latente y la certeza de traspasar todos los límites permitidos.
Hay preguntas que jamás tendrán respuesta. ¿Por qué no hice esto o aquello y perdí esa oportunidad? ¿Por qué no dije no a tiempo y me evite tantos problemas? ¿Por qué estudie esta carrera para darle gusto a mis padres y no la profesión que verdaderamente quería?
“NO OS CONFORMÉIS A ESTE SIGLO...”
Estaba Definitivamente enfermo. No tenía dolor de cabeza ni malestar en el cuerpo, pero allí, en medio de quienes se daban cita en la cafetería, comprendió que estaba enfermo: del alma y del espíritu. Nadie le prestaba atención. Todos se movilizaban de un lado para otro, preocupados por sus propios problemas. Y él con ese convencimiento de que nada valía…
(5) ENFOQUE: Crecer desde adentro hacia afuera